Novedades Septiembre 2010

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43 comentarios en “Novedades Septiembre 2010

  1. El último libro de Sharpe también va sobre la batalla de Chiclana y en El Asedio de Pérez Reverte también se habla de esta batalla de forma tangencial. Los de Almena, de la serie Grandes Batallas, ya los he pedido a la editorial.

  2. El libro de Las revoluciones latinoamericanas, de John Lynch es absolutamente recomendable. Una visión clara, concisa y muy equilibrada de la historia de la independencia de Hispanoamérica y, por lo tanto, de España.

  3. Yo he leído el libro de la Guerra del Turco y es un libro que no recomiendo.
    Es realmente confuso, en especial el capítulo 2, en el cual en apartados contiguos salta de años y acontecimientos sin orden de ningún tipo lo que hace prácticamente imposible seguir un orden cronológico.
    Además en algunos puntos del libro hace referencia 2 o incluso 3 veces al mismo hecho situandolo en cronologías diferentes, lo cual da a entender que corresponde a un corta – pega de diferentes fuentes que no se han contrastado.
    Es una pena ya que el tema si que da para un buen libro

  4. Yo he descargado la revista De la guerra sin problemas y acabo de volver a pinchar y me sale correcto para volver a descargarla. Prueba ahora, igual es que antes estaba «petao».

  5. Pues me apunto también el de «Las revoluciones hispanoamericanas». Por el título, Leiva, deduzco que no incluye la independencia de Brasil ¿no?.

    Javi; ¿qué se sabe de las novedades de Sátrapa Ediciones?
    Gracias y saludos.

  6. Me quedo con «Samurais» de Jonathan Clemens, es un autor que apunta bien por la historia del Lejano Oriente. El tema de los samurais siempre me ha atraído.
    Veamos que nos cuenta y muestra es autor sobre la historia y leyenda de estos hombres.

    ¡Interesante!

  7. George yo también había ojeado el de la Guerra al Turco y tampoco me dejaba buen sabor.

    Tasos, en el catálogo de Almena de septiembre pone que sale el Ejército de Alsacia de Sátrapa Edciones.

    ¿El de las revoluciones hispanoamericanas no había salido en la colección de RBA en tapa dura?

  8. Como siempre, muchas cosas y muy interesantes algunas de ellas (muy caras también).

    Por lo demás, sólo dar las gracias por este magnífico sitio que visito con frecuencia como fuente que es de conocimiento inagotable. Seguid así, se aprecia el trabajo.

    Un saludo.

  9. Hombre el de Monty tiene que estar bien, al menos curioso ver qué memorias dejó para la posteridad el perfecto e imperturbable Monty, seguro que para si mismo, el mejor General de la SGM.

  10. La verdad es que el de Monty debe ser un poquito pedante, pero los apuntes sobre la campaña de Normandía y el batacazo de Market-Garden, deben tener su jugo. Hace poco, comenzé a leer la memorias de de Gaulle, y ojo… no pude llegar ni a mitad de libro. Duro, duro de leer… y el de Monty, debe ser por el estilo a buen seguro.

  11. Me apunto a las memorias de Monty y suscribo lo comentado por aquí sobre su figura. En cuanto a las De Gaulle, las leí hace un tiempo y no me disgustaron, aun y a sabiendas que el personaje tenía una personalidad demasiado egocéntrica me resultaron realmente interesantes.

    Un saludo.

  12. Ya tenemos las biografía de Monty por Alan Moorehead y es lo más pedante y pelota hacia su figura de lo que yo jamás haya visto, ni a mi jefe le hago la rosca de esa manera. No quiero ni imaginarme las palabras que se debe dedicar así mismo este gran chauvinista, pero por otro lado, como comentáis debe ser un documento interesante.

