SOE Agent, Churchill’s Secret Warriors, Terry Crowdy

Ilustraciones de Steve Noon (Osprey Warrior 133)

En 1940 Europa vivía momentos sombríos. Hitler se había hecho dueño de Europa Occidental, con la excepción de Gran Bretaña. Los Estados Unidos no habían entrado en guerra; la campaña submarina alemana para yugular los suministros británicos crecáa en intensidad; la URSS era todavía un aliado fiel de la Alemania nazi. Aun cuando la Luftwaffe no había conseguido doblegar a los británicos para obligarles a negociar –la intención de Hitler, después de ordenar que Seelˆwe, la operación de desembarco en las islas, fuera anulada-, las pérdidas británicas en la derrota francesa, la desesperada situación después de Dunkerque y el poderío nazi hacían impensable que los ingleses volvieran a las playas de Europa hasta pasado mucho tiempo.

No obstante, los británicos no cejaron en su empeño de ayudar a las poblaciones oprimidas por el terror alemán. Los ingleses –salvo excepciones-, suelen mostrarse especialmente tercos a la defensiva, aun cuando no demuestran los mismos talentos en las operaciones ofensivas. Su mejor momento puede localizarse a buen seguro en esos meses sombríos de 1940-1941 (especialmente en su propio país) y el peor –probablemente por el agotamiento, las pérdidas sufridas y un bajón moral extraordinario que el mismo Chuchill reseñó en sus memorias- a partir de 1944.

Haciendo de la necesidad virtud, Gran Bretaña creo una organización de sabotaje que iba a combatir a los nazis en los territorios que ocupaban, colaborando con los movimientos de resistencia, realizando sabotajes y acciones contra los mandos nazis, recogiendo información de gran utilidad para la invasión de 1944 y muchas otras actividades.

Con tal propósito, el Special Operations Executive (SOE) fue creado en julio de 1940 bajo la inspiración del mismo primer ministro, Winston Churchill. Además de ser conocidos como los Irregulares de Baker Street, por la calle en la que se situaba uno de las muchas dependencias que ocupaba, junto a la confusa amalgama de servicios y de individuos de todo tipo de afinidades, inmediatamente se conoció a los del SOE como el Ejército Privado de Churchill. Ya conocemos el atractivo del premier británico por la improvisación, los ataques sorpresa y los planes exóticos. La nueva organización, que al principio carecía de prácticamente todo, fue inmediatamente puesta bajo el control de Hugh Dalton, Ministro de Economía de Guerra Así pues, no dependía ni del Ejército Real ni de los elitistas y muy desconfiados espías del MI6, aunque parte de su sección de sabotaje se añadió al SOE, junto con especialistas del estado mayor en guerra de guerrillas y una organización llamada Electra House, cuyo nombre merecería aparecer en el universo de 007.

Lejos de ser como el implacable James, en el SOE, todo era al comienzo improvisación y buena voluntad. Con el tiempo, y al crecer sus responsabilidades en la guerra subversiva contra los alemanes, fue disponiendo de más medios y se integró en el Mando de Operaciones Combinadas aliado, al mando de lord Mountbatten (al que curiosamente asesinaría el IRA en la década de 1970). Estaba formada por voluntarios de todos los servicios, y una parte de sus miembros eran mujeres, que no iban a la zaga en valentía, decisión y talento, y tampoco en el número de vidas que entregaron en el desempeño de sus misiones. Los alemanes, que jamás reconocieron en los hombres del SOE otra cosa que terroristas y saboteadores, emplearon a sus peores sicarios del Abwehr, la Gestapo y la RSHA para cazarlos, asesinarlos o deportarlos a campos de exterminio. Es escalofriante la lista de células del SOE que acabaron sus días a manos de los verdugos nazis, algunos de los cuales, lamentablemente, no corrieron la suerte de Heydrich. En efecto, como una de las acciones que la Humanidad debe agradecer a los guerreros del SOE, se incluye la ejecución (yo no la llamaría asesinato, teniendo en cuenta el historial del sujeto) de Reinhard Heydrich, uno de los arquitectos del Holocausto, en Praga, el 27 de mayo de 1942. Cual falla valenciana, Heydrich fue quitado de en medio por unos agentes checos entrenados por los británicos (el equipo Anthropoid). Tardó varios días en morir en medio de atroces dolores y no hizo gala del mismo sentido del humor, tan celebrado por sus admiradores y secretarias, que manejaba durante la triste Conferencia de Wansee. Los alemanes mataron a todos los habitantes de Lidice en represalia el 10 de junio del mismo año y ocho días después mataron a los checos del SOE en una iglesia de Praga.

