Osprey 2ºG.M. Desastre en Normandía

DESASTRE EN NORMANDÍA.EL PRIMER DÍA D. DIEPPE, AGOSTO DE 1942
Texto Ken Ford. Ilustraciones Howard Gerrard

Terminé un nuevo libro de la colección Osprey, en esta caso le tocó al dedicado a relatar el fallido desembarco aliado en las costas francesas atlánticas, en concreto en Dieppe, en agosto de 1942. El autor vuelve a ser Ken Ford, del cual ya he reseñado un par de libros en esta colección, los dedicados a los asaltos de los comandos aliados en Saint Nazaire y el último reseñado por mí dedicado a la Batalla del Alamein. Habiendo leído los dos mencionados anteriormente escritos por este autor ya me ofrecían cierta garantía de buen hacer. Así ha sido.

La presión soviética sobre los aliados para que intentaran lo más rápidamente abrir un segundo frente en occidente que sirviera para descongestionar la presión alemana en el Este era una demanda constante desde Moscú. Estamos en 1942 y Alemania mantiene sus posiciones en el Este con verdaderas garantías de poder acabar derrotando a los soviéticos. En Occidente, los Aliados siguen sufriendo en el desierto africano y no tiene visos de poder obtener alguna victoria que les diese cierto poder moral ante el politburó soviético y ante su propia opinión pública. Desembarcar en Dieppe podría hacer cerrar muchas bocas discordantes.

El jefe de Operaciones Combinadas( una rama del Ejército) era el vicealmirante Lord Mountbatten, éste fue oficial fue el que dio la orden para que se prepare un plan de ataque y desembarco en las playas de Dieppe. Esto ocurría en abril de 1942.

Una vez elegido entre dos planes alternativos para llevar a cabo la operación, se decidió aplicar un ataque( Operación Rutter) frontal sobre la playa de la ciudad de Dieppe con el apoyo de desembarcos en los flancos este-oeste. Las dos baterías pesadas que podían suponer un peligro para el desembarco en Dieppe se situaban en Varengeville y Beneval, éstas deberían ser capturadas y destruidas por las tropas aerotransportadas.

La 2ª División canadiense sería la encargada de llevar a cabo la operación junto a dos comandos del Ejército Británico y un tercer comando que aporto la Royal Marine, además de un simbólico grupo de los rangers de USA.

La Operación Rutter estaba prevista para principios de julio, pero el convoy que transportaba a las fuerzas con destino a Dieppe y que se encontraba en esos momentos anclado en el puerto de Solent fue bombardeado por la Luftwaffe desbaratando la operación. En un principio pareció que ésta no iba a tener solución de continuidad, pero nuevamente(22 de julio de 1942) la operación se retoma introduciendo algunos cambios. La operación recibiría el nuevo nombre de JUBILEE.

Entre la cancelación de la operación Rutter y la reprogramación del ataque sobre Dieppe con el nombre de Jubilee, el que fuera jefe del mando Suroriental, el todavía “desconocido” general Montgomery cambiara este destino y marchará al desierto convirtiéndose en el nuevo comandante jefe del VIII Ejército. Parece ser que antes de marchar ya dejo claro su desacuerdo ante la nueva decisión de retomar esta operación contra el mismo objetivo.

Las fuerzas partieron el 18 de agosto hacia Dieppe, los desembarcos fracasaron ante la ferrea defensa de la costa, siendo la 302º División alemana, una formación con muchas limitaciones pero con una buena defensa artillera, la que acabó con las esperanzas aliadas de conseguir una cabeza de puente en el continente. Los bravos canadienses se dejaron la piel en el intento, pero sin una buena cobertura aérea y naval era casi imposible afrontar el ataque frontalmente contra las bien situadas y armadas defensas alemanas. Casi 4000 muertos en nueve horas de combate fueron las bajas canadienses, los alemenes les hicieron más prisioneros en ese breve tiempo que en 20 meses en lel frente italiano un año después.

Jubilee fue un desastre, pero para los aliados había sido una lección que sirvió de verás para afrontar un par de años más tarde un desembarco en las costas francesas con más posibilidades de conseguir el éxito. Para los alemanes, vencedores en esta batalla, fue peor el remedio que la enfermedad. Sus bajas en aviación fueron sensibles, demasiadas para su capacidad industrial, y, además, la lección que sacaron de esta victoria fue la de amarrarse al lugar con fortificaciones fijas sin espacio para la movilidad y la flexibilidad. Dos años después se verían las consecuencias.