  13. No he leído la biografía de Moorehead, pero hay que tener en cuenta dos cosas: uno, los biógrafos suelen encariñarse demasiado con el objeto de sus investigaciones (salvo casos comprensibles, como en los bastardos insalvables del tipo Eichmann, etcétera) y en segundo lugar, Moorehead escribió esta biografía creo que demasiado influido por los éxitos militares de Monty. Además, la mayor parte de las memorias de los participantes en la SGM hay que leerlas con mucha prevención. Las memorias de von Manstein, por ejemplo, son un monumento a la hipocresía. Incluso, si hemos de hablar de biografías pelotilleras, algunas de las biografías sobre Rommel escritas por anglosajones son terriblemente partidistas: San Rommel, o Rommel el Virtuoso, o incluso Rommel el Guapetón, pero nunca Rommel el Nazi Convencido Hasta que las Cosas se Torcieron. En el bando aliado, las cosas no fueron mucho mejor: De Gaulle era un tipo muy inteligente y no hay razón alguna para pensar que iba a contarnos lo que se le pasaba por la cabeza, teniendo en cuenta que luego ocupo cargos políticos y que los norteamericanos le odiaban porque no quiso pasar por el tubo con la OTAN. Si Monty era un engreido, peor era Patton, uno de los mitos más sobrevalorados de la guerra. Pero en todas estas construcciones propagandísticas creo que tuvo más responsabiidad el departamento de relacioes públicas que el propio personaje. Personalmente, creo que Montgomery fue uno de los mejores generales de la guerra y su empeño por ahorrar bajas entre sus tropas es un punto a su favor. Que luego se comportara como un monstruo egocéntrico no tiene nada que ver. Como él decía,estaba dirigiendo una batalla, no la semana de la moda de París. Cuando después de las Ardenas se pensó en sustituirle a petición de los yanquis, poniendo en su lugar a Alexander (un candidato propuesto por Ike y por el estirado Marshall), Churchill se opuso en redondo: según Winston, Alexander era perfecto para preparar martinis y conspirar, pero no tenía ni idea de dirigir un ejército. En cuanto al batacazo de Market-Garden, debe ser compartido por Eisenhower, que era el comandante supremo. Y la batalla no se perdió en Arnhem, sino en Nimega, donde combatieron los norteamericanos.

  14. En cualquier caso, se perdiera donde se perdiera la batalla, el plan fue diseñado por Monty, y aprobado por Ike ante las presiones de éste último y de Churchill por asestar un golpe definitivo para cruzar el Rin. Market-Garden fue en mi opinión una «cabezonaría» apresurada de Monty cuyos resultados saltan a la vista. Fue un desastre de Operacion, a la cual, se le destinaron todos los recursos, repito, todos, de los ejercitos aliados.

    Una falta de previsón total e imperdonable por parte de los británicos al no molestarse en corroborar y fiabilizar los informes de inteligencia sobre las fuerzas alemanas situadas en el lugar de la batalla. Eso por no hablar de lo utópico de los objetivos marcados por Monty y de las distancias a cubrir. Basta decir, que el propio Urquhart percibía el plan como una locura y le costó lo suyo aceptar el mando aerotrasnportado británico para la operación.

    En mi opinión, su egocentrismo, y la necesidad de reivindicarse frente al existo norteamericano en Normandia, hicieron a Monty precipitarse a lanzar una Operación de esa envegadura, organizada de mala manera y con prisas, que se tradujo en uno de los mayores desplifarros de material y hombres de toda la guerra.

  15. Buenos días.
    A mi humilde entender la cuestión de Montgomery es compleja, y me temo que su mal caracter ha sido una magnífica palanca para quienes quisieron criticarlo, durante y después de la guerra.
    El caso concreto de Market Garden es muy interesante, porque es una batalla que, a mi entender, merece ser revisitada (que no revisada), pues algunas de las críticas que se han hecho a Mongomery con respecto a esta batalla podrían ser un tanto erróneas.
    Que se me ocurra ahora mismo:
    – las presiones para emplear el «Cuerpo Aerotransportado» fueron muy fuertes a nivel político y de gran estrategia. Presiones que recayeron sobre Montgomery (pues su sector del frente era el mas accesible desde Inglaterra) y no desde Montgomery. No olvidemos que entonces el «Cuerpo Aerotransportado» era el «arma milagrosa» de los aliados, y querían emplearlo a toda costa antes del fin de la guerra
    – los carros de combate cuya existencia supuestamente no tuvo en cuenta Mongomery apenas combatieron en Arnhem, por ejemplo, sino mas al sur. Por otro lado para acabar con ellos se contaba -en la planificación- con la fuerza aérea táctica, pero las presiones en torno al cuerpo paracaidista obligaron a que la mayor parte de la misma fuera destinada a la escolta de los convoyes aéreos y no al apoyo a tierra.
    – también debe tenerse en cuenta, como apuntaba Leiva, que el «corredor» sufrió mucho mas al sur de Nimega que en el propio Arnhem. En el sector de la 101 Abn, por ejemplo, la carretera fue cortada por los alemanes durante más de 24 horas en al menos en dos ocasiones.
    – finalmente debe tenerse en cuenta que Market-Garden no tuvo como único objetivo cruzar el Rhin para acceder a la llanura del norte de Alemania. También pretendía llegar a la costa del mar interior de Holanda, en aquellos tiempos no muy lejos de Arnhem (hoy ha retrocedido la línea de costa merced a los polders)con el fin de cortar en dos el frente alemán. Con ello se hubiera conseguido aislar al 15º Ejército, de Von Zangen y la mitad norte del 1er Ejército Aerotransportado de Student, mas todas las fuerzas de ocupación. Un éxito que, tal vez, bien valía arriesgar una división aerotransportada.
    En fin, no quiero finalizar este rollo sin citar un magnífico libro: «It Never Snows in September», de Robert Kershaw (no me consta traducido al español).
    Un saludo.

    JVB

  16. Probablemente una de las cosas que hace interesante Market-Garden es que, como siempre, los británicos consiguieron convertir un fiasco en un episodio heroico de alto voltaje, lo cual no es siempre fácil. Con su estilo inimitable, Barbara Tuchman lo explicó cuando dijo que: “No existe nación alguna que haya concebido una historia militar con una nobleza verbal semejante a la de los británicos. batirse en retirada y avanzar, ganar o perder, pifias o arrojo, locura asesina o determinación inflexible, irrumpen por igual cubiertas de dignidad y tocadas por la gloria (…) Todo el mundo es espléndido, los soldados son fuertes y leales; los comandantes , templados, combaten magnificamente. Aunque el fracaso sea estrepitoso, no se pierde la compostura. Desaparecen misteriosamente los errores, los reveses, las sandeces u otras causas. Los desastres se registran con esmero y con orgullo, trasmutándose en entes bellos (…). Hay naciones que lo intentan pero nunca consiguen idéntica autoestima”.
    Las presiones para desbloquear a comienzos de septiembre el avance aliado con alguna solución ofensiva, en plena crisis de suministros aliados, procedían en igual medida de los norteamericanos y los británicos. El uso de paracadistas fue impulsado por Marshall y Eisenhower destinó esa reserva móvil –la única de la que disponía, a causa de su escasez de infantería- al 21 Grupo de Ejércitos. Entre wl 1 y el 17 de septiembre todavía no estaba nada claro si ra Monty el que dirigía todas las fuerzs aliadas (recién ascendido a mariscal de campo) o sólo el 21 Grupo de Ejércitos, siendo Ike el encargado de dirigir la batalla terrestre (tarea para la que carecía de experiencia). Así que las presiones a Ike para que tomara una decisión estratégica (Holanda o Lorena, para simplificar, Monty o Bradley) procedían tanto de Monty como de Marshall. Los deseos de acabar la guerra antes de la Navidad de 1944 pesaron mucho. Como reza el dicho: entre todos la mataron y ella sola se murió.
    Ahora bien, los británicos querían una batalla británica y una victoria británica contra Hitler, en eso sí que tienen parte de la responsabilidad del fracaso de Market-Garden. Ni que decir tiene que los norteamericanos querían otro tanto: cuando Monty se plegaba a sus exigencias como representante de una potencia en decadencia, era majísimo; cuando no, era un cardo borriquero. Ese es el origen de las famosas malas pulgas de Monty. Patton, un individuo bastante vulgar y con una pose ridícula de payaso de feria, era ensalzado hasta la nausea por la propaganda, pero al inglés se le pintaba como un ególatra intratable. Repito que Montgomery dirigía un combate, no el baile de fin de curso, y actuó como tal. En el bando norteamericano, ningún general podía igualar su pericia como conductor de hombres.
    La otra alternativa ofensiva que Eisenhower tenía (Bradley, 12 Grupo de Ejércitos, en dirección al centro de Alemania) era tan incierta como la de Monty. De hecho, esta opción no se paró en seco. Patton siguió combatiendo en Lorena, con resultados más bien pobres. Simplemente, los alemanes habían conseguido reorganizarse en las fronteras de su país. Es cierto que se destinaron ingentes cantidades de recursos a Market-Garden, pero igual podían haberse destinado a otras opciones igualmente inciertas. Nunca sabremos si estas funcionarían, claro está. Naturalmente, todos los fallos de inteligencia, la jeta que Montgomery le echó durante los días siguientes a los lanzamientos para no variar un ápice su plan, todo eso es responsabilidad suya (y de Ike, pues la primera reunión de SHAEF en Versalles no se realizó hasta pasados cinco días del comienzo del ataque y sólo entonces se le dijo a Monty que se olvidara de su plan).
