Dentro de la interesante colección Hitos de la Editorial Siglo XXI aparece un libro que trata un periodo poco frecuentado en la historiografía occidental y todavía menos traducido al castellano. Se trata del conflicto que enfrentó a la Polonia renacida después de la Gran Guerra con la Rusia de Lenin en 1920. Aunque es un libro realmente breve, nos aporta gran cantidad de datos y los inserta en un texto, en general, bastante comprensible.
El autor, americano de origen polaco y formación británica, ya es conocido por el público español gracias a su 1812: la larga marcha de Napoleón sobre Moscú. Este libro es bastante diferente, con menos atención a los testimonios personales (aunque son frecuentes, sin embargo) y mayor énfasis en el relato militar clásico de campañas y batallas.
En el libro destaca la visión de dos ejércitos enfrentados que adolecen ambos de debilidades estructurales notables. Son propensos a las deserciones, al pánico e incluso a la traición. Estan mal armados, mal alimentados y uniformados, aunque los polacos tienden a tener una organización y disciplina mas tradicionales. Es interesante destacar (y así lo hace el autor) que los dos dependen de oficiales de los regímenes anteriores (exclusivamente zarista en el caso ruso, pero tambien de los imperios austríaco y alemán en el caso polaco) para mandarlos.
Aunque Lenin aparece en un discreto segundo plano, en el relato de los acontecimientos está en primera linea el personaje del mariscal Józef Pilsudski, del que se da una visión sumamente positiva, como artífice de la victoria final, no solo en el plano moral y político, sino también en el estratégico. Queda, pues, muy disminuido el papel de la ayuda de las democracias occidentales, especialmente Francia a través del general Weygand, en la victoria de Polonia. En el lado ruso, es Mijail Tujachevski quien recibe mas atención, como el hombre que lleva a sus tropas a las puertas de Varsovia en 1920, para a continuación verse derrotado. Aunque se le reconoce la ambición y la competencia, es bastante peor tratado por el autor. Se le retrata como distante a las necesidades y realidades del frente de combate, aislado a gran distancia del frente. Es interesante, ya que la historiografía ha tenido hasta ahora una visión muy positiva de él, quizás debido a su papel de víctima de la purga de 1937. El que sale peor parado entre los personajes que retrata el autor, está Stalin, que queda prácticamente como un traidor, aunque no se vea reducido al papel de verdadero culpable de la derrota, como aparece en algún texto.
En el libro abundan los mapas, aunque quizás son algo esquemáticos y, para el lector occidental, el terreno no es demasiado conocido. Esto último también puede dificultar un tanto seguir las incidencias una campaña sumamente móvil. Porque esto último es otro de los aspectos a destacar, además de que en ella parece que algunas de las lecciones de la Gran Guerra quedan aparcadas. Vemos por última vez a la caballería enzarzada en combates épicos a sable y espada, mientras que tanques y aviones tienen un papel insignificante en el transcurrir de los acontecimientos. Eso es debido a que ambos ejércitos tienen unos suministros limitados y combaten en una zona con unas infraestructuras minimas y destrozadas por la guerra anterior.
Aunque el texto se decanta ampliamente por dar una visión polaca de los acontecimientos, el autor hace un esfuerzo encomiable por intentar ser objetivo. Al final, la sociedad polaca demuestra ser mas sólida de lo que podía creerse, galvanizada por el liderazgo de Pilsudski, por los esfuerzos de la iglesia católica y con un nucleo duro basado en el pequeño campesinado y las clases medias urbanas que aunan sus esfuerzos en el ejército polaco. El papel de los simpatizantes comunistas es nimio, reducidos a algunos nucleos de los trabajadores de las ciudades y el proletariado rural, así como entre los judíos (aunque quizás esto sea un tópico del que no escapa el autor).
Al final, en las conclusiones, se destacan el crecimiento de la desconfianza hacia el socialismo y la democracia, en contraposición a los regímenes autoritarios, asi como el crecimiento del antisemitismo. Igualmente, dió una imagen falsa de la guerra, ayudando a los defensores de la caballería frente a los tanques, además de minusvalorar el papel que había de representar en el futuro la aviación. En definitiva, un libro muy interesante a tener en cuenta para poder mejorar nuestra visión de un periodo y unos hechos decisivos en la historia de Europa y del mundo, ya que un resultado diferente al acontecido hubiera supuesto, sin duda, una conmoción brutal y hubiera provocado cambios decisivos en el equilibrio de poderes de la postguerra, lo que Zamoyski intenta reflejar, con éxito, a lo largo de la obra.
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788432313714
Nº Edición:1ª , Siglo XXI
Año de edición:2008
Plaza edición: MADRID
Vaya jordimon, otra excelente reseña, enhorabuena. Desde luego un tema poco conocido por aquí y como comentas con poca bibliografía en castellano. El tema Polaco es clave para analizar el devenir de Europa, tanto antes de la Segunda Guerra Mundial como despues. País visagra entre bloques, siempre disputado y vapuleado. Muy interesante libro que junto con el que ya se reseñó por aquí del general Wladyslaw Anders (Sin capítulo final, http://novilis.es/WordPress/?p=164 ) sobre el papel jugado por Polonia en la 2º G.M. y que generó un muy interesante debate abre un poco de luz en castellano sobre la historia de Polonia y su influencia en el resto del continente.