DESASTRE EN NORMANDÍA.EL PRIMER DÍA D. DIEPPE, AGOSTO DE 1942
Lengua: CASTELLANO
Editorial: OSPREY
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-473-5565-5
Colección: RBA
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008
Plaza edición: BARCELONA

14 comentarios en “Osprey 2ºG.M. Desastre en Normandía

  1. Hola, David L. Interesante reseña. Si te interesa el tema de las «lecciones» de Dieppe, te recomiendo el libro de John Keegan Seis ejércitos en Normandía, en el que habla de los canadienses y la diferencia entre el desembarco de 1942 y el de 1944.

  2. A mi me gustó bastante este libro sobre el desembarco de Dieppe, porque desconocía los pormenores de la operación: un rotundo fracaso táctico ( y a todas luces previsto por el mando británico… ) , pero un éxito estrategico en tanto que obligaba a los alemanes a fijar en el litoral de Europa unas divisiones que tal vez hubieran sido decisivas en la campaña del Volga, y tambien una maniobra política para saciar las demandas soviéticas y evitar que amagasen con una paz por separado con Alemania. ( una especie de Brest-Litovsk II parte )

  3. Bueno, yo creo que una paz con Alemania por parte de la URSS era impensable desde el mismo día de la invasión y por muy mal que les hubiera ido la cuestión. Aun imaginando que los alemanes hubieran conseguido capturar Moscú, aun así, yo creo que los sovites hubieran seguido luchando y nunca hubieran negociado una paz, era una guerra ideológica entre otras cosas y eso es otro nivel al de una guerra de ocupación o de agresión «normal».

  4. Estoy de acuerdo con Rodrigo. No creo que Stalin hubiera negociado en 1942 con Hitler, aún teniendo en cuenta el pacto de No-Agresión de 1939, que ninguno de ellos tenía ntención de respetar. Las divisiones acantonadas en Francia en 1942 no eran de excesiva calidad. Las tropas que se enfrentaron a los canadienses eran divisiones de infantería convencionales y tropas de fortaleza. Nada podían hacer en Rusia ya en 1942. Ni tampoco la Kriegsmarine podía nada en el Canal de la Mancha frente a la Royal Navy, ni la Luftwaffe era otra cosa que una ruina -sus bombarderos eran de puro juguete al lado de los Lancaster y los B-17-, ni la planficiación alemana de la guerra era más que la chapuza de una camarilla de fanáticos y de generales cobardes por no enfrentarse al tirano que les dominaba. Y además hay que unir a eso ULTRA, que era como si Hitler le contara a Churchill todo lo que pensaba in situ. Todo un ejemplo de mitología y de uniformes de opereta.

  5. El libro de Keegan me encantó, lo leí hace unos meses y no puedo más que recomendarlo. Este libro de la colección Osorey dedicado al desembarco de Dieppe, junto al publicado por el mismo autor sobre el asalto de los comandos aliados en St Nazaire, ha sido de los que más me han gustado de los que llevo leídos. Son operaciones bélicas que no tienen tanta tirada en el mercado, de ahí que me resulten tan interesantes.

    Tal vez al desembarco de Dieppe se le podría aplicar aquello de que «la guerra no es otra cosa que hacer política, pero con las armas».En esta operación bélica hubo mucho de política.

    Un saludo.

  6. La politica da muchas vueltas ( basta fijarse en el acuerdo soviético-alemán de 1939 ) y una continuación de los fracasos militares y las pérdidas territoriales sin duda hubieran influido en los dirigentes de la URSS. ¿ Hasta donde habrían llegado si a su vez los alemanes hubieran flexibilizado su postura? No lo sabremos.
    En cuanto a las divisiones acampadas en Francia y otras zonas del occidente europeo: ciertamente no eran las mejores de la Wehrmacht, pero sin duda Von Manstein no les hubiera hecho ascos si en circunstancias cruciales, como las de la operación «Tempestad de Invierno» en diciembre de 1942 le hubieran entregado 4 0 5 de esas formaciones…

  7. Perdón, eran «4 o 5», NO «4 0 5″… con cuatrocientas cinco divisiones aunque hubieran sido de lo más zaparrastroso de Alemania, Von Manstein ( o cualquiera ) se hubieran plantado en Vladivostok en un periquete.