    Luego está el asunto de Amberes y de las bocas del Escalda, bloqueadas por los alemanes. Éste fue el error más sonado de Monty durante la guerra y el que provocó más pérdidas entre sus fuerzas y una campaña realmente asquerosa, penosa y larga.
    Los fallos de inteligencia de Market-Garden hay que achacarlos a los servicios de inteligencia aliados, no sólo a los británicos. Se hizo caso omiso tanto a la Resistencia holandesa (a la que se consideraba, con razón, muy vulnerable a la infiltración del Abwehr) como a la inteligencia procedente de Ultra, cuyos informes no se actualizaron en la última semana antes del ataque. Ultra informaba que había panzer en Arnhem. Por otra parte, se esperaba un nivel de bajas cercano al 50 por 100 y nadie se hacía ilusiones sobre que los alemanes estaban debilitados o que no lucharían. El único fallo real es que se creía que las dos panzer de las SS tendrían pocos carros y un tamaño aproximado de un Kampfgruppe, cuando en realidad podían movilizar más efectivos.
    La opinión de que Urquardt rechazara el plan como una locura es discutible. Era un protegido de Monty, dócil y absolutamente falto del carácter necesario para discutir una orden. Desconocía las peculiaridades de la guerra aerotransportada y no se opuso a las exigencias del Mando de Transporte de la RAF sobre las áreas de lanzamiento de su división. La responsabilidad última de todos estos fallos tácticos debe ser achacada a Browning, que luego fue ¡yerno de Montgomery! Otro tanto puede decirse de Sosabowski, que luego fue tratado fatal, pero que se limitó a expresar sus dudas acerca de la viabilidad del ataque, pero que no se negó a llevar a su brigada polaca a la lucha.
    Y es importante saber -o por lo menos teorizar- sobre dónde se perdió la batalla (y dónde la ganó Model, porque fue en gran parte debido a su soberbio control operacional que la batalla fue un éxito local alemán). Mi opinión es que se perdió en Nimega, el mismo 17 de septiembre, cuando los paracaidistas de la 82 Airborne no tomaron los puentes al asalto inmediatamente, cuando los alemanes no podían defenderlos más que con unidades de circunstancias. Los dos responsables de esta ocasión perdida fueron Browning y Gavin, comandante de la 82. Eso provocó el retraso real de la operación, pues los blindados británicos cumplieron más o menos el calendario, que jamás fue establecido tan estrechamente como hace creer Un puente lejano. Horrocks trabajó con estimaciones, no con horarios cerrados. Por otra parte, hay que recordar que el 21 Grupo de Ejércitos había realizado un rápido avance por toda Bélgica en las semanas precedentes y había gran optimismo en las capacidades de lanzar una punta de lanza blindada que enlazara con las tropas aerotransporadas. La naturaleza audaz del plan sorprendió por igual a los alemanes y a los norteamericanos, que no creían que Monty, normalmente un comandante muy conservador, pudiera haber ideado un plan semejante.
    Sucesivas operaciones aerotransportadas planeadas por Brereton (norteamericano y realmente trepa e incompetente) habían sido planificadas hasta el último detalle, de manera que Market-Garden no fue en modo alguno una operación improvisada. Es imposible enviar a 30.000 hombres a Holanda improvisando. El desembarco fue un éxito, mucho mejor que el del Día-D. El mal tiempo complicó la llegada de refuerzos tanto para la 82 como para la 101. Pero eso no es culpa de nadie.
    Por otra parte, las pérdidas aliadas tampoco fueron tan elevadas y la cabeza de puente establecida por el 21 Grupo de Ejércitos sirvió para el avance de enero hacia el corazón de Alemania. Market-Garden no supuso ventaja alguna para los alemanes, que ya no podían ganar la guerra.

    Saludos y perdonad por el rollo.

