Lectura simultánea: Rommel, Memorias

 

Las memorias de Rommel. Presentadas por Liddell Hart con la colaboración de Lucie-Marie Rommel, Manfred Rommel y el General Fritz-Bayerlein.

Edición de 1953.

La huella que Rommel trazó en la historia con su espada se ve realzada ahora por el vigor expresivo de su pluma. Jamás jefe militar alguno ha escrito un relato de sus campañas capaz de compararse al de Rommel en realismo, interés humano y valor documental. Ocultos en diversos lugares y recuperados posteriormente ,la mayor parte de los documentos que forman sus memorias aparecen reunidos en el presente volumen.

 La lectura simultánea comenzará elpróximo 14 de Enero de 2008.

 

67 comentarios en “Lectura simultánea: Rommel, Memorias

  1. La lectura simultánea comenzará el lunes 14 de Enero.

    A lo largo de la semana iremos comentando la introducciób y los 2 primeros capítulos, hasta la página 48.

    Los comentarios los vamos dejando aquí, en este hilo.

    Saludos y a por él, que es un gran libro.

  2. Bueno, pues vamos allá. Desde hoy ya podéis ir comentando los primeros capítulos, hasta la página 48.

    Saludos y buena lectura.

  3. Para empezar, la introducción no cabe duda que Liddle Hart lo admira profundamente. ¿Habrá sido después de estudiar y compilar todos sus documentos, cartas y papeles?; ¿se habrá embebido de su personalidad?. Queda un tanto empalagoso no?, tanta adulidad y se repite en algunos párrafos sobre lo humano y lo buen general que era. Pero bueno, el meollo comienza ahora, a ver como transcurre el resto.

    Saludos.

  4. A mi lo que me ha sorprendido de la introducción es el relato de todo lo relativo a la documentación de Rommel. No imaginaba que manejase tal cantidad de papeles. No me hago una idea de tener tantos manuscritos, diarios, partes, mapas, libros empezados, etc…
    A todo eso se le une un país en ruinas, tener que esconderte de los tuyos y de los que te están invadiendo, con destrucción por todos lados, algo agobiante todo, no?.
    La verdad, el tema da para escribir una novela, seguro que aquí si hay trama y «thriller» y no todas las chuminás que nos intentan vender como misterios históricos.
    Adios.

  5. Estoy de acuerdo con lo que habéis dicho sobre la introducción. Liddell Hart siente una profunda admiración por Rommel, tanta o más que los soldados del 8º Ejército inglés durante la campaña del norte de África.
    El fragmento que más me ha chocado del capítulo primero es la constatación que hace sobre como la saturación de fuego en una zona donde se supone que está agazapado el enemigo permite casi siempre la victória. Me refiero al fragmento de la Pág. 8 (uso la edición de Altaya del 2008) comprendido desde «En nuestro primer choque con…» hasta «…, el iniciar los disparos con rapidez ha conseguido resultados notables.».
    La imagen de las columnas panzer disparando a bulto sobre un bosque donde se cree presencia enemiga es de una realidad aplastante, muy alejada de los estereotipos que nos muestran en las pelis.
    Saludos

  6. Hola,
    Bueno, es que lo que muestran las pelis es bastante alejado de la realidad. Sobre todos las clásicas rodadas en los 60 y 70. Algo más realistas son las últimas producciones y series, que aun siendo de calidad cinematográfica aun distan mucho de calidad histórica y sobre todo objetiva, los alemanes siguen siendo tontos y de 1 tiro un americano mata a 20 y ellos nunca mueren. Pero bueno, esto daría para otro debate.
    A mí también me pareció chocante ese punto que comentas. No lo había leído en ningún sitio ni visto anteriormente que efctuasen esa práctica, aunque por otro lado parece lógico. Si tienes una división blindada con ciento y pico carros y te están disparando desde un posible sitio oculto, yo orientaría los cañones de mis Panzer III y IV a ese punto y abriría fuego indiscriminado.
    Saludos.

  7. Bueno, tal es la admiración que Hart siente hacia Rommel, que lo trata como si fuera poco menos que Bécquer… Yo no sé qué nivel tendrá el mariscal, pero dudo mucho que en un diario, unas cartas a su esposa, y unas anotaciones hechas sobre combates, den para mucho en cuanto a literatura se refiere.
    Sí es verdad que se expresa bastante mejor, con más claridad y repertorio que Guderian (hace apenas 3 semanas terminé «Recuerdos de un soldado» y la comparación era inevitable), pero no sé si lo bastante como para el bombo que le da Hart.
    Me ha llamado la atención todo el jaleo de papeles, cartas y fotografías, como ha dicho Antonio, podría ser un buen material para una novela; es un apartado que me ha resultado bastante interesante.

    En cuanto a lo que llevo leído del primer capítulo (que es poco porque últimamente apenas he tenido tiempo), me ha sorprendido sobre todo la extremada cercanía de Rommel con el combate. Es cierto que ya nos lo habían comentado en la introducción, pero aún así no me imaginaba del todo hasta qué punto esto era tan cierto.
    Me ha gustado que cuente detalles pequeños y sin demasiada importancia, como el soldado herido que va corriente abajo en el bote de goma; confirma su lado humano.

  8. Hola,

    El asalto al Mosa.
    Desde siempre ha parecido que la campaña de Francia había sido una tarea de coser y cantar. En pocas semanas todo hecho. Parece cuando uno ve un documental o lee algún libro màs o menos general que resultó todo muy fàcil y hasta «limpio» para tratarse de una guerra. Luego al leer este pasaje descrito por Rommel, cuando habla de las bajas sufridas, del coste para cruzar y establecer una cabeza de puente, lo que ha comentado tEITER sobre el comentario de Rommel al ver la pérdida de un soldado y el no haberlo podido ayudar por el intenso fuego enemigo, se da uno cuenta que hasta la campaña màs «fàcil» conlleva el sufrimiento y la destrucción.
    Bueno, al margen de temas moralistas, lo mejor viene luego, una vez superado el Mosa. El posterior avance; oh!!, si señor, Blitzkrieg!! en estado puro. Avance con unidades blindadas e infantería mecanizada, apoyo artillero y como no, bombarderos en picado. Finalmente la infantería que llega a pie ocupa y mantiene el terreno conquistado. Lo explica tan abiertamente, tan simple, quien no ha visto algún documental de la 2 G.M., que con esta explicación es sencillísimo imaginar la escena y retenerla en la mente mientras avanzamos junto al blindado de mando de Rommel y cual guía turístico, nos va instruyendo sobre todo lo que ocurre en el frente y como se desarrolla toda la acción desde primerísima línea del frente. Magistal. Yo tampoco me imaginaba hasta que punto el mariscal se exponía y se desenvolvía en la primera línea de fuego, algo sabía pero no hasta el punto que nos está descubriendo el libro.

