
“(…) Hasta el día 9 [de julio] no cejó el forcejeo, principalmente porque, tomada la decisión de no replegarse, se precisaba mejorar las posiciones y alejar en lo posible el flaco amenazado. (…)
(…) Con todo, la realidad era que quedaban las tropas desplegadas en muy incómoda posición, abrumados por una fatiga no compensada con los resultados alcanzados en la ofensiva, con un apreciable descenso en su moral combativa y notable disminución de su eficiencia, ya que había costado solamente al Destacamento de Enlace la respetable cifra de 2.528 bajas, entre las que se encontraban pérdidas irreparables en Mandos de Regimientos y Batallones. (…)”
García-Valiño Marcén, R. (1949); Guerra de Liberación Española, 1936-1939
Así, con sobriedad, nos cuenta el General franquista lo dura que estaba resultando la enésima operación de la campaña de Levante, cuyo objetivo final indiscutible era conquistar Valencia, con todo el peso y entramado socio-económico, político y militar que ello conllevaría para asfixiar definitivamente a la Republica española. Ya el 9 de julio, había muestras de desvanecimiento en el penúltimo gran asalto sobre la capital del Turia. No solo fue la Batalla del Ebro lo que salvó a Sagunto y Valencia… Sigue leyendo →