  8. Hola a todos. David, gracias por la reseña.

    Sería mejor pensar ( que no digo que fuese así en realidad) en que Dieppe se desarrolló como una prueba para el futuro, y no como una respuesta a la presión de Stalin para abrir un segundo frente. Como dije en una reseña (Thunder in the East):
    – Primero, el propio Stalin se estuvo quieto y contempló cruzado de brazos las derrotas de Francia e Inglaterra en 1940 (Churchill en una ocasión se vio obligado a recordárselo).

    -Segundo, los soviéticos, si tantas ganas tenían de acabar de la guerra ¿por qué entonces la prolongaron después de Bagration dando un rodeo por Rumanía, Bulgaria y por el valle del Danubio hasta Hungría?.

    – Y tercero, los aliados no tenían por qué dar una vida por cada vida rusa perdida, y máxime cuando muchísimas de las pérdidas soviéticas fueron culpa de su mala organización y mal entrenamiento.

  9. El tema de las relaciones entre rusos y aliados anglosajones es interesante y árduo. Efectivamente, los mandos aliados vieron Dieppe como un ensayo para el futuro, como dice Isidoro. También los alemanes lo comprendieron así, viendo también -todos, excepto Hitler- que los recursos ya no daban para tanto y que la potencia industrial aliada decidiría la guerra. Recuerdo haber leído una anécdota que tiene, eso, el valor de una anécdota: después de la batalla del paso de Kasserine, Rommel y Kesselring se encuentran en medio de un cementerio de vehículos americanos destruidos y calcinados. Kesselring, al que todos llamaban «Albert el sonrisas», felicita a Rommel por su victoria (será la última) y le dice que en el cuartel general de Hitler están contentísimos porque esta primera paliza monumental a los americanos demuestra las teorías de los grandes gurús nazis: los americanos no son soldados, sólo saben fabricar cuchillas de afeitar, etcétera. Rommel le pide a Albert el Sonrisas que mire bien el material destruido, del que parece haber existencias eternas, todo en serie, piezas nuevas y relucientes, algo en lo que la Wehrmacht, llena de camiones franceses civiles pintados de verde para parecer militares, y de material checo, no puede ni soñar.
    Sigo pensando que Stalin ya no estaba interesado en las negociaciones con Hitler en 1942, como tampoco lo estaba Hitler con Stalin. No tengo noticias de que hubiera una sola conversación entre representantes rusos y alemanes en ningún lado. En cambio sí se negoció desde el bando aliado con los nazis. Allen Dulles, que luego fue director de la CIA, negoció con Himmler la entrega de 10.000 camiones americanos a cambio de la vida de miles de judíos. Las conversaciones no prosperaron. Incluían el seguro de vida de Himmler. Las democracias occidentales aseguraron la fuga y el empleo a muchos asesinos de las SS, cosa que los soviéticos no pensaron hacer nunca. Cuentan con mis simpatías por ello.
    En cuanto al rodeo por los Balcanes, tenía dos razones. No era fácil, y más para la logística del Ejército Rojo, seguir el impulso ofensivo de Bagration hasta el mismo Berlín, por lo que hubo que reorganizar el avance, en especial el ala izquierda, que si no recuerdo mal, mandaba Rokossovsky, pero digo ahora de memoria. Por otra parte, los soviéticos querían extender el comunismo por los Balcanes y ajustar las cuentas a los regímenes títere que habían colaborado con Hitler. Los rumanos, por ejemplo, que son tan antisemitas como los alemanes, cometieron verdaderas canalladas en Crimea (de la misma forma que ahora hacen con los gitanos, cosa de la que nadie habla). En Yalta ya se habían pactado las áreas de influencia de las dos esferas geopolíticas resultantes de la guerra.
    Por último, una pequeña matización: ni los aliados tenían que dar vidas a cambio de las de los rusos ni viceversa, eso está claro, pero todas las pérdidas soviéticas se debieron a que los alemanes habían comenzado la guerra. Evidentemente que los rusos estaban mal organizados y que sus tácticas eran al comienzo primitivas y no podían compararse con las de los alemanes, y que el régimen de Stalin era de bárbaros, pero la guerra fue inciada por Hitler y la casta militar alemana que colaboró en su régimen criminal con evidente goce y alborozo. Los soldados rusos murieron porque los alemanes los mataron. Y así como los alemanes estaban convencidos de que libraban una cruzada en el Este contra el bolchevismo y el judaismo, los rusos libraban una guerra para salvar a su país del fascismo.