    Saludos.

  9. Me gustaria comentar tambien el esfuerzo y trabajo que tuvieron su esposa, hijo y amigos allegados en preservar sus memorias y escritos evitando a toda costa que desapareciesen para siempre.

  10. El asalto a la línea Maginot. No profundiza mucho pero más o menos se puede uno hacer una idea. Creo que el factor clave es que las tropas francesas ya no creían en su posible victoria y ante esa desmoralización, al final la línea tras el asalto de los ingenieros y el desdoble de los carros acaba sucumbiendo.
    Proseguimos con el avance. Es hasta dificil hacerse una idea del avance con esa velocidad de acción. No dejaba tiempo para respirar, avanzar y avanzar. Es flipante cuando describe como la gente se queda boquiabierta al ver pasar las columnas alemanas en las carreteras mientras son evacuados los pueblos, y las unidades francesas, rindiéndonse al ver los tanques alemanes en sus propias líneas. Me ha sorprendido la frialdad de Rommel al describir como acaban de un tiro con un oficial francés que no quiere colaborar y subir al vehículo de mando, no podían perder tiempo, se lo cargan. Y seguimos con el avance, más avance, tanto tanto que se quedam sin gasolina. Se ha estirado tanto que la logística se quedan atrás y por un momento se ve en complicaciones. Esto mismo le pasó en el desierto, aunque el problema logístico de entonces era motivado por el bloqueo del mediterraneo, pero eso ya lo leeremos, supongo……
    Fin del I capítulo.

  11. Bueno, he terminado los dos primeros capítulos, hasta el «milagro de Dunquerque».
    Quiero destacar el caos no sólo de la retirada francesa, sino del avance de la división de Rommel, donde había veces que no sabían ni dónde estaban sus propios regimientos, debido a la velocidad del ataque, en muchas ocasiones en medio de la noche.
    Este caos permitía que los franceses re-ocuparan ciudades que ya habían rebasado la punta de lanza de la división, o que no llegara combustible y municiones a las tropas más adelantadas.
    En fin, me está gustando porque Rommel lo narra con mucha claridad y sin complejos, y además, al estar siempre en vanguardia, la sensación de peligro del combate se hace presente (como cuando muere uno de sus ayudantes por fuego de artillería propio), y el ritmo es casi trepidante.
    Hoy empiezo con la ruptura del Somme. A ver qué tal.
    Saludos.

  12. Hola,
    Efectivamente, corroboro todo lo indicado por tEITER. A mí tambien me ha sorprendido cuando describe la muerte de su colaborador. Un factor importante que determinó gran parte de toda la guerra y del temor de todas las tropas aliadas a los Flak 88 antiaereos usados como anticarro. Rommel nos relata como necesita convencer a las doteciones y casi obligarlas a hacer fuego con los cañones antiaereos para detener la ofensiva anglo-frances y lo consiguen a escasos 100 metros de su posición. Como él va diciendo, les indicaba incluso a quien tenía que apuntar cada pieza e iba saltando de una a otra creando una cortina de proyectiles. Esto sería ya todo un clásico en las ofensivas de Rommel, sobre todo en el desierto, usando los 88s para cazar carros incluso a 3000 metros de distancia.

    Empezamos los siguientes capítulos.

  13. Me parece interesante este modo de «lectura simultánea» de este interesante documento histórico que es «Memorias» del Mariscal Rommel.
    Siendo este un libro de memorias, está bastante sujeto al subjetivo punto de vista del autor. Desgraciadamente está también sujeto al muy personal criterio del presentador, por ahí he visto cosas tales como «este párrafo ha sido eliminado por ser de poco interés», creo que el que determina que es o no de interés es el lector. Pero el libro merece la pena ser leído.
    Algunas cosas merecen reparos, como la afirmación que hace el autor del «ataque a la línea Maginot», dando la impresión que se atacó la línea a pesar de su fortaleza, cuando en realidad se atacó la línea en el sector de Sedán, donde ya las defensas eran discontinuas.
    Es indesmentible que el éxito del ataque se debió en gran medida al lo rápido del ataque, pero también fue clave, y mucho, la comunicación entre los mandos y las tropas. Los comandantes de la unidades móviles alemanas marchaban con sus tropas y disponían de vehículos de comando equipados con radio, por el contrario, las comunicaciones francesas se basaban en líneas telefónicas muy vulnerables y los mandos, ubicados muy detrás de las líneas, quedaban incapacitados de tomar decisiones rápidas de acuerdo con la situación.

    Por último y como cosa aparte, quiero decir que el uso por parte de los participantes de palabras como «flipante» limitan la lectura a las personas que conocen el dialecto, los demás quedamos fuera. Pero no se tome esto como crítica al Blog, que me está gustando, sino como una observación.

    Saludos.

  14. «»Desgraciadamente está también sujeto al muy personal criterio del presentador, por ahí he visto cosas tales como “este párrafo ha sido eliminado por ser de poco interés”, creo que el que determina que es o no de interés es el lector.»»

    Es cierto… chirría un poco, pero yo voy a confiar en el criterio del narrador. Supongo que si lo elimina será por algo, y que no va a descartar un pasaje con cierto interés sólo por capricho.
    En cuanto a las «palabras como flipante» creo que hay que ser un poco flexible y no tomarse el RAE al pie de la letra (al fin y al cabo la palabra «flipar» sí está recogida). Yo estas cosas me las tomo como si fuera una tertulia distendida entre amigos en un bar, ¿y a quién no se le escapa algún palabro raro cuando está en una conversación relajada? 😉

    Por mi parte, esta noche me leeré la persecución hacia Cherburgo y con ello finalizaré la campaña de Francia.

    Saludos.

  15. Disculpa, pero creo que es mejor cuidar el lenguaje, para que todos entendamos lo mismo. Busqué «flipar» y sale «gustar mucho algo», parece que no se aplica.

    En todo caso, que se le va a hacer. Volviendo al tema, claro que es asombrosa la velocidad de avance del ataque alemán, no solo en el caso de Rommel sino también de las demás unidades acorazadas. A propósito de detalles interesantes, en verdad el vértigo de la velocidad se apoderó de Rommel, dice: «pero los regimientos de infantería eran tan lentos, que hube de retroceder para ponerme en contacto con el 7.° de Fusileros y hacer que se apresuraran.». En su entusiasmo no consideró que si bien el 7° de Fusileros era motorizado, los camiones debían transitar por las carreteras, no podían ir a campo traviesa, como un blindado. Si a nosotros nos cuesta seguir el avance en el mapa, ¿como no le costaría a la pobre infantería?. Además, la rapidez del avance no solo trastornó a los franceses, sino también a los mandos alemanes. Kluge, el cauto Kluge, estaba realmente alarmado.