Aparte de acciones profilácticas como ésta, el SOE cosechó grandes éxitos y sonados fracasos. Se había hecho un amplio estudio sobre la guerra de guerrillas española, las insurrecciones antibritánicas en Oriente Medio, las operaciones de T.E. Lawrence o las de Wasmuss en Persia. Los británicos aprendieron de todas ellas y añadieron su peculiar obstinación. La improvisación dio paso a la guerra subversiva planificada y contundente. Consiguió interrumpir el abastecimiento de petróleo y municiones de Rommel haciendo saltar por los aires un gran acueducto en la garganta de Gorcopotamos en Grecia en noviembre de 1942, como paso previo a la ofensiva de El Alamein. Consiguió sabotear la planta de agua pesada noruega de Vemok. Operaron con gran éxito con los partisanos griegos e italianos –probablemente la fuerza de resistencia más valerosa de cuantas combatieron en Europa occidental- y finalmente participaron en la formación de los equipos interaliados “Jedburgh” que operaron a partir del DÌa D tras las líneas alemanas, y que estaban formados por hombres del SOE, del OSS norteamericano y del BCRA gaullista. Por otro lado, los alemanes consiguieron infiltrarse en la organización del SOE en Holanda (la llamada Operación Polo Norte) controlando a los radioelegrafistas y haciendo que los británicos enviaran sin saberlo a un buen número de los suyos a una muerte segura (esto hizo que el espionaje británico no tomara nunca en serio las indicaciones del PAN, la resistencia holandesa, sobre el potencial alemán en Arnhem).

El libro de la serie Warriors de Osprey se dedica especialmente a contarnos los intríngulis organizativos, de equipo y operativos de este servicio atípico, cuyo ejemplo fue seguido durante la guerra por otros países (el Abwehr tuvo su unidad de sabotaje, pero era bastante inoperativa; el GRU copió también sus ideas y la OSS, antecedente de la CIA, operó a partir de 1941 junto a sus aliados brit·nicos). Muchas de las fotos del libro son enormemente sugerentes, ya que pertenecen a documentales de uso interno en el propio SOE, y el libro muestra un buen número de tácticas de infiltracion, sabotaje y actividades de propaganda negra en las que tambien estaba implicado el SOE. En definitiva, un buen libro sobre la guerra secreta aliada durante la segunda guerra mundial librada por hombres comunes, valientes y convencidos de defender una causa moralmente superior a la de sus enemigos.

Osprey Publishing, warrior 133
Contents:
Introduction · Recruitment and Training · Organisation · Communication · Equipment · Combat missions · Sabotage missions · Post-war · Bibliography · Colour Plate Commentary · Index
Paperback;
November 2008;
64 pages;
ISBN: 9781846032769

7 comentarios en “SOE Agent, Churchill’s Secret Warriors, Terry Crowdy

  1. Muchas gracias Leiva por la reseña. Estuve viendo alguno de estos volúmenes de Osprey en La Feria del Libro de Madrid en la caseta de Almena que tenía de casi todo. Hay tantos que tampoco uno sabe por cual decidirse y claro, luego está el tema del idioma. Parece que aquella iniciativa de RBA de ir sacando libros de Osprey de forma regular en librerías y fuera de las consabidas ediciones de quisco se ha quedado en el camino, una pena.

  2. Por la gente que conozco en RBA, están editando. Pero un número muy reducido. Lo sorprendente es que los encuentras en librerías, peroe estos de Warriors tienen un público más reducido. De todas formas, con un poco de paciencia, si el tema te interesa, se entiende todo. Yo recuerdo las épocas legendarias de la Osprey co la estética antigua en que no se podía soñar en que los tradujeran y había que apechugar… Ay cayo que parezco el abuelo Cebolleta.

  3. Hombre lo que ocurre es que los de RBA parece que no tuvieron mucha vista ya que casi todos los libros que sacaron en edición de librerías eran repetidos de los que habían salido en colección de quioscos, más baratos y en tapa dura. Me gustaría que sacasen otros títulos que no sean los convencionales, como éste o como el que reseñó Xavi en su día sobre Afganistán, parece que la máquina del tiempo se detuvo en 1945…

  4. Interesante organización, Leiva. Por aquello del inglés, este libro posiblemente no me lo hubiera comprado en ese idioma, pero ya está traducido en la colección «Fuerzas de élite» de RBA para kioscos; es de los últimos.
    Saludos.

  5. Muy interesante reseña.

    Solo 64 páginas? Seguro que al final te quedas con ganas de más. Es un tema muy interesante.

    Apunto, para el que quiera saber más del SOE en su faceta femenina el libro y película «Espías en la sombra» (ahora estoy dudando sobre el título, pero es algo así), con la bella Sophie Marceau.

  6. Sí, es el voumen típico de Osprey. Hay también uno de la OSS, la organización antecesora de la CIA, que es de la misma tónica, y uno sobre los Chinditas en Birmania (que, para sorpresa mía, tenía todas y cada una de las fotos del libro de Mike Calvert que tradujo in illo temporeEd. San Martín).
    La peli a la que te refieres es chula; curiosamente, la ví una tarde en Colliure, mira por dónde.
    Saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *