En el ejército del faraón. Memorias de la última guerra, Tobias Wolf

Las vivencias personales son manantial generoso para los que escribimos. Un líquido siempre al alcance del bolígrafo o el teclado que puede llevarnos a superar el bloqueo e, incluso, a desnudar en demasía nuestra alma sobre el papel expuesto. Hay quienes fuerzan dichas viviendas con el único ánimo de conocer y dar traslado, como narradores, de lo experimentado al lector, poniendo en el empeño los cinco sentidos. Los hay incluso que se presentan voluntarios para combatir en una guerra, como es el caso de Tobias Wolff, uno de los grandes de las Letras estadounidenses del último tercio del s. XX, cuyos años de cuartel y monzón le permitieron escribir otro pedacito de su autobiografía (sesgada en partes a lo largo de distintas publicaciones) y publicar uno de los títulos esenciales dentro de la bibliografía íntima dedicada a la Guerra de Vietnam.

Con independencia de la atracción que pueda generar el contenido del mismo, cuando uno comienza la lectura de «En el ejército del faraón», se da pistoletazo de salida a un disfrute sencillo pero bellamente intenso. Las palabras corren con una fluidez deliciosa, casi como si brotaran de la boca de uno mismo durante una tarde de inspiración. La tinta transmite sinceridad, por lo que resulta imposible saber si alguna anécdota es exagerada o la llana verdad… Para mí, todo es real, desde la historia del pobre Can Tho a la tormentosa y apasionada (además de venenosa) relación con aquella novia de nombre Vera.

Wolff fue miembro de las fuerzas especiales y paracaidista, pero nunca tuvo madera para ello; es más, fingía, pues se sabía incapaz de pasar los cursos con solvencia (siempre fue el último de su promoción) pero un día, con la boca abierta hasta el punto de que la barbilla tocaba el suelo, se encontró con la “butter bar” de teniente al cuello de la camisa y desembarcando en Vietnam, donde sería destinado al tranquilo puesto de My Tho como asesor militar del Ejercito sudvietnamita, junto a un enorme sargento negro natural del Sur de los EEUUU, con quien mantendría un vínculo casi fraternal en el que los papeles de superior y subalterno se intercambiaban durante los meses previos y posteriores a la Ofensiva del Tet.

Las narraciones de Wolff nada tienen que ver con la guerra en sí, sino con lo que va observando y hasta protagonizando en una sociedad en la que se siente extranjero a más no poder por culpa de su altura y su exagerada blancura. Así tendrá cabida el trapicheo de bienes de todo tipo, el miedo a los atentados del Viet-cong, el amor… y la asunción plena de que estaba en un sitio y con unos galones que no le correspondían, llegando a acusarse de su propia “buena suerte”, la de estar siempre lejos del rock’&’roll, respirando mientras sus amigos y compañeros, como Hugh Pierce, a quien Wolff recuerda con cariño y con quien cierra el volumen, mueren en los campos de arroz o en la selva.

Wolff da a entender que durante su tour en Vietnam, la guerra estaba perdida para los EEUU. Los de Ho Chi Minh salieron escaldados del Tet, aquellos que lo hicieron con vida (claro), pero reavivaron la conciencia de sus compatriotas del Sur acerca del poder destructivo de Occidente, para cuyos soldados poca diferencia existía entre unos gooks y otros. No es un planteamiento hippie o comunista, ni mucho menos, sino una certeza que arraiga en Wolff cuando visita el centro de la ciudad donde residía, My Tho, y la encuentra reducida a escombros por los proyectiles de los cañones que él mismo había dispuesto en la base. El Tío Sam había dado a entender que no distinguía de amigo o enemigo y el Viet-cong se esforzó por hacérselo entender a todos.

Interesantes son también los instantes que retrata de antes y después de su tour en Vietnam, mientras está en Washington en la Escuela de idiomas, aprendiendo algo de vietnamita, o en California, conviviendo con su padre, un embaucador profesional que acababa de salir de prisión. Sin artificios, pero también sin ahorros, Wolff detalla la relación sentimental con la inestable Vera y la recuperación momentánea de lazos paternofiliares con un hombre que se había convertido en una sombra de lo que había sido.

La sinceridad que irradia en cada capítulo de la autobiografía de un hombre que se siente débil, sin metas, como flotando en una balsa de aceite durante algunos de los años más turbulentos de la Historia norteamericana. Quizá la lectura pueda saber a poco, pero la sencillez y rectitud en una narración fluida es una de las grandes bazas de esta obra.

Editorial:ALFAGUARA
Año de edición:1997
MateriaNARRATIVA-BIOGRAFIA / MEMORIAS
ISBN:978-84-204-2853-6
EAN:9788420428536Páginas:253
Encuadernación:BOLSILLO

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