MISSISSIPPI RIVER, de Jean Michel Charlier (guionista) y Jean Giraud (dibujante)
Este cómic lo compré a la vuelta de un día de Universidad hace ya unos cuantos años. El autobús me dejaba entre el puerto y el parque y, entre los pasillos abiertos entre los árboles, se había instalado, como se hacía anualmente, una Feira del libro de ocasión en la que los libreros locales trataban (y seguirán tratando, digo yo) de eliminar parte de su stock a precios más que asequibles (no en todos los casos, la verdad sea dicha), pudiendo uno hacerse con objetos ya olvidados.
“Mississippi River” recoge la primera aventura de Jim Cultass (es un personaje de desintoxicación para los autores que, hasta entonces, estaban únicamente dedicados al teniente Blueberry), un joven pelirrojo, casi recién salido de Westpoint, que se dirige a Nueva Orleáns a bordo del Alabama Queen por asuntos militares (está destinado en Fort Sumter) y por asuntos de familia (una herencia recién caída del cielo a compartir con una bella pero desconocida prima). Es un yanqui en un barco lleno de sudistas que acaban hasta las narices de él y de sus discursos pro-Lincoln en el saloon. Su primer enfrentamiento grave lo tiene con un tramposo jugando al poker llamado Johnny Playcard y, luego, con un clon de Rhett Butler o de Clark Gable (según se quiera ver) y que se hace llamar Don Clay. Con estos dos tendrá muchos problemas, sobre todo con el último al facilitar la huída de uno de sus esclavos (que iban embarcados en el vapor); por lo que Cutlass se ve en la obligación de tomar las de Villadiego y llegar a Nueva Orleáns por su propio pie, hasta la notaría donde se leerá el testamento cuyo objeto es disponer de una hacienda con su plantación de algodón (Cyprus Lodge). Pero Don Clay reaparece ya que es el prometido de su prima Carolyn. A punta de pistola se le obliga en privado a escribir una renuncia respecto a su cuota hereditaria, pero Jim termina matando a Clay y huye de nuevo, llegando a secuestrar al Alabama Queen.
Finalmente llega a Fort Sumter creyéndose a salvo de exaltados sudistas, pero su tranquilidad no dura mucho ya que su fuerte es el primero en recibir los fuegos de la Guerra de Secesión.
Tras la conflagración, Jim decide hacer una locura: volver a Lousiana, un territorio habitado aún por el odio y el rencor. La plantación es una buena opción tras ver los escasos emolumentos que percibe como capitán del 3º de Caballería.
Se encuentra con la destrucción y el abandono, además de con los carpetbaggers, que son tipos que portan maletas hechas con tela de alfombras y que, aprovechándose de la debilidad de las economías locales de los vencidos, tratan de comprar las plantaciones y demás propiedades a precios irrisorios, rebajando cada semana su oferta, esperando a que el orgullo de los dueños decaiga en desesperación.
No os cuento más porque, sino, termino por ofreceros todos los secretos y recovecos de esta historia.
El guión, que corre a cargo de Charlier (principal artífice de Blueberry), es entretenido a más no poder ya que está cargado de acción, carreras, etc., pero sin que estemos en presencia de decenas de tiros y onomatopeyas; todo ello aliñado con un firme y estudiado conocimiento de la guerra civil americana en su repercusión social, además del visionado de muchas películas del género (no lo digo por que aparezca Clark Gable).
El autor tiene claro el inicio de una saga de aventuras con esta historia que, aunque es autoconclusiva en parte, deja entrever, en sus últimas páginas, tal intención. Saga que se hizo realidad gracias a que hay algunos personajes que le tienen ganas al bueno de Cutlass.
Es una trama clásica de acción con ambientación de época en un momento en el que el género western estaba ya en franca decadencia tras los años dorados. Género western en el que, curiosamente, siempre se incluyó la Guerra de Secesión por transcurrir sus aventuras antes, durante y después del fratricidio.
Es agradable su lectura al no caer el diálogos o escenas ñoñas, con una carga de violencia justa, aunque quizá se hayan pasado con Carolyn, haciéndola víctima casi continuada de violaciones (por lo menos, dos).
En el apartado ilustrativo, el dinamismo de Jean Giraud (Moebius en la saga “El Incal”) en las escenas de acción cuadran perfectamente con las lentas, con páginas y páginas cubiertas a rebosar de viñetas (en ocasiones el dibujante no dejaba mucho espacio para la rotulación).
A destacar la sencillez en las líneas aportando una elegancia muy atractiva, tratando de atrapar al lector con la historia y dando mucha importancia a la rapidez y expresión corporal de los personajes que intervienen en la obra.
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 84-85391-67-5
Nº Edición: Primera
Año de edición: 1980
Editorial: Nueva Frontera SA (Metal Hurlant Humanoides Asociados-París, Colección Metal).
Plaza edición: Madrid
Páginas: 64
Nota de la administración de Novilis: A Javier el Comandante le han publicado en este mes de Noviembre un nuevo artículo en la Revista General de Marina, se trata de una traducción al castellano de un artículo publicado en 1962 en el harper´s Weekly sobre el combate naval de Chesapeake (USS Monitor vs CSS Virginia). Enhorabuena!!
Hombre, estos sí que son clásicos de verddad. Recuerdo esta colección, de lo mejor que se ha hecho en cómic. Hugo Pratt, Manara, Breccia, Moebius (Giraud). Buena reseña.
Me alegro de nuevo por una reseña de un cómic (tebeo) en esta página. El género que has colocado no me agrada mucho, pero si la trama es ambientada en una guerra o es histórica eso es otra cosa. Observo que este cómic es de 1980, o sea tiene ya 29 años y se encuentra descatalogado, no puedo comentar de él, puesto que no lo conozco; pero si puedo decir que el guionista el desaparecido Jean Michel Charlier, es el más importante que ha tenido el cómic francés. Jean Giraud, un apasiondo por el cómic, con una extensa carrera a su espaldas, con un estilo de dibujo abrumador y una gran técnica depurada, consiguió en este género con «Blueberry» una categoría que pocos han alcanzado.
Un saludo.
Enhorabuena Comandante por ese nuevo artículo en la Revista General de Marina, ¡menudo nivelazo tenemos por aquí!!.
Pues sí, Leiva, clásico entre los clásicos. Gracias!
Aunque esté descatalogado, seguro que lo encuentras en cualquier tienda de comics de toda la vida, JF. Sí que ofrecieron una nueva perspectiva.
Gracias Antonio, ya creía que ese detalle había pasado desapercibido para todos!!!!
No creas Javier, no es tan fácil encontrar cómics (tebeos) en esas tiendas de toda la vida de las que hablas; y más sabiendo que el tebeo tiene unos cuantos añitos. Creo, y no digo nada nuevo, para aquellos que estamos en el ‘ambiente’, decir que el sector se encuentra ‘resentido’, y salvo las librerías especializadas en cómics, cada vez menos en España por cierto o el comprar directamente a la editorial, no hay más opciones; reeditar obras que tienen un tiempo y según que tipo no es tan sencillo como parece…
Un saludo.
Hombre, la cuestión es buscar, la librería Totem de Bilbao es genial (o era, no sé si seguira abierta), ya que tenía hasta material de principios de la década de los ´70. Aquí en La Paz también posible encontrar algo.
Sí, de todos modos, dependes mucho de la suerte.