Este si que debe ser un libro interesante, ya que trata de un episodio menos que poco frecuentado de la historia trágica de los pueblos eslavos. La recién nacida Unión Soviética se enfrenta a la recién independizada Polonia por el control de los territorios reivindicados por ambos Estados. Aunque ambas partes se consideran a sí mismas vencedoras, la guerra terminó en un reparto de territorios que en rigor ni siquiera les pertenecía, ya que pasan por encima de dos naciones que, aunque subyugadas, luchaban también por independizarse, Bielorrusia y Ucrania, que son las que al final lo pierden todo.
Interesante. Esta guerra es la que le dió la convicción a los polacos que el uso de su vetusto armamento y el de la caballería seguía estando en vigor. Aunque aun faltaban 20 años hasta el enfrentamiento de Polonia con Alemania, el quedarse con una falsa guerra ganada, el estancamiento y no renovación del ejército les llevaría al desastre.
Muy interesante y muy buena reseña Jordi. Estaría bien que salieran más libros de esta índole, por ejemplo de la guerra ruso-japonesa o ruso-finesa, todos estos conflictos influyeron y mucho en el curso de la geopolítica del contitente que desembocó en la 2º G.M.
jordimon gracias por reseñar este material que desconocía. Casualmente estoy leyendo «La Revolución rusa» 1891-1924 – Orlando Figes y este libro me viene perfecto para complementar su lectura.
Saludines
De esas guerras que menciona Antonio no se encuentra casi nada, en castellano quiero decir, que de existir libros existen, pero en la Dimensión Desconocida seguramente.
Un pequeño fragmento de «Balas Humanas» del teniente Tadayoshi Sakurai, quien pertenecía a un destacamento al que su Coronel llamó de «Muertos-seguros»:
{ Si, nosotros estábamos listos para morir cuando dejamos Japón. Por supuesto que los hombres que van a la batalla no pueden esperar el volver vivos. Pero en esta batalla en particular el estar dispuestos a morir no era suficiente; se requería de nosotros la determinación de no fallarle a la muerte. Por eso eramos «Muertos-seguros», y este nuevo nombre nos estimulaba en gran manera.
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«¡La duodécima compañía adelante!» . Me volví a la derecha y fui hacia adelante como en un sueño. No tengo ningún recuerdo claro de ese momento. ¡Mantengan la línea! fue mi única orden. Me di cuenta de que había dejado de escuchar la voz del cabo Ito, quien había sido mi mano derecha. Las bayonetas que brillaban en la oscuridad eran cada vez menos. La negra masa de soldados que atacaban ahora eran un puñado. De pronto, como si hubiese sido golpeado por un palo, caí al suelo, había sido herido, era la mano derecha. Las espléndidas luces de magnesio del enemigo iluminaban todo, mostrando los amontonados cuerpos de los muertos, levanté mi mano herida y la miré. Estaba quebrada en la muñeca; la mano colgaba sangrando profusamente. Tomé mi paquete de vendas, la até a mi mano con la pieza triangular, y la envolví con un pañuelo. Me hice un cabestrillo con la bandera del Sol Naciente, que había prometido plantar en la fortaleza enemiga.
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Nos detuvimos y enfrentamos al enemigo. Siguió una gran confusión y una infernal carnicería. La bayonetas chocaban con las bayonetas; el enemigo trajo ametralladoras y nos lanzó una lluvia de balas; los hombres de ambos lados caían como hierba, pero no puedo detallar más la escena porque me encontraba aturdido. Solo recuerdo que blandía mi espada con furia. Creo que en alguna ocasión corté a un enemigo. Recuerdo una confusa pelea de arma blanca con arma blanca, la lluvia y la granizada de balas, una desesperada lucha aquí y una confusa refriega allá. Al final estaba tan ronco que ya no podía gritar. De pronto mi espada se quebró con un ruido, mi brazo izquierdo estaba herido. Caí, y antes de poder levantarme, una granada me destrozó la pierna derecha. Puse todo mi esfuerzo en levantarme, pero caí desmadejado y quedé en el suelo indefenso. Un soldado que me vio caer gritó «¡Teniente Sakurai, moriremos juntos!».
Lo abracé con mi brazo izquierdo, rechinando los dientes de impotencia y pena, solo podía ver que la lucha cuerpo a cuerpo continuaba a mi alrededor. Mi mente trabajaba como la de un loco, pero mi cuerpo no se podía mover ni un centímetro. }
Gracias por la amabilidad de todos vdes. al juzgar mi reseña. Me uno a los deseos de que aparezcan libros sobre temas menos frecuentados, aunque parece que poco a poco se van llenando huecos. Este libro, además, forma parte de una colección que a priori parece muy interesante por su planteamiento y está, como suele ser en la editorial siglo XXI, bastante bien traducida.
Un saludo a todos.
Me encantó cuando lo leí hace ya 4 o 5 años. No solo porque esté bien escrito y contado sino por el desconocido hecho en sí. Que la débil y renacida República de Polonia, una democracia imperfecta si se quiere -todavía lo es hoy España-, pero una democracia al fin y al cabo, frenase el presunto expansionismo bolchevique hacia Europa Central tiene un inmenso y loable mérito.
Por cierto, Osprey anuncia para noviembre del presente «Armies of the Russo-Polish War 1919-21».
Saludetes
Lo leí hace unos años, me gustó. Pienso que fue en esa guerra donde le empezó a tomar un poco de tirria Stalin a Polonia… y 20 años despues se lo hizo pagar… con creces…
No sé las veces que me han recomendado este libro, breve pero por lo que parece sumamente interesante, el tema de Polonia siempre me atrae, eso de estar geográficamente en medio de dos colosos no ha sido nunca fácil para los polacos.
Un saludo.
Realmente es un gran libro: pequeño pero extraordinariamente denso. Del autor también recomndaría «1812: la trágica marcha de Napoleón sobre Moscú»