Del Imperio Otomano a la actualidad
Este excelente libro merece dos puntualizaciones.
La primera es que no se trata de una historia lineal de los países árabes. Es una exposición de los hitos fundamentales de la historia de los pueblos árabes entre la caída de los mamelucos y la actualidad ( La 3ª edición del libro ya incluye un epílogo sobre “La primavera árabe”) Es decir, de los momentos decisivos que marcan la historia de ese pueblo. No obstante, cada país recibe una importancia relativa en la valoración de Rogan. Así Egipto es el protagonista fundamental del libro, seguido del Libano, mientras que Marruecos apenas aparece, e Irak tiene una importancia menor.
La segunda puntualización es que aunque Rogan es un profundo conocedor de la historia de los países árabes, y como profesor de una universidad británica también parece conocer bien la historia del Reino Unido, su conocimiento de la historia francesa es sumario, esencialmente erróneo y prejuicioso en el caso de la historia española, y nulo en el caso de la historia italiana.
Tras estas puntualizaciones nos enfrentamos al libro en sí. Y es un libro capaz de enganchar desde la primera página, donde el sultán mameluco dirige a sus caballeros hacía la batalla contra los turcos. Rogan nos introduce en el exótico mundo de los gobernadores, pachás y beys de las tierras arabes que conspiraban y se rebelaban periódicamente contra la sublime puerta. Al menos hasta que los europeos llegaron a poner fin a sus juegos de poder. Con un sólido aporte de hechos históricos, Rogan nos van introduciendo en su tesis principal: La del permanente intervencionismo extranjero en las tierras árabes. Primero de los turcos otomanos, y luego de los europeos. Esa sensación de permanente opresión extranjera y de amenaza para la cultura propia que los árabes aún recuerdan como si fuese un hecho de ayer mismo.
El legado colonial no preparó precisamente a las naciones árabes para enfrentarse a la modernidad, aunque naturalmente tampoco los colonizadores europeos pueden considerarse promotores de la cultura de feroz represión, carrera armamentística y corrupción descontrolada en que se sumieron los países árabes a partir de los 40 y 50.
Como el mismo autor nos expone, el principal rasgo de la dominación británica sobre Egipto fue una fiscalidad razonable, seguridad interior y ausencia de conflictos bélicos. Algo que Egipto nunca había conocido antes, y que habría que meditar sobre si conoció después. Obviamente no todas las dominaciones coloniales fueron tan benignas ( En Siria e Irak se recurrió permanentemente a la fuerza) pero si hay que meditar sobre como el país que más se benefició del colonialismo extranjero se convirtió en el principal crítico del imperialismo anglosajón.
Nº páginas: 900 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788498922288
Colección: SERIE MAYOR
Nº Edición:1ª , Crítica
Año de edición:2011
Plaza edición: BARCELONA
Lo tuve en mis manos. Ahora ya me ha convencido Vd. Gracias.
Da gusto escribir para usted mariscal.
Hombre y para lo demás también, no?, la verdad es que da gusto leer tus reseñas Urogallo.
Antonio, solo pretendía uno ser un poco elegante. XD
Bueno, Uro, gracias por la reseña, pero para haberte gustado el libro, las puntualizaciones que anotas menoscaban un tanto el conjunto de la obra, o al menos para mi gusto.
Si y no Tasos.
Son puñaladas en el corazón del lector, pero ten en cuenta que para los italianos solo hay una mención tangencial, y que España solo aparece en el tema del Rif y Abd el Krim, que apenas ocupan un puñado de páginas.
De hecho, la primera puntualización, es que el grueso del libro se dedica a Egipto y Libano, seguidos de Siria. Teniéndo en cuenta eso, las escasísimas páginas dedicadas a Marruecos se le pueden perdonar por su endeble contenido.
Pues entonces se podría decir que el título no se ajusta al contenido, o eso me parece.
he leído el libro y estoy totalmente de acuerdo con urogallo,