    Nota: El fondo del Blog es negro, las letras ¿de que color?, cuesta algún trabajo leer…

  16. Pero que vértigo, madre mía. No paran, un día trás otro, por la noche, por la tarde, no me extraña que en 3 semanas callera Francia. Que frenesí, si es que se cansa uno de seguirle. Me sigue impresionando la velocidad de movimiento y de ataques, da igual que encontrasen resistencia, y a veces muy fuerte, se las apañaban para encontrar un punto y romper y siempre como elemento clave, la velocidad y capacidad de movimiento de las divisiones. A veces me cuesta imaginar como se puede mover una división por un frente de kilómetros de forma coordinada y sin parar su avance haciendo fuego y rompiendo las defensas enemigas.
    La superación del Somme más de lo mismo, velocidad y ruptura.
    Por otro lado tambien me está llamando la atención el como describe las situaciones de guerra, cuando causan bajas al enemigo, cuando huyen o se rinden o cuando hay bajas al lado de Rommel y hasta tiene que agachar la cabeza al ser tiroteado. Todo con bastante frialdad, no se, teniendo bien asumido que es la guerra y que son gajes del oficio.
    Saludos.

  17. Buenas,
    Esta semana ha salido el nº 2 de de la Enciclopedia Osprey que es precisamente la campaña de Francia. La verdad que viene muy bien, con esquemas y gráficos para tener una «visual» de todo lo que Rommel nos está transmitiendo. De hecho, uno de los libros tomados como bibliografía de este volumen es precisamente las memorias de Rommel.
    Saludos.

  18. Bueno, fin de la campaña de Francia. Al final, quitando la conquista de Cherburgo, parece que todo fue relativamente sencillo porque los franceses estaban completamente rotos y se quedaban impasibles viendo los panzer pasar…
    Ah, ¿qué os han parecido los comentarios que hace al final Rommel sobre la situación del campesinado francés? A mí me ha chocado bastante, primero porque parece que se encuentra en un país poco menos que tercermundista y no creo que esa Francia lo fuera; y segundo porque no sé qué modelo de campesinado tiene él de referencia, dudo que fuera el alemán ya que este seguramente estuviera en igual o peor situación que el francés.
    Saludos.

  19. Hola,
    Pues me parece un poco exagerado, aunque en esa época no creo que andasen muy lejos de lo que describe. Si uno echa la vista atrás, por ejemplo, en los pueblos de España, al ver imágenes de la época de la guerra civil o de la postguerra. Se ve un entorno rural muy pobre, las carretas con los mulos y todo eso. En Francia a lo mejor lo que es la parte rural puede que estuviese igual. Pero si es cierto que choca que eso le llamé la atención, imagino que en Alemania y sobre todo después de la primera guerra mundial la gente del campo no iba en tractores precisamente.
    También nos muestra algo de las intrigas de palacio. De los celos que despertaba entre otros oficiales y superiores suyos. En todos lados cuecen habas.
    Ahora vamos al desierto.

  20. Respecto del final de la Campaña de Francia, realmente lo vemos como fácil, pero fácil no fue, lo que si fue rápido.
    En ese momento nadie lo podía creer, ni siquiera los alemanes, las mayores críticas que recibió Rommel fueron por la rapidez de su avance, desguaneciendo los flancos y exponiéndose él y exponiendo a sus colegas a un contraataque enemigo. Que los contraataques nunca ocurrirían (salvo intentos aislados e infructíferos) nadie podía saberlo en ese momento.
    Realmente los hechos sucedieron de una forma impensable, casi al borde de lo vergonzoso, cuando Churchill llegó a París preguntó: ¿»Oú est la masse de manouevre»? (¿donde están las reservas?), el general Gamelin le respondió «Aucune» (no la hay), «quedé paralizado por la sorpresa» dice Churchill, agregando unos conceptos bastante duros respecto de los jefes del Ejército Francés…

    Respecto de los comentarios que hace Rommel del campesinado francés, en realidad no tienen nada de exagerado, es simplemente su visión particular y parcial del asunto. No hay que olvidar que él es Wurttenburgués, o sea, de una de las regiones más importantes economicamente hablando, de Alemania (hoy en día también lo es),
    el contraste entre el campesinado alemán de la Selva Negra con los campesinos de la región relativamente pobre por la que pasó tiene que haberle llamado la atención. Seguramente Rommel, alemán del Suroeste, nunca visitó las regiones orientales de Alemania, habría quedado pasmado de ver las condiciones de vida de los campesinos de la frontera polaca.
    Todo es cuestión de perspectiva, me parece.

  21. Menudo panorama se encuentra Rommel cuando llega a Italia.
    Y vale que los italianos eran bastante paquetes, bueno, más bien su armamento; pero creo que el desprecio que siente por su capacidad militar va más allá de la capacidad de su equipo. Frases como por ejemplo «… lo cual no dice mucho de la puntería de los bersaglieri» (cito de memoria) lo dicen todo.
    En cuanto a su avance vertiginoso con escasas tropas y simulando carros de combate de madera, me parece a mí un poco «pan para hoy y hambre para mañana». Es magnífico parecer más fuerte y hacer al enemigo retirarse, pero tarde o temprano tendrá que presentar batalla, y las batallas no se ganan con carros de madera. Además necesita reforzar mucho sus unidades, y cuando más avance, más terreno tendrán que recorrer los refuerzos y más tardarán en llegar. Por no hablar del tema de los suministros.
    No sé, ¿qué opinais?

  22. Hola,
    Pues sí, el tema de mirar por encima del hombro a los italianos es algo que ha quedado para la historia, igual que sus sonoros fracasos. Creo que de algún modo ha quedado esa fama de paquetes y que dura hasta nuestros días, seguramente de forma injusta, pero así es. Y es que no solo fue en África, cuando declararon la guerra a Grecia un poco más y acaban los griegos en Roma, Mussolini tuvo que pedir corriendo ayuda a Hitler.
    Bueno, al margen de esto, el tema de las estatagemas para ganar tiempo habría que situarse en el momento y el lugar. Al principio creo que Rommel pensaba que tenían segura la ruta de abastecimientos desde Europa al norte de África, desde el sur de Italia o desde Creta. Luego más tarde la Royal Navy ya se encargó de cerrar esas rutas, pero al principio y pensando en tener refuerzos constantemente supongo que se las tuvo que ingeniar para no ser atacado y ganar tiempo.
    En cuanto a estirar las líneas y sufrir la falta de apoyo logístico fue una cosntante en toda la campaña de África. El problema creo que yo es que cuando le tocaba a Rommel perseguir a los ingleses, debía hacerlo y no pararse ya que estos sí recibían suministros constantemente y la única manera de evitar su rearme y posterior contraataque era seguir ostigánsdolos hasta donde sus recursos le permitiera. A la postre fue lo que pasó, llegó un momento que no puedo perseguir más, los ingleses se rearmaron y lanzaron su ofensiva.
    Saludos.

  23. Es realmente complicada la situación que encuentra Rommel al llegar a África, el ejército italiano no solo estaba mal equipado para una guerra moderna sino que además, habiendo rendido más de 130 mil hombres, tenía la moral por los suelos. Los mandos no la tenían mejor tampoco, al General Gariboldi le «cayó» el mando al ser destituído Graziani y Rommel lo encontró «escéptico» y «deprimido por la reciente derrota», como para desanimar a cualquiera, menos a Rommel, por supuesto.
    Dice el Mariscal: «Por la tarde me presenté ante el Führer, el cual me dio un informe amplio y detallado de la situación, notificándome que le había sido recomendado como el hombre que con mayor rapidez se adaptaría a las condiciones reinantes en el teatro de la guerra africano, tan distintas a las usuales. »
    Es evidente que la elección fue la correcta, en una oportunidad dijo Hitler que había considerado a Erich von Manstein para la tarea en África, «Pero escogí a Rommel porque él sabe como inspirar a sus tropas, como Dietl en Narvik. Esto es absolutamente esencial para el comandante de una fuerza que tiene que luchar en condiciones climáticas particularmente difíciles como son las de África del Norte o el Ártico».
    La situación se complicaría aún más debido a que tecnicamente Rommel estaba bajo las órdenes del Comandante en Jefe italiano, y ya sabemos desde la campaña de Francia como tendía Rommel a actuar independientemente del mando, tomando la iniciativa. Vemos entonces como Rommel desestima las aprensiones de los generales italianos (no era mucha la consideración que les tenía) y actúa inmediatamente. No se detiene a estudiar la situación, sino que la estudia sobre la marcha: «Pasé todo el día sobre el campo de batalla con Aldinger y mi Jefe de Estado Mayor, Teniente Coronel von dem Borne», ese era el modo de Rommel, el general de primera línea.

  24. Acerca de los soldados italianos.

    Si bien es cierto que Rommel desliza algunas frases despectivas respecto de los soldados italianos, lo de «dice muy poco en favor de la puntería italiana», es muy suave frente al juicio lapidario de:
    «No podemos confiar en las tropas italianas. Son extraordinariamente sensibles a los tanques enemigos, y, como en 1917, arrojan la esponja al menor motivo.»

    Pero también declara:
    «Muchos oficiales no consideraban necesario hacer acto de presencia durante las batallas, rebajando hasta el máximo la moral de sus subordinados. Teniendo en cuenta lo antedicho, no resulta extraño el que el soldado italiano —que, por otra parte, era muy modesto en sus necesidades — desarrollase un fuerte sentimiento de inferioridad, que en muchas ocasiones fue la causa del fracaso. No existía la menor esperanza de que ello cambiara, aunque algunos jefes se esforzasen para conseguirlo.»
    ……………………………………………………………………………………………….
    «Un deber de camaradería me impulsa a declarar que las derrotas de nuestros aliados en el frente de El Alamein no se debieron exclusivamente a las tropas. El italiano fue voluntarioso, abnegado y buen camarada, y considerando las condiciones en que luchaba se portó mejor de lo que cabía esperar. Las unidades italianas, en especial las formaciones motorizadas, sobrepasaron en aquella corta época lo logrado por su Ejército entero en cien años. Muchos jefes y oficiales se ganaron nuestra admiración, como hombres y como soldados.»

    También Heinz Schmidt, quien estuvo con Rommel, acota:
    «El Estado Mayor del Afrika Korps sacó la conclusión de que el soldado italiano, individualmente, estaba ávido de cooperar y ser útil, a veces incluso más que el alemán. Bien equipado y mandado, se sentiría a gusto y combatiría con bravura. Pero, por desgracia, su armamento y sus mandos dejaban mucho que desear.»

    Entonces las palabras clave son: «Bien equipado y bien mandado»…

  25. Esta mañana he leído esto:

    «El teniente Berndt observaba la marcha de la infantería italiana. Al principio el avance se hizo en perfecto orden, pero de improviso los soldados dieron media vuelta y emprendieron la veloz carrera hacia el oeste. Di instrucciones a Berndt para que tomara un blindado y fuese a ver qué ocurría. El rumor de la batalla había cesado. Media hora más tarde regresó Berndt informándome de que un soldado italiano le había dicho que el enemigo atacaba con tanques. Habiéndose trasladado unos centenares de metros más al este, vio un automóvil de reconocimiento inglés que se llevaba él solo a toda una compañía de italianos con las manos en alto. Abrió fuego inmediatamente sobre el vehículo, con el fin de que aquellos pudieran escapar. Así lo hicieron… pero en dirección a las líneas inglesas.»

    En carta enviada a la señora de Rommel, Schrapler dice:
    «Disponemos de pocas fuerzas alemanas, y los italiznos no nos sirven de nada. O no avanzan o, si lo hacen, hechan (con hache, literal de la edición de Altaya, menuda falta) a correr al primer disparo. En cuanto ven a un inglés levantan los brazos y se rinden.»

    Que parece contradictorio con las frases que citas sobre la valentía del soldado inglés.

  26. Yo creo que todo tienes su posible explicación dependiendo del momento de la campaña. Al principio creo que tenían esperanzas en poder usar las fuerzas italianas, daban por hecho que la inferioridad estaba justificada por los medios del ejercito italiano, lo cual era real. Confomre la campaña va avanzando se dan cuenta que al menos en este teatro de operaciones, ya da igual, los italianos están tocados y se rinden y hacen aguas por todos lados, con medios y sin medios, es como si se hubieran quedado marcados desde las primeras derrotas y ya se vieran incapaces de reaccionar, si quiera con Rommel y el Afrika Korps ayudando e incluso ganado a los ingleses.
    Por otro lado, Rommel se sabe superior y mejos a los italianos desde el momento que pone el pié en África. No duda en explicar abiertamente que cuando ha llegado él ha puesto orden y las cosas empiezan a enmendarse. Que no ha parado ni un segundo, recorre el frente a diario en avión, por carretera, establece los puestos de mando y las fuerzas. Creo que es normal que empiece a sentirse frustrado cuando las fuerzas con las que cuenta no responden a las expectativas.
    Saludos.

