Verdún, Paul Jankowski

Paul Jankowski es un profesor universitario francés afincado en la Universidad norteamericana de Brandeis que es un especialista en historia contemporánea de Francia y este es un libro publicado el año pasado en Francia y que ve la luz ahora con cierto oportunismo editorial ya que este mes se cumplen el primer centenario del comienzo de la batalla.

La batalla de Verdún comenzó el 21 de febrero de 1916 y acabó a finales de año a lo largo de 300 días de batalla de desgaste en lo que fue la batalla mas larga de toda la PGM. El motivo del libro para Jankowski es doble: por una parte deslindar el mito construido de la batalla histórica en sí y; por otra parte, conjugar el dato macrohistórico con la vivencia personal del soldado que padeció la batalla.

Jankowski analiza la construcción del mito para deconstruirlo: la batalla de Verdún no fue la mas mortífera ni la mas terrorífica de la PGM pero fue una batalla defensiva, de larga duración y que venció Francia en exclusiva contra el agresor alemán. Visto el poco vistoso papel que el ejercito francés desplegó en el siglo XX (SGM, Argelia, Indochina, etc), la batalla de Verdún fue la gran victoria que se debió a la capacidad de resistencia del infante francés. Para los alemanes; la construcción del mito se debió al propio Falkenhayn que, al fracasar su estrategia inicial de hacer un ataque limitado para provocar la reacción aliada en Artois, hacer que los ingleses atacaran en Flandes y los franceses defendiesen el Mosa en Verdún creando desunión entre los Aliados, justificó su originaria estrategia limitada en efectivos en que fue una batalla de desgaste para que los franceses se desangraran en Verdún con pocas bajas propias (esta la explicación falsa que da de la batalla en sus memorias de 1920). Ni eso fue lo que pretendió ni eso fue lo que pasó porque esta batalla fue una batalla de material en la que las pérdidas fueron muy igualadas entre los dos bandos. Jankowski estudia el mito sobre la batalla real y los hechos probados/olvidados por la reconstrucción mitologizante oficial.

La otra gran pregunta que se hace Jankowski es doble: ¿porqué duró tanto?¿porqué los soldados de a pie aguantaron tanto esta batalla de desgaste de material? Verdún fue una batalla de desgaste de material en la que la artillería fue el dominador táctico. De la estrategia de la guerra móvil y del ataque «a outrance» de 1914 se pasó a una guerra en la que la potencia de fuego domina al espíritu humano, en la que hay menos muertos pero que dura mas tiempo por lo que la batalla acabará en empate o la ganara el que mas industrializado esté para poder aguantar el gasto de la producción infinita de material.

¿Porqué aguantaron los infantes de ambos bandos? Si el bando francés planteó la batalla de la defensa de Verdún como una cuestión de prestigio militar y de socialización nacionalista, los soldados de ambos bandos lucharon por muchos motivos pero sobre todo por el amor propio del grupo de iguales con los que combatían juntos o por devoción a la propia familia; pero esta lucha se hizo con una «aceptación resignada del deber o resignación» ya que se veía la lucha como un horizonte sin fin y sin honor alguno. La verdad del frente era una y la verdad publicada en los medios de comunicación o por los altos mandos militares o políticos era otra. Los motines empezarían para los franceses en mayo de 1917 y para los alemanes en el verano de 1918 pero ya se estaban incubando. El libro trata las motivaciones del infante a la hora de mantener la lucha así como las tensiones en dicha disposición resignada mantenida durante tanto tiempo.

La Esfera de los Libros.
Fecha de publicación: 12/01/2016
Páginas: 448 + 32 de ilustraciones
ISBN: 978-84-9060-559-2
Código interno: 21212
Formato:16×24 Cartoné
Colección: Historia del Siglo XX

6 comentarios en “Verdún, Paul Jankowski

  1. Excelente reseña Vincent, tuve la oportunidad de leer este libro hace un tiempo en francés y la verdad es que me sorprendió la orientación de esta obra, en principio no es una historia militar exclusivamente, abarca todos los componentes que han rodeado a la misma, tanto desde un punto de vista sociológico, como político, y, si me apuras, su papel propagandístico como garante de Francia y de los franceses durante tantos años, prácticamente desde el final de la misma hasta nuestros días.

    Jankowski defiende una tesis que me ha desconcertado un poco, el autor afirma que esta batalla no fue, en el ámbito militar propiamente dicho, una batalla decisiva o por decirlo de otra manera, su papel en el conflicto a nivel estratégico fue cuanto menos cuestionable. Sin duda hay un antes y un después en la historia de la Francia contemporánea después de esta batalla, pero para Jankowski es más producto de todo lo que se generó alrededor de la misma que de la importancia estratégica de la batalla en sí. Esto puede resultar chocante, pero él se apoya en números y compara con otras grandes batallas, tanto en tiempo como en bajas proporcionales, y asegura que no fue una batalla decisiva. Por supuesto, no es tan osado como para no valorar en su justa medida la repercusión de la misma ni todo lo que ha generado y sigue generando esta batalla en el pueblo francés y, también desde el otro punto de vista del contrincante alemán, pero aun y así su lectura ofrece muchos trazos que dan para pensar y repensar sobre la importancia real militar de la batalla de Verdun. Un gran trabajo que ahora podemos leer en español.