  10. Hombre, Stalin ya habia pactado con Alemania antes de la guerra ( lo mismo que los Aliados en 1938 ). Es dudoso que hubiera rehusado hacerlo obligado por una continuación de los reveses militares, y en particular si los alemanes hubieran alterado su postura. Es una mera hipótesis, que nunca podrá realizarse. En cuanto a los métodos sovieticos, basta recordar lo de Katyn, ante enemigos totalmente vencidos y que desde luego no representaban una amenaza activa.
    o las represalias y deportaciones de los tártaros de Crimea, ya que citas la península. Los alemanes no tenian la exclusividad en el uso de las atrocidades. Y ya saliendonos del tema, basta recordar los problemas suscitados con los gitanos rumanos en Italia y España al trasladarse a ellas en los últimos años para darse cuenta de que se no debe a una maldad intrinseca de los rumanos europeos.

  11. No, no digo que los rumanos europeos sean los únicos que se han portado fatl con los pobres gitanos; aquí en España y en todos sitios se les trata fatal y eso que, carteristas aparte, se dedican a hacer de chatarreros y poco más. Si en el comentario parece que le echo la culpa de todo a los rumanos no era mi intención. Lo realmente triste es que todavía se sigan repitiendo actitudes de rechazo hacia personas cuando hemos visto a los extremos a los que se puede llegar, como durante el período que comentamos. Desde luego, como tú dices, si los alemanes hubieran alterado su postura (supongo que quieres decir, si hubieran mostrado una actitud menos despiadada en su forma de guerra) Stalin quizás hubiera considerado la posibilidad de negociar. Eso ya no lo sabremos nunca, pero es una buena base de partida para una historia ucrónica. Saludos

  12. Desde luego, Leiva, más complicada se tuvo que hacer la logística al bajar a los Balcanes y luego subir por el Danubio. Obviamente, tú lo apuntas, todo el sureste Europeo con esa maniobra cae bajo el manto soviético.

    Lo que digo de las vidas perdidas rusas, es un argumento que Stalin habría supuestamente arguyido ante los Aliados para presionar por un segundo frente, lo que me parece demagogia, pura y dura; simplemente porque hasta que la Unión Soviética no fue atacada, Stalin comtempló de brazos cruzados la marcha triunfal alemana por el Oeste, dándole igual el destino de cualquier soldado Aliado, y no sólo contempló, sino que colaboró más que activamente a la victoria alemana hasta justo el día en que Alemania invade Rusia.

    Hay una frase que me encanta por lo que tiene de significado: El 22 de Junio de 1941 el embajador alemán en Moscú, von der Schulenburg entrega la declaración formal de guerra a Molotov, que le responde: «No nos merecíamos esto».

  13. Centrándome exclusivamente en Dieppe (1942). Quisiera comentar lo siguiente:

    Los soviéticos tendrían mucha prisa… sin embargo, los británicos (aliados) eran cautelosos en entrar en acción, pues, el doloroso legado de la Primera Guerra Mundial pesaba como una ‘losa de sepultura’.
    Por otro lado, quisiera añadir si se me permite lo siguiente: de los comentarios y la reseña, ésta apunta claramente que era lo que aprendieron los alemanes o que lección le enseño la batalla; sin embargo, de los aliados se generaliza, pensando en el futuro… bien lo que tuvieron que aprender los aliados (en mi modesta opinión) creo que más bien que un ensayo aprendieron una lección (no es igual ensayar que aprender), se puso de manifiesto los problemas de un ataque por el Canal de la Mancha. Ello haría que tuvieran presente «las cabezas pensantes» , que si en un futuro lo intentaban, necesitarían: el punto o zona geográfico adecuado, ‘despistar al enemigo’, un intenso apoyo de artillería naval, lanchas de desembarco y cuantos mas vehículos blindados mejor si querían contar con posibilidades de éxito, pues los alemanes no se quedarían cruzados de brazos…

    Un saludo.

    Un saludo.

  14. Respecto a Dieppe me pregunto dos cosas:
    ¿Enviaron los ingleses a los canadienses porque sabían que era un fracaso y preferían que murieran tropas coloniales?
    ¿Vale la pena que mueran 4.000 tipos contra poderosas fortificaciones para darse cuenta de que había que planear una táctica mas sofisticada con sabotajes, planes de diversión, apoyo aéreo, etc? No es así como darse un cabezazo contra un nogal para sacar la conclusión de que hay que utilizar una motosierra o en su defecto un hacha afilada.

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