  27. No hay contradicción alguna, amigo mío:
    ———————————————————————————–
    «Media hora más tarde regresó Berndt informándome de que un soldado italiano le había dicho que el enemigo atacaba con tanques.»
    ———————————————————————————–
    “No podemos confiar en las tropas italianas. Son extraordinariamente sensibles a los tanques enemigos,»
    ————————————————————————————
    Lo que dice Schmidt, por ejemplo, es que el soldado italiano «combatiría con bravura», así, en condicional…

    La cita de Rommel seguramente se refiere a la División Ariete, sin duda la mejor unidad italiana, que sí desempeñó un papel importante y honroso, como en Bir-el-Gobi.
    Con respecto al resto, sobre todo la infantería «motorizada a pie», como decía un italiano, no intento defender lo indefendible. Podríamos copiar el libro entero acá tomando citas: «Me sentí extraordinariamente preocupado, y encargué al Comandante Appel que procurase por todos los medios hacer avanzar a los italianos. Realizó un gran esfuerzo, pero sin conseguir resultados apreciables.». Pero no vale la pena.
    Lástima por Rommel, es verdad que se llenó de fama y de gloria en África, pero no se puede dejar de pensar en los triunfos que hubiera logrado con un aliado de mejor calidad.

    La carta a su esposa, del 2 de agosto del 42 refleja ya una gran desazón.
    «Queridísima Lu:
    Sin novedad, exceptuando gran actividad aérea contra mis líneas de abastecimiento. Agradezco cada día que transcurre en calma. Muchos enfermos. Por desgracia gran número de oficiales antiguos han causado baja. También yo me siento muy cansado, a pesar de haberme cuidado en lo posible.»

  28. Yo estoy deacuerdo un poco con todos. No creo que hayan contradicciones. Opino como dice Javi, que según el momento de la campaña el estado de ánimo y de visión y valoración del ejército italiano por parte de Rommel y sus generales va variando. Al final no les queda más remedio que admitir que son muy vulnerables, débiles en la lucha y de voluntad y que flaquean por todos lados, principalmente por el armamento de que disponen los italianos. Acaba candado, agotado y enfermo, como es natural, con medios y suministros creo que como apunta Ulises, Rommel hubiera sido practicamente invatible.
    Saludos a todos, muy interesantes todos los comentarios y ésta manera de sacarle el jugo al libro. Esperemos que hayan más.

  29. «Queridísima Lu:
    La batalla se ha vuelto en contra nuestra. Nos vemos literlamente aplastados por la fuerza del enemigo. He intentado salvar parte del ejército, pero me pregunto si lo conseguiré. Por la noche permanezco sin dormir, exprimiéndome el cerebro en busca de una solución para la terrible prueba a la que se encuentran sometidas mis desgraciadas tropas.
    Nos esperan días muy dificiles, quizás más de los que un hombre pueda soportar. Los muertos tienen suerte. Todo ha transcurrido para ellos. Pienso contstantemente en vosotros con amor y gratitud. Quizá todo acabe bien aún y nos veamos otra vez.»

    Las circunstancias eran propicias por lo que estaba pasando en la campaña para este estado de ánimo. Pero aún así resulta realmente chocante el leer estas y otras misivas de esta índole en la que se muestra totalmente derrotado, abatido y deprimido. Con el ímpetu y el optimismo que nos ha mostrado a lo largo de todo el libro cuesta leer estas notas. Realmente lo vivía y lo sufría, igual que salia a comprobar el frente y a estar en la primera línea de fuego para comprender y dirigir la batalla, igualmente vivía con desesperanza los reveses y la inferioridad a la que estaba sometido. La verdad, debió de ser bastante frustante.

  30. Puff, por lo que veo voy bastante retrasado, últimamente no he podido leer casi nada…
    Sí, choca bastante ver a Rommel hundido, hasta ahora siempre se había mostrado positivo aún cuando atravesaba dificultades. Se ve que lo tuvo que pasar realmente mal y que la inferioridad de su ejército era muy grande.

  31. No, tranquilo, creo que todos seguimos en el desierto aún. El libro es largo y aunque muy interesante hay que ir digiriéndolo poco a poco ya que es un aporte constante de datos y seguir a éste hombre por el campo de batalla es una auténtica vorágine, es que no para. Desde luego vivió intensamente allí donde estuvo.
    Yo sigo con el asedio a Tobruk, ya está apuntito de caer.

  32. Lo que es increible es las veces que escapa por los pelos de la muerte. Además, cuenta con total frialdad como acaba de caer muerto algún ayudante suyo u oficial de su estado mayor a su lado. Lo último es el ataque sufrido en su vehículo de mando por un avión Inglés. Casi le preocupa más que la muerte de 2 de sus ayudantes y las heridas de un tercero el tener que ser el mismo quién conduzca el vehículo de vuelta a sus líneas. Supongo que la guerra es así, pero cuesta un poco tragar tan tranquilo. De momento el se va librando de todas y cerca ha estado, desde luego no todos los Mariscales de campo actuaban desde el mismo frente o se iban a explorar como hacía él, exponiéndose contínuamente.
    Saludos.

  33. Parece que la biblioteca Osprey nos va acompañando en la lectura. Salió el número de la invasión de Francia y ahora cuando estamos en pleno desierto sale el número dedicado a la campaña del norte de Africa. Viene de perlas el poder acompañar la lectura de fotos y mapas de las operaciones. Recomendable totalmente.
    Saludos.

  34. He terminado la parte de «Los años de victoria», en la que se quedan estancados frente a El Alamein.
    Del final de esta parte, destaco una cosa que dice:
    «el 85% de nuestros vehículos son ingleses».
    Me he quedado a cuadros…..

  35. Sí. Ahí es donde comienza su calvario logístico. Ese dato que aportas, que aporta el propio Rommel, da suficiente visión de cual es su gran cancer en esta campaña. A partir de aquí a pasarlas putas. Vamos a ir viendo un Rommel cada vez más superado por los acontecimientos.

  36. ¿No es simpático lo que destaca tEITER?, es que uno se forma una imagen, soldados alemanes usando uniformes alemanes, vehículos alemanes, armas alemanas. Después resulta que la vida real y las situaciones reales nos deparan sorpresas, no solo tenemos a los alemanes combatiendo en vehículos ingleses capturados sino también usando cañones rusos (capturados también). La comida también, los soldados alemanes encontraban sabrosa la carne enlatada de sus enemigos (cualquier cosa era mejor que el «Alter Mann»), lo divertido es que esa misma carne es la que tenía hastiados a los neozelandeses. A propósito de material, recordemos que el Mammuth, el carro de mando blindado de Rommel, era capturado, y que las famosas gafas para la arena que usaba el Mariscal y que eran casi un símbolo eran capturadas también.

  37. Cualquiera hace ascos al material enemigo en caso de extrema necesidad como era la de Rommel. Leyendo el libro aun uno se sorprende como con las fuerzas que manejaba, sin el apoyo logístico necesario y con los aliados que tenía como pudo conseguir lo que consiguió. Demasiado hizo y otro gallo hubiera cantado si hubiese dispuesto del abastecimiento necesario.
    La necesidad agudiza el ingenio y para ingenio y agudeza los de Rommel.

  38. Por cierto compañeros, ahora que estamos en plena batalla de El Alamein, quiero recomendaros la película precisamente titulada «El Alamein», de producción italiana y que nos sumerge en las penurias de los soldados italianos durante la batalla.
    Lo malo, no está traducida al español, pero sí hay subtítulos.

