Un grupo de catorce especialistas desgranan en este volumen, mediante ejemplos famosos y no tan famosos, los secretos de la guerra de engaño.
uenta el autor latino Tito Livio que, tras la batalla del lago Trasimeno, las fuerzas del general cartaginés Aníbal fueron sometidas a un duro bloqueo por parte del general y dictador romano Quinto Fabio Máximo. El cartaginés, desesperado por evadir el bloqueo, ejecutó la siguiente operación de engaño: puso a sus tropas a hacer teas, que ataron convenientemente a los cuernos de un gran número de toros (casi dos mil, según Livio) y, llegada la noche, Aníbal encomendó a su hermano Asdrúbal que condujera a las reses a unos montes cercanos a su campamento; en un lugar determinado, las teas se encendieron, lo que, desde donde estaban los romanos, y con ayuda de la oscuridad, «presentaba el aspecto de hombres que corrían por todas partes» (Liv. XXII, 17, 3). Las fuerzas romanas, al presenciar el sobrecogedor espectáculo, ni imaginaron que se trataba de una aglomeración de bóvidos. Los romanos que «estaban apostados cubriendo el paso del desfiladero, en cuanto vieron en lo alto de los montes sobre sí algunos fuegos, creyendo que estaban rodeados abandonaron su posición […]. Aníbal entretanto pasó todo su ejército a través del desfiladero» (Liv. XXII, 17, 4 y 7).
Esta es una de las operaciones de engaño más famosas de la Antigüedad y, dicho sea de paso, de toda la historia. No en vano –fuera esta estratagema realmente ejecutada o no– Aníbal Barca y su adversario romano en esta lid, Quinto Fabio Máximo, han sido estudiados por los estrategas y estudiosos de la guerra a lo largo de los siglos. Pero lo más reseñable del episodio narrado no es la importancia de la campaña ni de los personajes, sino la operación ejecutada. Desde la Antigüedad, pues, las operaciones de engaño han formado parte, en mayor o menor grado, de los recursos a los que generales y estados mayores han echado mano para obtener la victoria frente a un adversario. En la época contemporánea este tipo de operaciones no sólo se multiplicó, sino que adquirió una enorme sofisticación. En muchos caso, las operaciones de engaño han llegado a ser determinantes para el triunfo de una campaña, como el caso de Normandía. Y así lo afirma Christopher M. Rein, coordinador de la obra recientemente publicada en castellano Operaciones de engaño en campañas militares a gran escala.
Desde el ardid de Belfort, llevado a cabo por las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF) en el Frente Occidental en septiembre de 1918, a punto de concluir la Primera Guerra Mundial, y que propició la dispersión de las tropas alemanas en el saliente de St. Mihiel; hasta el engaño a Iraq durante la Primera Guerra del Golfo, en 1991, donde la Coalición liderada por Estados Unidos pudo confundir a los iraquíes sobre la operación Tormenta del Desierto para liberar Kuwait hasta el instante de su ejecución, pasando por las más famosas operaciones de la Segunda Guerra Mundial, o conflictos más controvertidos como la Guerra del Yom-Kipur en 1973 o la de las Malvinas en 1982, este volumen recoge algunas de las más famosas operaciones de engaño llevadas a cabo en el siglo XX, a cargo de catorce especialistas en historia militar, estudios militares y estratégicos y del combate, de muy diversos centros y universidades, entre los que hay que destacar el Combat Studies Institute.
En este libro, el lector no sólo encontrará hechos anecdóticos y tremendamente imaginativos como el de la famosa Operación Carne Picada (Mincemeat), puesta en marcha por los británicos para confundir a las potencias del Eje sobre la invasión de Sicilia, en 1943; o la menos conocida, aunque de mayor peso estratégico, Operación Kremlin (Fall Kreml), mediante la que lo alemanes pusieron en práctica uno de sus planes de engaño más ambiciosos contra la Unión Soviética, con miras a los pozos petrolíferos del Cáucaso. También hallará certeros análisis, basados en la experiencia y el estudio, acerca de la guerra de engaño, con el objetivo de extraer lecciones y aprender de hechos que podrían denominarse «estables» dentro de las operaciones de engaño, como que «los responsables de las campañas de engaño deben valerse de las suposiciones de un adversario y volverlas en su contra, reforzando la creencia mientras planifican de forma simultánea una operación inesperada que logre el elemento sorpresa o lo suma en la confusión», en palabras de Christopher M. Rein.
Las operaciones de engaño han tenido (y tienen) la capacidad de equilibrar el balance de fuerzas en las contiendas, como señala de nuevo Rein: «las potencias más débiles tienden a favorecer el empleo del engaño para vencer a un adversario más poderoso. Al igual que el jiu-jitsu permite a un luchador más pequeño utilizar la fuerza de un adversario más grande o poderoso a su favor, el éxito de las operaciones de engaño puede permitir a una fuerza o nación más débil imponerse a una más fuerte, dispersando el esfuerzo o creando un ritmo de operaciones al que un adversario menos ágil sea incapaz de responder». Así pues, el libro presente es una lectura necesaria para comprender un aspecto fundamental de la guerra (y nuclear de la estrategia), no siempre tan vistoso como se ha vendido al público general, como es engañar al enemigo.
Reseña publicada originalmente en El Debate.
Tamaño: 15×23 cm.
Nº de páginas: 306
Edición profusamente ilustrada con fotografías y más de 20 mapas a todo color
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788412856101
Año edición: 2024
Precio: 24€. De regalo comprando en la tienda online de Salamina el Boletín Salamina Nº 16, La influencia de ULTRA en la 2.º Guerra Mundial.