  17. Buena descripción.

    El problema de Montgomery es que no sólo fue Market Garden: la batalla de el Alamein ya lo plantearon sus predecesores, a partir de ahí Rommel en inferioridad logra escapar por toda Libia perseguido por Montgomery; en Sicilia ciertamente se enfrentó a una fuerte resistencia pero Patton se le adelantó con su rapidez; en Italia su lentitud ascendiendo desde Calabria fue muy grave sobre todo por el contraataque alemán en Salerno que casi arrolla a los americanos (presentándose luego como salvador); en Normandía ciertamente fijó gran número de fuerzas enemigas pero sus intento de ruptura fue un costoso fiasco; en Falaise su lentitud evitó que se cerrara la bolsa; en la campaña de los Paises Bajos lo principal hubiera sido limpiar el Escalda y evitar la huida alemana cosa que no se logró planteando la opción de Market Garden; en las Ardenas se presenta de nuevo como salvador de todo el frente.
    Finalmente no se puede olvidar el dedo que le metió en el ojo Patton con el cruce del Rin: planea una ofensiva masiva, con lanzamientos paracaidistas (inútiles y costosos), y Bradley simplemente le dice que Patton cruzó horas antes sin tanta parafernalia.

    Por cierto Llibres de MAtricula sacó otro libro: GOD SAVE CATALONIA! La intervenció anglesa a Catalunya durant la Guerra de Successió.
    Y se espera el Ejército de Alsacia de Satrapa Edicioes para este mes según Almenta.

  18. Vaya cascada de novedades; me atraen «Las reglas del viento» -¡¡uff!! Canales y Del Rey juntos, …vuelve Ristre ;D -, «Legionario» y quizá Siboney y Lerma.

    ¿Aún no se sabe nada de «El ejército de Alsacia» de Sátrapa ed.?

  19. buenas, a mi me han dicho en Almena que el ejercito de Alsacia lo tendran a mediados de octubre.

    A mi me interesa mucho: Las regals del viento. Pero no veo donde se puede comprar. Aun no ha sido publicado?

    un saludo

  20. Muchas gracias Felix. Lo que pasa es que como veia que no lo tenian en stock, pensaba que aun no lo habian recibido. La verdad que todos los libros de EDAF, de esta coleccion tienen buena pinta, como «La guerra del turco» tambien.

    Un saludo

  21. Hoy he estado ojeando el de «Las reglas del viento» y no he podido resistirme. Tiene una edición exquisita, mapas a color, ilustraciones y láminas, muy muy buena pinta, prometo reseña en breve.

  22. Gracias Navegante, es verdad los mapas e ilustraciones son muy buenos. Estoy empezando a leerlo y no puedo pronunciarme todavía, pero espero que la información sea también exquisita, empleando tú expresión.
    Ya contarás que te parece el capítulo 6 «La empresa de Inglaterra».

    Lo que no me parece nada bién de la obra (es una pena)es que carezca de un apartado de notas y un índice analítico , si lo llevase (agrupando la información) creo que sería una obra más redonda, además de ayudar al lector.
    Ya observe esto que digo en obras de la misma serie como: Banderas lejanas.

    Saludos.

  23. Hace tiempo que no escribía en el foro por motivos profesionales pero me alegro de que haya jugosas novedades para calentar el sofá las largas noches de invierno. El de Akal tiene buena pinta y a un precio asequible pues esta editorial suele ser cara. Los dos de Almena ya han caído y si me permite el jefe puedo hacerle la glosa de cualquiera de ellos. Ahora estoy leyendo el de Jeff Shaara acerca de la Guerra del Norte de Africa y la conquista de Sicilia («el inicio de la tormenta»), lo compré en el ¡¡¡Carrefour!!! de saldo junto con «la campaña de Afganistan» de Pressfield. ¿Sabéis si de esta trilogía van a salir los otros títulos?

  24. Acabo de empezar ¨Las Reglas del Viento¨, y la verdad, de momento es muchísimo mejor que ¨La Guerra del Turco¨. De hecho es un libro de Ristre mejorado. Una trabajo soberbio.

  25. Hombre Vicent!!, ya te echábamos de menos, veo que estás bien y muy ocupado. Por supuesto esperamos esas reseñas de los libros de Almena.

    Yo también tengo ya el libro de Las reglas del viento y coincido plenamente con vosotros, la edición es buenísima y en general me parece todo un librazo.

  26. Me estáis poniendo los dientes largos con «Las reglas del viento», aunque ya os lo dije, Canales y Del Rey juntos constitruyen una fórmula explosiva.
    Sí, Santiago, este teme ya lo esbozaron en un nº de la revista Ristre, y ya me dejó encandilado de aquella.

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