    Creo que es un buen momento para verla.

    Saludos.

  39. Yo lo que hice anoche fue ver el capítulo del Desierto de El Mundo en Guerra. También es un buen momento para ver este tipo de documentales, al igual que la película que comenta teiter. La verdad es que después de leer el libro uno ve con otros ojos estos documentales o películas. Quizás con más visión después de tener de primera mano las impresiones de Rommel. Es muy interesante ver en imágenes lo que uno cuando va leyendo se va imaginado y comprobando como en muchos casos coinciden.
    Seguimos en el Alamein.

  40. Creo que las «Memorias» de Rommel es una excelente lectura, porque hace atrayente el tema e incentiva a conocer más.
    Cuan diferente es ver un documental, que son imágenes editadas, con un libreto de origen muchas veces desconocido, antes de leer el libro y después de hacerlo. Es entonces cuando nosotros estamos en condiciones de poner nuestra propia lectura a las imágenes que nos presentan.
    Después podemos buscar más libros acerca del tema, por ejemplo «El zorro del desierto» de Desmond Young, «El rastro del zorro» de David Irving, «Con Rommel en el desierto» de H. Schmidt u otros muchos que hay escritos desde el punto de vista de las diferentes nacionalidades que lucharon. Indagar más es lo realmente apasionante (e interminable).
    Saludos.

  41. No sé por qué tenía yo la creencia de que la ruptura de El Alamein fue cosa de unas horas, y no. Resulta que las operaciones comienzan el 24 de octubre, y la ruptura definitiva se produce el 4 de noviembre. Es decir, las fuerzas del eje aguantaron 10 días de ofensiva antes de venirse abajo, y únicamente por culpa de una (otra) orden infantil de Hitler, su favorita «resistir a toda costa», como en Stalingrado. De no haber sido por esta orden, la retirada hubiera sido ordenada y se habrían evitado muchos miles de prisioneros.
    Lo sorprendente es que Rommel reconoce por primera vez en todo el libro una equivocación, y no fue algo táctico; el error fue haber acatado esa orden.
    Ahora parece que la persecución no va a tener fin…

  42. Saludos a todos, muy interesante la lectura del libro el cual me esta gustando mucho.

    Quería comentar la fuerte convicción que tiene Rommel a la hora de usar la potencia de fuego para resolver situaciones y la energía que ponía rommel al empujar a sus tropas que incluso la anteponía y las valoraba en según que situaciones a las buenas maneras de estratega de un general.

    También veo un uso de los antiaéreo en otros usos no habituales como sucede en Francia que por la noche crea una línea defensiva con estos librando a sus tanques del frente y mandándolos a la retaguardia, o como uso un AA del 37 en Chesburgo con mucha eficacia, creo que era un general que conocía muy bien el armamento y abierto a todas las posibilidades de este.

    Cuando capturo el armamento abandonado por Graziani en África a pesar de ser obsoleto y de mala calidad se agarró a el como si le fuera la vida, quiero decir que a pesar de como hablaba del material italiano lo valoro en momentos puntuales, quizás por que el mismo tenia un material moderno pero que frente a material ingles estaba en mucha desventaja.

    Mi sorpresa es que del total que tenia antes de la ofensiva del los ingleses en 41 que era de 260 carro alemanes y 154 italianos mas de un tercio de estos y casi todos los italianos no le hacia cosquillas a un matilda y las ultimas versiones del tanque cruiser, pero aun con esas desventaja el uso que hacia de ellos superaba con creces su deficiencias eso y los AA 88 que fue su mejor arma en el desierto.

  43. A esas alturas de la guerra Hitler ya empezaba a dar muestras de lo chiflado y fanático que estaba. Efectivamente, Rommel hubeira conseguido una retirada ordenada y causando estragos entre los británicos pero el acatar la orden de no moverse le fastidió todo lo planeado y ya empezaba a vislumbrarse la ecatombre para la expedición alemana en el desierto.
    Por otro lado comentar que el libro es una caja de sorpresas, uno se hace unas ideas por algún libro o novela leído, películas, información de foros y webs, etc… pero cuando lee de primera mano un testimonio todo se viene abajo y uno no deja de ir de sorpresa en sorpresa, no solo con la personalidad de Rommel sino por los hechos de guerra que nos va contando. Todo un descubrimiento la lectura de éste libro.
    Saludos.

  44. Lamentablemente me veo obligado a manifestar mi desacurdo con el uso de expresiones tales como «orden infantil», dado que la historia de las naciones está llena de órdenes de resistir hasta la muerte, y cuando se trata de la historia propia, dificilmente tildamos dichas órdenes de infantiles, más bien las clasificamos como heroicas y sublimes. Creo que muchas veces ocurre que los comandantes dan órdenes desafortunadas, insensatas podríamos decir, pero no se deben juzgar como «infantiles», menos por nosotros, que somos generales de «después de la batalla».
    Demérito aparte merece lo de «chiflado y fanático», palabras que no puieden ser usadas por quienes leen y estudian Historia. El hecho que un Comandante en Jefe haya tomado una decisión errónea, ¿nos dá derecho a calificarlo con esas palabras?. Los mismos epítetos podrían aplicarse a muchos de los comandantes a lo largo de la historia, sin dejar fuera ni siquiera a Napoleón.
    Saludos.

  45. Buenas Ulises, sin querer entrar en polémicas ni nada por el estilo, el matiz que tenemos en este caso es que Hitler no era un general, no era nada de nada en el ámbito militar, bueno sí, creo que llegó a cabo en las trincheras de la I G.M, no?.
    Podríamos discutir si una decisión determinada de Napoleón o de Patton por poner 2 ejemplos fue acertada o no, pero no creo que nadie se atreviese a calificar de infantil nada por que ellos si eran generales, si eran estrategas en el campo de batalla.
    Las órdenes de Hitler de aguantar a toda costa con todo su estado mayor en contra de estas decisiones causó verdaderos estragos entre sus tropas,sobre todo en el frente del este.
    No se si has leido Victorias Frustradas de Manstein, otro general con todas las letras. El propio Manstein relata sus peleas con Hitler y fue destituido por que se negaba a cumplir las órdenes de resistir a toda costa. El mantenía que una retirada ordenada y organizada podía causar más bajas y beneficios a la larga que una ofensiva, esto jamás lo comprendió Hitler, del que me ahorro los calificativos.
    Saludos.

  46. La verdad que el libro es toda una caja de sorpresas. Detalles como lo que cuenta sobre el oficial Neozelandés capturado, totalmente avergonzado por haber sido capturado por los Italianos. Que estuvo apunto de haber hecho el a los italianos prisioneros de no ser por la aparición de un oficial alemán. Impagable. Da una idea de los aliados que tenía Rommel, no les tenían ningún miedo ni respeto los ingleses a los italianos.

  47. Estoy completamente de acuerdo con Antonio. Hitler, militarmente no era nadie, y muchas de sus órdenes eran basadas en arrebatos que tenía. Sus órdenes de resistir nacían del concepto de «ese terreno X es mío y no quiero que me lo quiten», como cuando a un niño le das un juguete y luego pretendes que te lo devuelva, de ahí lo de infantil.
    Él resalta muchas veces que su órden de resistir a toda costa en diciembre de 1941 ante el contraataque ruso en Moscú fue un éxito , y puede que tenga razón, pero ya está. No tiene nada más en su haber militarmente hablando. De hecho no conocía más táctica que esa…
    No me parece desacertado haberlo tachado de infantil.

    Cambiando de tema, he avanzado bastante con el libro, de hecho ya estoy en plena invasión de Normandía. Aquí vuelve a aflorar la cara visionaria de Rommel, como en El Alamein, en el Mareth y en Italia. Vuelve a vaticinar una derrota que finalmente se produce, a pesar de todos sus grandes esfuerzos para evitar que suceda, peleándose con el OKW y con quien sea necesario.

  48. Sí, la verdad es que arrojo no le faltaba para enfrentarse hasta con Hitler si era necesario para solicitar sus demandas. Efectivamente, el sabía que si la invasión no se paraba en las playas ya no habría nada que hacer pero una vez más, el gran estratega que era Hitler prefirió dejarles entrar, que ganasen terreno para luego supuestamente machacarlos. Como Rommel había supuesto, eso era un error de órdago, él no quiería que salieran de las playas, ya había vivido en sus carnes lo que suponía dejar que las potencias aliadas desembarcaran todo el material que traían consigo.
    Saludos.

  49. Bueno,

    Yo ya he acabado la parte del desembarco. No le hacían ni puñetero caso al pobre de Rommel. Tanto en África como en Normandía no se antedía ninguna de sus exigencias. Retrata muy bien como veían la guerra el comando supremo desde los despachos. Me ha sorprendido un poco cuando cuenta su hijo que su madre le trasladó algunas reflexiones sobre conversaciones con Hitler en que éste ya daba por perdida la guerra en 1943. Pero bueno, no se si su hijo ha querido desterrar del todo cualquier atisbo de identificar a su padre con el tema Nazi y realiza una serie de declaraciones de las que no hay soporte documental alguno, bien en cartas o en el diario de Rommel o en sus memorias. Este tipo de declaraciones haciendo ver su disconformidad con Hitler y su enfrentamiento con el alto mando suena un poco a exculpación. De todas formas, no es mi intención hacer juicio de valor alguno, la verdad de los hechos es que yo al menos estaría bastante cabreado por que es que no le hacía ni puñetero caso y denuinció más de una vez que lo que necesitaba para ganar batallas eran medios y no órdenes.
    Queda la parte final que creo que va a ser bastante dura.

  50. Bueno para situarme acabo de leer la retirada hacia Túnez ya hasta hay y como veo más adelante,
    Por vuestros comentarios en el desembarco de normandia, sigue rommel con su línea de mostrar a alto mando tanto italiano como alemán culpable de sus derrotas que por su puesto en gran parte lo son.

    Aunque creo que se queja mucho, en exceso y en eso me baso para decir lo siguiente.

    Mientras todo le fue bien y gracias a su gran talento consiguió increíbles logros con tan pobre tropa contra unos ingleses aguerridos y muy bien equipados y gracias a eso mismo pudo subsistir su esfuerzo bélico, a la captura de cantidades ingentes de material ingles como el reconoce hasta la batalla del alamein, de hecho siempre sus suministros fueron relativamente pobres para sus tropas y en ningún caso daban para una ofensiva ya que esta en cierta forma la provoco el general y pienso que ni siguiera la esperaba tal cual sucedió ningún alto mando.

    Quiero decir que quizás nunca tubo posibilidades reales de una victoria y aun así probó todo lo que le dejaron hacer los ingleses creo que hasta su ataque en el alamein que tanteo las fuerzas de los ingleses y sabiendo de la pronta llegada de ese convoy con mas de 100.000 toneladas de lo mejor y mas moderno suministros para los ingleses, hasta hay y habiendo cumplido cualquier expectativa y cualquier duda de sus mando en su intentos, debería bajo mi opinión haber creado líneas de defensa para una retirada ordenada de la misma forma que hizo el mariscal kesselringn en Italia que ya por si fue una victoria pues mantuvo un frente y tubo clavado a mas de 20 divisiones aliadas con muy poco esfuerzo, hay creo que hubiera demostrado ser mejor general y todo estas multitud de quejas sobre sus mandos creo que suenan a excusas, nunca se dan las cosas como uno quiere y menos cuando quizás tus ambiciones superen con creces tus verdaderas posibilidades. Por bueno que fuera los alemanes y calidad de armamento el mismo reconoce que frente al potencial industrial aliado poca cosa se podía hacer.

    Si hubiera conseguido mantener un frente más allá del 1943 en África esto para mí si que hubiera sido una gran victoria para el general.

    Esta es una opinión mía que de seguro es muy discutible.

  51. Como cuenta Rommel, es muy difícil crear una línea de defensa efectiva en el frente del norte de África, por:
    1. las defensas no se pueden prolongar indefinidamente hacia el sur, por lo que siempre (excepto en 2 ó 3 zonas) estás expuesto a los movimientos de flanqueo.
    2. la desolación del terreno ofrece poca defensa ante ataques aéreos y de artillería. Las posiciones defensivas suelen estar muy expuestas.

    En Italia no se daban estas circunstancias, el terreno es mucho más escarpado, y la propia geografía de la península itálica facilita la defensa al presentar un frente relativamente corto.

    En lo que sí estoy de acuerdo es en que es bastante quejica. Tenía motivos, sin duda, pero a veces resulta ser un poco pesado.

    En cuanto a lo que dice Antonio, puede que tenga razón, parece una solución para quedar lo mejor posible: quería acabar la guerra y discrepa de Hitler (lo que le aleja de la sospecha de ser un nazi acérrimo) y a la vez se desmarca del atentado (lo que mantiene inmaculado su honor de militar). No sé hasta qué punto es cierto que desconociera que se planeaba acabar con Hitler.

    Yo por mi parte he disfrutado con la descripción que hace el general Bayerlein del bombardeo que sufre la Division Panzer Lehr, me parece uno de los mejores pasajes del libro, sinceramente.

  52. Yo ya estoy por la parte final. Aún no he llegado al desenlace pero ya se deja entrever lo que va a suceder. Es bastante duro, esto es un poco como el síndrome de Estocolmo, ya le he cogido un poco de «cariño» al quejica de Rommel y me está dando bastante pena. Decía que es duro ver como su propio hijo tiene que relatar los últimos días de vida de su padre. Por un lado tengo ganas de ver como se desarrolla todo pero por otro no tengo ganas de saber los detalles de lo que ya todos sabemos fue el final del Mariscal.

    Seguimos para terminar.

  53. Finalizado. La narración por parte de Manfred Rommel de las últimas horas de su padre resulta dura. Y las miradas retrospectivas del final del libro forman un excelente resumen.
    El libro en su conjunto me ha encantado, y ha habido algunos capítulos con los que he disfrutado especialmente.

    Saludos.

  54. Hola,
    Yo lo he finalizado ya también.
    Sobre el final del libro, lo que ya comentaba y me esperaba. Un final duro contado directamente por su hijo. Qué duro despedirse de esa manera, no?. «Acado de decir a tú madre que debo morir en un cuarto de hora». Joer, es que lo pienso y se me ponen los pelos de punta.
    Sobre el libro, me he quedado maravlillado, creo que es uno de los mejores libros que he leído nunca. Más que nada por que ha sido una caja de sorpresas contínua. Sorpresa tras sorpresa, desde Francia hasta El Alamein. Mi idea de Rommel era un tópico, era una idea preconcebida de leer someramente cosas y ver pelis y documentales. Hasta que no te metes en su piel y en su forma de ver las cosas, con esa energía, ímpetu, visión etc..
    Ahora comprendo un poco a Lidell Hart, en los primeros comentarios que hacíamos lo veíamos un poco abducido por la personalidad de Rommel y es que, el Marisacal hasta en sus papeles impone su presencia.
    Que 5€ más bien gastados!!!. Desde luego un libro señalado y lleno de anotaciones para consultar amenudo.

  55. Listo. Terminado. Ya estoy guardando en el baul la guerrera llena de arena del desierto y desempolvando la casaca de capitán de navío para ir a Cartagena de Indias con el sr Don Blas de Lezo.
    En cuanto al libro poco más que comentar a lo ya dicho anteriormente. Coincido con vosotros. El final del libro, aunque ya sabía como acabaría es muy duro y es muy triste ese final para Rommel y su familia. Tambén coincido en que el libro me ha sorprendido muy gratamente, me ha gustado muchísimo por que como dice Javi, es una caja de sorpresas. Muy bueno y menos mal que han sacado esta colección. Me da que alguno que otro de esta colección haremos lectura simultánea.

  56. Pues para no ser menos, yo también he terminado esta noche. Me sumo a todo lo dicho. Destaco por encima de todo la personalidad de Rommel en el campo de batalla. Con una capacidad de visión de los acontecimientos fuera de lo normal. No solo eso, sino la innovación a la hora de plantear situaciones. Por ejemplo el hecho de concentrar toda la potencia de fuego a un enemigo que dispara parapetado en un bosque y que no pueden ver, pero es muy efecitvo comenzar a disparar al bulto y conseguir hacer huir al enemigo. Ya no hablemos del uso del Flak 88 como arma anticarro. Son 2 ejemplos solo, pero este hombre tenía una capacidad de inventica y adaptación a la situación extraordinaria. Del final de su vida mejor no hablar, es bastante duro todo lo que cuenta su hijo, de todas formas no se que hubiera sido peor, al final lo hubieran juzgado en Nuremberg en caso de haber sobrevivido y no se sabe que hubiera sido de él. Pero sí, un muy triste final para tan brillante (dentro del ámbito militar) mariscal de campo.

  57. ¿Presencia en el campo de batalla? bastante, de hecho recibió correspondencia de soldados y oficiales que se rindieron en Túnez, es significativo. Me imagino que el hecho de estar en vanguardia cuando dirigía su división, y de visitar constantemente el frente cuando tenía más tropas a su cargo, hace que los soldados le tengan no sólo admiración, sino algo más.
    En cuanto a qué hubiera sido de él en caso de no haber muerto? Supongo que unos añitos en la cárcel, como Guderian u otros comandantes.

    Compañeros, ha sido un placer compartir esta lectura con vosotros.

    Saludos.

  58. Holas

    Como de costumbre, sigo siendo el último. Acabo de terminar la lectura del libro, la cual ha sido rápida (lo empece hace solo unos dias), comoda y por supuesto, muy atractiva. Su narración hace que te enganches facilmente y la fluidez del texto, facilita mucho la comprensión de todos los datos que se aportan. El libro pertenece a los editados por Altaya.

    Del personaje central poco más se puede exponer despúes de leer todos los post escritos. Un hombre que aprendio rápido el significado de la guerra en movimiento, de la importancia en la toma de las decisiones, de la estrecha relación entre mando y tropas, la visión no solo bélica de un conflicto sino tambien politica, psicologica, etc. Creo que fue uno de los hombres más habiles de la contienda y por supuesto, uno de los mejores militares de la historia.

    Es interesante el pensar que hubiera ocurrido si el Mariscal, dispusiera de aquello que necesitaba en cada momento: dos divisiones blindadas más a su mando, completas y frescas en la escena del desierto, con sus correspondientes avituallamientos, ¿habría sido capaz de alcanzar el Canal de Suez y cerrar el Mediterraneo? creo que si.
    En el año 44 el dilema es mucho más complicado, la defensa de la costa francesa por su gran extensión, hace dificil pensar que se hubiera podido evitar el desembarco. Es obvio que la única ocasión es en los primeros días del mismo, pero el gran potencial aliado me hace dudar de un desenlace favorable para los alemanes. Si que es verdad, que las ideas propuestas por el Mariscal sobre la colocación de minas, estacas, defensas estaticas, etc. harian sufrir un desgaste considerable a los aliados, no solo en perdidas de material y hombres, sino tambien logistico. Quizas de haber tenido una mayor cantidad de flaks en la costa, la utilización de los cohetes en las cabezas de playa y las tropas de reserva mas cerca, se hubiera podido al menos frenar en tiempo el desembarco.

    Saludos

  59. Hola Herr Lucas, al final el contingente tanto humano como logísitco de los aliados era tan superior que el éxito estaba más que asegurado. La épica exagerada sobre el desembarco de Normandía intenta llegar al punto que si no hubiera tenido éxito el 6 de Junio del 44 todo estaba perdido, pero eso es parte de la propaganda y la épica. Si se hubiese parado ese desembarco por parte de las defensas alemanas hubiera llegado posteriormente otro, eso es indudable.

  60. Hace unos días he encontrado estas memorias de una edición bastante antígua de Luís de Caralt, del año 54 y no pude resistirme. Lo curioso es que está dividida en 2 tomos, Los años de victoria y los años de derrota.

  61. ¿Alguien sabe si van a reeditar la colección de Memorias de Guerra de Altaya?, sino donde podría conseguir las memorias del Mariscal?. Gracias y gran sitio web!!, enhorabuena.

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