Numancia la de la leyenda, la resistencia a ultranza celtíbera contra el invasor romano, la proyección del orgullo patrio a épocas que se pierden en el tiempo, los diez años consecutivos de heroica defensa ante las águilas legionarias. El ansia de libertad de la Celtiberia ante el invasor, la muerte antes que el cautiverio. Estos son, en general, los clichés y las simplificaciones que hayamos heredado, quizás, de nuestros padres y abuelos.
Es posible que la Desperta Ferro Antigua dedicada a la ciudad de Numancia y a su evocadora circunstancia histórica nos brinde una buena ocasión para atravesar el velo del mito y adentrarnos en la idiosincrasia y el devenir de unas tribus que tuvieron que enfrentarse a la progresiva conquista y pérdida de sus tierras a manos de una potencia extranjera que se disputaba la península ibérica con la potencia rival recientemente derrotada, Cartago.
De este modo podremos acercarnos a la verdadera historia poniendo en contexto quienes eran aquellos pueblos y como reaccionaron al avance lento pero imparable de este a oeste y de sur a norte de aquellos hombres que procedían de Roma. Porque si bien el inicio de la campaña contra Numancia puede datarse en el año 137 a.C con la campaña del cónsul Hostilio Mancino, los contactos de todo tipo venían produciéndose desde finales del siglo II a.C., teniendo lugar la primera guerra celtibérica en el año 181 a.C.
Pero ya que estamos, bueno es también conocer un poco mejor a estas sociedades peninsulares, su lengua, su cultura, sus instituciones, su panoplia, su modo de guerrear o sus costumbres funerarias. Entonces será un buen momento de entrar en faena con un artículo muy interesante sobre Numancia y su entorno, y el tratamiento de la campaña y el asedio en sí mismos. En ese sentido buen aporte gráfico como siempre.