    Un saludo.

  2. Bueno, cuando empiezas a leer sobre la PGM tienes ante ti los grandes mitos de Verdún o El Somme pero cuando lees con detalle ves que el año mas mortífero fue 1914 cuando estaba en su apogeo la guerra de movimientos o que las batalla de Passendaele y Les Chemin des Dames fuero mucho mas mortíferas por hombre/día que Verdún además de que la batalla de Passendaele con el barro de Flandes siempre ha sido descrita por sus participantes como la mas horripilantes e inútil de todas. Verdún empezó como una finta de Falkenhayn para atraer tropas y fuego de otras partes del frente para abrir una brecha entre los aliados y volver a la guerra de movimientos. Las cosas no le salieron bien y tuvo que vender a posterior el concepto de «guerra de desgaste» y los franceses, que no han ganado en solitario a los alemanes en todo el siglo XX ninguna batalla, la vendieron como la gran victoria de la República unida contra el Imperio agresor que fue un mito que les vino bien para su cohesión social y su autoestima en tiempos malos como fueron las guerras de descolonización de Indochina y Argelia. Jankowski deconstruye este mito y vuelve a la realidad del infante que participó en la que fue la batalla mas larga de la PGM

  3. Felicidades por la reseña Viçent.

    Interesantes reflexiones las tuyas y las de David L. Precisamente ahora estoy leyendo «La caída del Imperio Otomano» de Eugene Rogan y he quedado perplejo con lo mortífera que resultó la campaña de los Dardanelos para ambos bandos. Los turcos la publicitaron como una gran victoria – a pesar de las numerosas bajas – dado que obligaron a las tropas aliadas a abandonar sus cabezas de playa y dejar en el olvido su objetivo de forzar el paso de los estrechos y tomar Estambul. También para las tropas del «Anzac» Gallípolli – a pesar de la derrota, o precisamente por la magnitud de la misma y el desperdicio de vidas humanas carente de todo sentido cuando la situación quedó empantanada – supuso un antes y un después que aún es recordado solemnemente en Australia y Nueva Zelanda.

    Saludos

  4. La Primera Guerra Mundial supuso la afirmación nacional para muchos países que, por aquella época, pertenecían al Imperio Británico como dominios autónomos. Si para Australiza y Nueva Zelanda, ANZAC forces (Australian and New Zealand Corp), fue Gallípoli para los canadienses fue la colina de Vimy que tomaron en 1917. Los tres países celebran su día nacional vinculado a dichos hechos de armas y suelen viajar a los campos de batalla de Turquía y Bélgica a conmemorar la muerte de sus ancestros en dichos lugares.

  5. Hola, muy buenas a todos.

    El autor del libro es un especialista en la turbulenta historia francesa de entreguerras, así que no es extraño que se sienta atraído por Verdun en tanto lo que significa como símbolo nacional. Hay que tener en cuenta que durante la segunda guerra mundial, parte del atractivo patriótico con el que contaba Pétain procedía del prestigio que había ganado en Verdun. La resistencia francesa se convirtió en leyenda (en Barcelona, bastante aliadófila, hay una calle Verdun).
    La historiografía francesa moderna está muy interesada en la historia de las mentalidades, por las influencias de estudiosos como Foucault, Ariés, Bloch o Duby. No he leído el libro, pero supongo que uno de los atractivos que tiene es ese. Actualmente, es improbable escribir libros heroicos sobre el fenómeno militar, es absolutamente erróneo creer que unos señores que se destrozan entre ellos tienen algo que ver con los cuadros románticos del siglo XIX. La guerra es una basura innoble, y creo que la guerra de 1914 fue la primera en que mucha gente abrió los ojos en ese sentido. Es tarea de los historiadores desengañar a las generaciones venideras acerca de la supuesta gloria de la guerra, la peor de las invenciones humanas.

    Saludos

  6. No estoy de acuerdo con los anteriores comentarios…Hay que destacar que desde la perspectiva de alguien que estuvo inmerso en las confabulaciones intrínsecas y autodidactas de un lado del conflicto, asemejarse a tal compromiso histórico y rigurosidad hace que todo se convierta en un maremagnum de grandes emociones y realidades paralelas al conflicto, subyacente de tanta inconsistencia en una Europa en la que predominaba el caos debido a la ineptiud de líderes que no sabían contrarrestar los problemas derivados de una mala política….Buen libro

Responder a David L Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *