Lectura simultánea: Piloto de Stukas, Hans-Ulrich Rudel

Lectura simultánea activada desde el lunes 5 de Mayo, participa y deja tús comentarios en este hilo.

Un libro verídico, apasionante como una aventura, fiel espejo de la juventud idealista de una época. Relato del soldado más condecorado de Alemania. Las páginas de este libro no deben interpretarse como glorificación de la guerra y tampoco tienen la intención de rehabilitar a cierto grupo de personas y sus sisitemas.

 

63 comentarios en “Lectura simultánea: Piloto de Stukas, Hans-Ulrich Rudel

  1. Hola Joan, a partir de la semana que viene este libro debe aparecer en todos los quioscos como la entrega número 16 de la colección Memorias de Guerra. Así que no creo que tengas muchos problemas para conseguirlo.

    Saludos.

  2. No te creas Javi, muchos quioscos ya no siguen la colección, a menos que tengan clientes fijos.
    Yo, por ejemplo, he tenido que pedir que traigan el número de esta semana y el de la que viene porque habían dejado de encargar la colección.

  3. Hola Miguek, bienvenido y adelante, a partir del 5 de Mayo comenzamos con la lectura y podrás participar activamente dejando tus comentarios junto al resto de personas que van a participar de la lectura en este mismo hilo.

    Saludos.

  4. Libro comenzado.
    Cualquiera diría que este hombre acabó siendo el piloto más laureado de Alemania en la IIG.M. Pero si no le dejaban hacer nada, el pobre es un calimero. Maltratado y humillado, a parte de un poco lento a la hora de aprender.
    Lo mejor, las primeras páginas, el batacazo que se pega saltando con el paraguas como paracaidas. Qué envidia, no?, saber y tener claro ya lo que quieres hacer desde tan pequeño.

  5. Y lo que le pasó en la academia. Habían rumores de que iban a ser desitnados a Bombarderos, él, y supongo que todos, querían ir a cazas por lo que se apunta a las recién creadas flotillas de Stuka como mal menor y luego van y a su promoción los destinan a cazas!!. Es que no veas, estaba el tío mirado por un tuerto.
    Eso sí, menos mal, por que si hubiera ido a piloto de caza no creo que hubiera sobrevivido, al menos las posibilidades eran mucho menores de haber sobrevivido y haber cumplido las misiones que con los Stuka, creo.

  6. Yo estoy ya por fín volando con el las primeras misiones de combate en Rusia. Menos mal que al pobre le llegó la hora de poder volar y demostras su valía, no se como aguantó tanto tiempo y tanto desdén hacia el en sus camaradas y mandos.
    No entiendo la manía de pegarse a la cola del comandante casi al punto de rozar los aviones, que manía más rara, no?.

  7. A mi también me paso que la primera vez que leí “Piloto de Stukas” me desconcertó que Rudel fuera tratado como un bicho raro por sus superiores/camaradas. Máxime teniendo en cuenta su futura fama e incansable espíritu luchador. Pero que se puede pensar de un alemán abstemio que no se digna tomar una mísera cerveza con sus pares 🙂 o el hombre eran un pésimo piloto o era un antisocial con la gente que le rodeaba.

    En esta primera etapa, nuestro as, es relegado a funciones de servicios o de segunda línea sin ser asignado a operaciones de combate creo que a la larga le salvo la vida. Al no exponerse en las peligrosas operaciones del principio de la guerra, pudo aprovechar las experiencias de sus compañeros y sumar horas de vuelo que le ayudaron a adquirir mayor confianza en sus capacidades de vuelo con el Ju-87.

    Mañana me voy a volar a Rusia con Hans donde comienza la verdadera aventura…

    Saludines

  8. Es cierto que llama la atención el que sea tan deportista, tan sano, tan bebedor de leche, y sobre todo que aguante. Debe ser pesadísimo estar en un cuartel o una base de militares todos dándote la paliza por que no pruebas el alcohol y que acaben viendote como uin bicho raro.
    Yo voy por Rusia ya tambien. Los primeros ataques. Ya han estado bombardeando la carretera de Smolensk-Moscú. Está bien como justifica la ofensiva y los ataques, si no lo llegan a hacer ellos toda esa maquinaria bélica rusa y todos esos cuarteles tenían una sola razón de ser: atacar Alemania.

  9. Muy light el primer capítulo, sin entrar en detalles en ningún momento. Echo en falta que se extienda un poco más en sus sensaciones y que cuente alguna anécdota que nos ayude a hacernos una mejor idea de su forma de ser.

  10. A mí lo que más me ha gustado es como define a Alfredito, su ametrallador de cola, «ninún Ivan puede ser tan frío, tan flemático como Alfredito». Otro tipo raro, y es que el que es raro acaba juntándose con raros.

  11. ¿Que sucede?, ¿no estaban todos esperando comenzar la lectura de este libro?, sin embargo, los comentarios son menos que tibios, más bien anodinos. ¿Esperaban tal vez un libro de aventuras?. bueno, este no lo es. Rudel no es un escritor, por lo que su libro está escrito en un estilo sencillo y escueto. Podría quizás haberlo llenado de anécdotas reales o inventadas, pero no, narra simplemente lo que le ocurrió a él, no a los demás. No glorifica nada, no justifica nada.
    Es importante notar la enseñanza que deja ya desde los primeros capítulos. Se asume normalmente que la gente nace con determinadas dotes y que, de acuerdo con ellas es como se debe elegir la actividad a desarrollar. En el caso de Rudel, claramente queda demostrado que para lo que menos tiene aptitudes es para pilotear un avión, lo que los demás aprenden en un par de lecciones, él lo logra después de intensivos esfuerzos. ¿Que demuestra entonces?, que una persona puede lograr aún lo que parece muy difícil o casi imposible a fuerza de voluntad. No se fijen en detalles tales como el de la leche, ¿o ustedes también creen que los héroes no pueden ser abtemios o viceversa?, ese detalle es simplemente anecdótico. Lo mismo que eso de pegarse al jefe, es simple y honesta inseguridad que superará cuando sea él quien vaya adelante.
    Mejor fíjense en el incidente del ala (si quieren hacerse una idea de su forma de ser), -Hasta tanto que su avión no se encuentre reparado, se quedará usted sin volar-, esa es la orden que Rudel recibe, y puestos en ese caso, estoy seguro que cualquiera de nosotros se habría quedado sentado lamentándose de la mala suerte y despotricando en contra del jefe, pero no Rudel, él busca la solución y la encuentra, más aún, convence a otros de ayudarle, mostrando así la capacidad de liderazgo que pondrá después al servicio de su Unidad. Eso es lo que hace a Rudel distinto, eso es lo que hace a su libro interesante y valioso, la manera como muestra que un hombre puede desarrollar habilidades inexistentes, dejar atrás sus ineptitudes y superar las dificultades que la vida le presenta a fuerza de voluntad, de proponerse algo y lograrlo a pesar de todo. No se decepcionen del libro, no son las Memorias de un Mariscal de Campo, pero aunque con Manstein y Rommel puedan leer como movieron a miles de hombres, con Rudel aprenderán algo mejor, como un hombre puede moverse a sí mismo.
    Saludos.

  12. Emocionante coentario Ulises y muy enriquecedeor. Gracias. Hasta ahora no hemos sabido encuauzar los comentarios correctamente, creo que a todos se nos ha pasado por la cabeza todo lo que cuentas, por lo menos a mí que no había leído nunca este libro, pero no me atrevía a poner nada por que estamos esperando «el despertar», algo tiene que pasar por que sabemos que es un héroe y algo no cuadra, pero efectivamente, para ser el mejor piloto o el más laureado no tiene por que tener un don especial e innato para pilotar un avión, aunque cueste creerlo y creo que es lo que en definitiva nos ha pasado, los árboles no nos han dejado ver el bosque. El episodio del ala es muy significante y tampoco hemos sabido darle la lectura que tú le has dado y estoy totalmente deacuerdo contigo. Igualmente que lo de ir detrás del jefe pegado a la cola, INSEGURIDAD, como no, como un pato sigue a su madre haga lo que haga, él se sentía incapaz de mantener la formación y el control sin un guía.

  13. Claro, Luismi, el hombre es un héroe, por eso que se espera que se comporte como tal, o como creemos que se debe comportar. Influenciados tal vez por la propaganda, sobre todo norteamericana, nos hemos formado la imagen del piloto arrogante, seguro de si mismo, extrovertido y temerario. Esperamos entonces el relato de hazañas como las de las películas, con el héroe bajando del avión sonriente y con paso firme y seguro, jactándose de sus victorias. Y nos encontramos con un héroe que confiesa el horror que le causa el saber que hay 1000 antiaéreos en un pedazo de terreno, con héroes que vuelven de sus misiones con el sentimiento de haber salido de una pesadilla, con las piernas como trapos, apenas concientes por el agotamiento físico y mental, pero que a la orden estarán de nuevo en sus aviones para una nueva salida.
    «Cuando a la caída de la noche me paseo con el capitán Steen, no pronunciamos una palabra; a pesar de este silencio, cada uno de nosotros comprende y adivina los pensamientos del otro», hermoso párrafo. Nos hicieron creer que el héroe es un hombre sin miedo y sin tacha, no es así, el héroe es un hombre capaz de temblar de miedo, puesto que no es un loco, pero es capaz también de sobreponerse a ese miedo, superarlo y salir a cumplir su misión, aunque esté sudando frío.
    Luego del capítulo IV, en que se narra el hundimiento del Marat, en picado abierto, soltando la bomba a 100 metros, impresionante, realmente pasmoso, el capítulo V entrega algunas observaciones acerca de Rusia y el invierno.
    Saludos.

  14. Ulises excelente descripción de las aptitudes/carácter de Rudel.

    Definitivamente el hombre en sus inicios sería un bicho raro por sus costumbres un poco “anormales” en comparación de las rígidas costumbres “Prusianas” de los guerreros de Luftwaffe. Pero en su caso, como en cualquier actividad en la vida, la fuerza de voluntad y la perseverancia pueden lograr resultados asombrosos hasta en los más débiles o menos capaces.

    No creo que Rudel fueran un piloto pésimo-fue uno de los pocos afortunados que se formó en la Luftwaffe de pre-guerra en donde el entrenamiento y selección eran durísimos-calculo que sería un aviador del montón por lo que da entender entre líneas en este libro y otras cosas que leí sobre él.

    Tuvo la mala suerte de encontrarse bajo el mando de jefes que eran de ideas muy rígidas que no congeniaban con su forma de ser. Motivo por el que seguramente fue relegado o”castigado” (menos mal porque este libro quizás nunca se hubiera escrito) pero al estar bajo el comando de hombres más flexibles (Ej.Cap. Steen) comienza a aflorar el que posiblemente sea uno de los mejores líderes de vuelo de la SGM. Hace mención que nunca trataría a sus subalternos como él fue tratado y sillería el consejo del Cap. Stenn: “Vivir y dejar vivir”.

    En lo que respecta a volar casi pegado al líder-puede ser que sea un poco de inseguridad o temor hacer las cosas mal- pero esta era una táctica habitual en las formaciones de Ju-87 durante la guerra. El comandante se tenia que concentrar solo en la navegación/búsqueda de blancos terrestres y sus numeral/es (en el caso de Rudel) proteger al líder y otear el cielo por los temidos “Halcones Rojos” (los cazas rusos) . Si estaban reunidos en una compacta formación podía maximizar el fuego defensivo de sus artilleros o ser más fáciles de defender por sus cazas de escolta. Durante el ataque los Stukas caían casi simultáneamente desde distintos puntos sobre el objetivo o area motivo por que también debían estar siempre juntos.

    Volviendo al libro, los hechos que más me llamaron la atención fue la descripción del ataque al Marat y otros barcos en isla fortaleza de Krondstat. También el accidente casi fatal cuando pico en nubes y se salva por pocos metros de morir estrellado.

    Una cosa al tener muy en cuenta que Rudel se declaran un anticomunista acérrimo y no reniega de su condición de Nazi. Algo poco frecuente de encontrar en otros escritos posteriores de la guerra de combatientes o políticos alemanes.

    Saludines

  15. Claro que sí, Almonacid, tienes razón en cuanto al vuelo en formación cerrada para concentrar el fuego de los artilleros, pero durante el picado no había defensa posible. Además, una cosa es volar cerca y otra muy distinta es «afeitar» al artillero del avión que va adelante, y estoy seguro que esa era la opinión de Lehmann…
    En cuanto al ataque a la flota soviética, recordemos que los stukas habían demostrado, a costa de los británicos en Creta, el daño que podían hacer a una fuerza naval, claro que la masiva defensa antiaérea de los soviéticos convirtió la operación en algo espeluznante.
    Saludos.

  16. Impresionantes comentarios, me están gustando tanto o más que el libro, que no decaigan porfa!!.

    Voy algo más retrasado, estoy totalmente decuerdo con todo lo expuesto por vosotros. Hoy he llegado hasta el episodio donde casi se estrella al picar para evitar el choque con su jefe. Y decías que no hay aventura?, una vez más la realidad supera la ficción. Cayendo en picado sin control del aparato y consigue enderzarlo a escasos metros del suelo y los árboles le destrozan medio avión, bufff, y encima pensaban que había picado para atacar!!, le sale todo al revés, hasta las cosas buenas.
    Eso sí, con esta acción se demuestra que el JU-87 era un avión robusto y una buena máquina para volar.

  17. Al final del capítulo “Luchando por la fortaleza de Leningrado” ocurren dos hechos importantes en la vida de Hans. Por un lado, la perdida del Capitán Steen un hombre que le ayudo mucho en sus inicios para incrementar su autoestima y por ende seguridad personal un duro golpe para nuestro hombre. Por otro lado comienza a volar con su nuevo artillero el Cabo Henschel , que junto con Rudel se convertiría en unos de los pocos aviadores que superarían más de mil misiones de combate, este suboficial sería uno de los mejores amigos de nuestro héroe y durante el combate sería su mano derecha acompañándolo en un buen porcentaje de sus 2500 misiones.

    En el próximo capitulo “Ante las puestas de Moscú” podemos comenzar a ver que el autor ya se puede considerar un piloto-líder totalmente fogueado y con vasta experiencia (llega a las 500 misiones y gana varias condecoraciones importantes)

    En este mismo apartado- los ataques a Moscú- se comienza a observar como los imparables Ejércitos Alemanes son detenidos ante las puertas de la ciudad por el frió y las malas condiciones climáticas . Un enemigo implacable que paraliza y diezma unidades enteras que a su vez son destrozadas por los soviéticos (mejor preparados o más motivados para luchar en estas atroces condiciones)

    Rudel como Jefe Técnico de su grupo debe lidiar con la manutención de las aeronaves agravada por el clima, la poca gasolina y escasos suministros. Todo eso intercalado entre sus misiones de combate una tarea realmente agotadora.

    En este capitulo alaba un par de veces el desempeño de los españoles de la División Azul tanto tanto de su componente aéreo como terrestre. Viniendo de Rudel es un reconocimiento mas que excelente ya que los españoles que combatieron en Rusia están catalogados (no solo en este libro sino en muchas otras obras) como los combatientes mas experimentados, duros e inquebrantables de todas las nacionalidades que pelearon en el Frente del Este.

    Lámentablemete para nuestro amigo, el reconocimiento en medallas y cantidad de misiones, origina que sea enviado a las Unidades de Entrenamiento para enseñar a las nuevas camadas de pilotos. Un destino que aborrece pero debe aceptar por lo menos por ahora…

    Saludines

  18. El ataque al Marat es increíble. El capítulo entero no tiene desperdicio y al final aunque su narracación es bastante fría y sin muchos detalles uno intenta imaginarse lo que es volar con un Stuka en medio de una tormenta de fuego antiaéreo y ufff, hay que tener mucha sangre fría para seguir adelante recto sin inmutarse. El ataque, la posterior huída con siendo perseguidos por ratas rusas y el comportamiento de su ametrallador, indescriptible. Lástima la pérdida de su jefe de escuadrilla y su ametrallador, ya le había cogido cariño.

  19. Tomando el hilo desde el último párrafo de Almonacid, vemos como nuestro amigo, el «caso perdido», la pesadilla de los instructores», en sus propias palabras «un alumno bastante mediocre», pasa, por una de esas vueltas de la vida, a ser instructor. Sin desmerecer a quienes intentaron enseñar a Rudel, éste último posee si duda una experiencia increíble. A Rudel no le gusta nada esta misión en retaguardia, pero hay que reconocer que el Alto Mando tiene razón, un instructor con más de 500 misiones de combate, con experiencia en ataque a blancos en tierra y en mar, en las más extremas condiciones climáticas, que ha sido oficial técnico, en fin, es invaluable.
    Dice Rudel que su enojo se debe al hecho de hallarse en retaguardia «mientras mis camaradas se baten con los rusos», pero creo que es mucho más profunda la razón que ofrece una líneas más adelante: «existe en mí una sorda inquietud, siempre presente: el temor de volver a tomarle apego a la vida y a temer mucho la muerte». Si alguien quiere un retrato del héroe no lo busque en el número de misiones ni el número de enemigos destruídos, esas son estadísticas, busque el alma del héroe en su pensamiento, en su actitud, que lo hacen digno del lema de Pedro de Valdivia: «La muerte menos temida da más vida».
    Saludos.

  20. Ehhh, no corráis tanto o, bueno mejor dicho, no voleis tan alto!!, que voy un poco retrasado. Muy interesantes vuestros comentarios. A ver si estos días me pongo al día y avanzo todo el capítulo de Moscú.

  21. Al hilo de lo comentado por Ulises…
    Creo que, en ciertos pasajes, lo único que hace que «Piloto de Stukas» no sea un libro de aventuras, es que Sabemos que es un libro autobiográfico. Como ejemplo, el episodio de la tormenta y el del bombardeo del Marat, poco tienen que envidiar a narraciones de Emilio Salgari 😉

  22. A modo de Interludio (mientras se ponen al día)

    El último vuelo

    Durante funeral del héroe Coronel Rudel, fallecido el 18 de diciembre de 1982, sucedieron algunos acontecimientos notables: antiguos camaradas lo despidieron con el saludo hitleriano y aviones militares hicieron vuelos rasantes por sobre el cementerio.

    En el valle de Altmühl entre Gunzenhausen y Eichstaett los aviones de combate de la Bundeswehr no son infrecuentes. El paisaje idílico en Mittelfranken es parte de un campo de entrenamiento de la Fuerza Aérea, en días claros, docenas de aviones de reacción atruenan sobre los prados de Altmühl.

    Sin embargo, dos días antes de la Víspera de Navidad, justo por encima de la aldea de Dornhausen, al mediodía, mientras se iniciaba un funeral en el cementerio, dos cazas Phantom realizaron una extraña maniobra de cruce formando en el cielo lo que un observador describió como «con un poco de imaginación, una cruz gamada».

    Un poco más tarde, como muchos testigos afirman, un caza Phantom voló hacia la iglesia, meció las alas sobre ella en forma de saludo y, sobrevolando unos cien metros el pueblo, ascendió rectamente hacia el cielo.

    Y mientras se desarrollaban los momentos finales de una ceremonia funebre en la iglesia, dos Phantoms y un Starfighter sobrevolaron el pueblo, a tan baja altura, que fueron claramente visibles las insignias de la Bundeswehr-Luftwaffe. El Pastor Ermann interrumpió el servicio, carraspeando.

    El clérigo protestante, un amigo del difunto, pudo considerar facilmente como parte de la ceremonia tan turbulento fenómeno, porque no se celebraba un funeral común y corriente. El Pastor Ermann oficiaba el servicio fúnebre del Coronel de 66 años, Hans-Ulrich Rudel, el soldado poseedor de la más alta condecoración de la Segunda Guerra Mundial, la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, con Hojas de Roble en Oro, Espadas y Diamantes.

    Como piloto de Stuka Rudel tenía en su haber 519 tanques y un acorazado soviético – «un tenaz combatiente», como dijo el pastor, -«siempre más rápido que la muerte», que ahora realizaba su última misión, «el último vuelo a la eternidad».

    (Traducción libre de parte de un artículo aparecido en la revista Der Spiegel).

    Saludos.

  23. Sin entrar en consideraciones políticas, aquí solo estamos disfrutando de las «aventuras» y vivencias de un piloto en combate, lo que mancha su excepcional expediente es que parece que era un nazi convencido y que nunca renunció a su ideología. Bonito relato, algo exaltado seguramente por la prensa pero muy elcuente. Gracias Ulises.

  24. No entiendo, ¿de que se trata?, lo que puse no es un relato, es una noticia aparecida en una revista. No veo por ninguna parte la exaltación de nada.

    Es verdad que Rudel era un nazi convencido, también es verdad que nunca renunció a su ideología, pero eso no lo menoscaba, si no fue general de la nueva Luftwaffe es porque no renunció a sus ideas transando con los vencedores.
    Lean lo que dice su amigo Pierre Clostermann en su prefacio a la edición francesa del libro «Piloto de Stukas»:

    Tiene la guerra a los soldados, con sus dramas, sus armas de hierro y sus monstruosas máquinas de matar, como tiene también a los inocentes, víctimas de ignoradas masacres…
    De Orandour a Hamburgo, de Buchenwald a la bomba atómica de Hiroshima.
    Esas tragedias, después de que se ha hecho el último disparo, dejarán un pasado equívoco, justificados rencores, actitudes absurdas y ajustes de cuentas que perpetúan los odios…
    Todo eso, debo confesarlo, me hicieron vacilar antes de escribir este prefacio.
    Peró prevaleció el buen sentido. ¿Por qué rehusar?
    ¿Seré comunista si digo que el Mig-15 es probablemente el mejor y más rápido caza actual?, ¿seré nacista si admiro la elegancia aerodinámica del Me-262?
    La técnica, la ciencia, los archivos, cuando se despojan de propaganda son cosas impermeables al rencor.
    También el hombre, libre de las nociones de frontera e idioma, despojado de ideologías, es respetado en estado puro.
    Un libro que hiciese apología de los métodos nazis de exterminio me indignaría, y no tendría la menor duda en repudiarlo, más, por el contrario, me alegra que la narración de Rudel sea ofrecida a los lectores franceses.
    Es un hecho que algunas lecturas engrandecen al hombre, al hombre cuya mísera carne es maltratada, esté cubierta por una tela caqui, azul celeste o marrón, el hombre que, herido en el drama bestial de la lucha de vida o muerte, encuentra siempre un destello de valentía, de solidaridad o de abnegación.
    «Piloto de Stukas» de Rudel, me entusiasmó no por sus aspectos emotivos, sino como documento.
    En un plano estrictamente profesional – y ya casi puedo escuchar las tonterías de los imbéciles que nunca vieron el interior de un avión, y que jamás llegarán a comprender, ellos que se vanaglorian de internacionalistas, que puede haber por sobre el alambre de púas de las fronteras, respeto y solidaridad entre los pilotos – Rudel, as de la Luftwaffe, es el mayor especialista actual de la aviación táctica. Dos mil misiones le confieren ese título, sin discusión posible.
    Su obra, una sencilla narración de las operaciones, sin literatura inútil, presenta, por eso mismo, el más grande interés.

    ¿Qué es lo que sucedió durante el funeral de Rudel?, ¿Los jóvenes pilotos de la Aufklärungsgeschwader 51 «Immelmann», estaban honrando a un piloto nazi?. Nada de eso, estaban honrando a quien fue Comodoro de la «Immelmann», estaban honrando la camaradería, el heroísmo, la humanidad, el honor, esos valores que, independientemente de las ideologías, hacen que hombres como Rudel, Clostermann y Bader sean amigos.
    ¿Desmerece a Iván Koshedub el haber sido toda su vida un comunista acérrimo?. ¿Es menos héroe Douglas Bader por su postura acerca del Apartheid?. No, no es así, nada mancha el excepcional expediente de Hans-Ulrich Rudel, y lo demuestra el hecho de haber sido querido y respetado por grandes hombres a pesar de su ideología y con su ideología. Como dice Clostermann, lo que une es más grande que lo que separa.

    Saludos.

  25. Eh Ulises que yo no he dicho que la noticia que nos has puesto sea una exaltación de nada ni he querido decir nada de nada. Lo he llamado relato por que te has molestado en transcribirnos la noticia, nada más. Solo he realizado un comentario un poco al hilo de lo expuesto sobre la noticia del día de su funeral, perdón, no quise molestarte y no traté de decir nada más que lo que dije.
    Un afectuoso saludo.

  26. Y eso que no publiqué el resto de la noticia (es que mi alemán es muy malo…), pero después del asunto del vuelo hubo toda una avalancha de explicaciones que iban y venían, de como los aviones sobrevolaron el cementerio, no, no lo sobrevolaron, sólo pareció que lo sobrevolaron, si, lo sobrevolaron pero era un vuelo de rutina, etc., todas las variaciones posibles. Todo porque alguien trató tal vez de rendir un último homenaje a un héroe que luchó por su patria, un héroe que ha sido negado hasta por su propio hijo.
    De todos modos se da en todos los países, que un héroe sea borrado de la lista por causa de sus opiniones políticas.
    También hay una historia acerca de una Cena de Camaradería en la 51° Immelmann, una invitación que le costó la baja a dos comandantes.

    Bueno, retomando el hilo del libro, el capítulo V, Ante Moscú, presenta el complicado panorama del invierno ruso, el invierno de Napoleón y de Gustavo Adolfo, ese invierno que aniquila sin distinción a amigos y enemigos.
    Debo hacer notar que este libro lo leí ya hace muchos años, y recuerdo como tuve qye buscar un mapa, bastante grande e incómodo, para poder seguir la lectura: el eje Kalinin-Jaroslav, Staritza-Kalinin, Torshok, Swewnigorod-Istra, Sytchewska, que complicación, pero ¿de que manera puede uno seguir la historia?.

    Ahora, un pequeño detalle, que es lo que está escrito y que es lo que no lo está. Estamos leyendo la historia de un piloto de Stukas, y por consiguiente, la de los pilotos de Stuka en el Frente del Este, los que volaban, claro. Pero para que volaran, las tripulaciones de tierra, sobre todo los mecánicos, debían realizar una labor realmente sacrificada, manteniendo, reparando y cargando los aviones antes y después de cada misión, bajo esas condiciones climáticas espantosas. ¿Y además tener que luchar fusil en mano?, realmente merecen un lugar en el cielo de los héroes, aunque no ganaran nunca Cruces de Caballero…

    Los capítulos VII y VIII se refieren a la lucha por y alrededor de Stalingrado, lugar de funesta fama. No están exentos de prejuicios los comentarios que Rudel hace respecto de sus aliados Rumanos, pero para un hombre que valoraba tanto la resistencia, debe haber sido dificil aceptar la situación (aunque basta conocer tan solo un poco del tema para entender el problema rumano).
    Después de la caída de Stalingrado, el avance ruso sufre una regresión y el frente se estabiliza, pero las pérdidas de la Luftwaffe fueron enormes y las condiciones siguen siendo muy duras con esas temperaturas tan bajas. Sin embargo, Rudel se las ha arreglado para cumplir su misión N° 1000.
    ¡Ah, olvidaba el episodio de la ictericia de Rudel!, en medio de tanto drama, un divertido trozo de comedia, ¿que sería del pobre alférez-médico?, ¿sabría alguna vez lo sucedido con su minucioso informe?.
    Saludos.

  27. Sí, Rudel tiene destellos de humor, como lo del mencionado informe médico que tuvo que utilizar para una… urgencia.
    O cuando denuncia, la escasez de su DCA, diciendo que a los bombarderos rusos les afectan poco sus insultos. Amargo sarcasmo, resignación con un toque de humor.
    Me ha llamado la atención un pasaje (estoy en la oficina y no tengo el libro delante) en el que describe a los rusos poco menos que cegados y fanáticos seguidores de un sólo hombre, de Stalin, y lo hace con un aire de desprecio y superioridad… no sé, me ha resultado curioso que precisamente un nazi critique esta situación.
    Por cierto, yo no estoy siguiendo ningún mapa, no lo considero necesario… no estamos en un libro al estilo del de Rommel o Guderian es imprescindible conocer la situación geográfica y los avances y retrocesos. En «Piloto de Stukas» lo importante son las anécdotas, más que los nombres de las ciudades, ríos, o el número de tal o cual división.

    Saludos.

  28. Interesante tu comentario, Teiter, referente a los fanáticos, los rusos y los nazis. Interesante porque demuestra como todos juzgamos a los demás de acuerdo con arquetipos, muchas veces poco razonables. ¿Por qué Rudel se refiere a los rusos como fanáticos?, porque esa es la imagen que se ha formado, justa o injustamente. Considera a todos los rusos como comunistas y a todos los comunistas como cegados fanáticos. De la misma manera, de una u otra manera, a nosotros también nos habrán formado la imagen, el arquetipo, del nazi furibundo, cruel, cegado y fanático. Pero la palabra fanatismo es la que usamos para entender (o no entender) la conducta que nos parece extraña a la nuestra. Siempre el enemigo es un fanático suicida, mientras los nuestros son los heroicos mártires. Esto será válido tanto para los judíos defensores de Masada, los rusos del Reducto en Borodino, los legionarios en Camerone, los soviéticos en Stalingrado o cualquier ejemplo de la historia de cada nación.
    Así, Teiter, Rudel juzga mal a los rusos, algunos juzgan mal a Rudel, todos juzgamos mal a los demás…
    Saludos.

  29. Muy bueno el uso que dió Rudel al informe del médico, y nunca más se supo nada imagino. Los mandos quedaron conformes con que lo recibirían y ahí quedó la cosa.
    Muy descriptivo lo que sentía al ver huir todo el frente Rumano, me recordó lo que Rommel pensaba de los Italianos en el desierto. Solo que Rudel va más allá y reconoce que por que va de vuelta sin munición que sino………, realmente les hubiera disparado?, yo creo que no, que una cosa es decirlo en un momento de ira y rabia y otra hacerlo.

  30. Me ha gustado especialmente el privilegio que le supuso el poder ver toda la evolución del frente de Stalingrado desde el aire. Como el frente se iba desplazando, los ataques y penetraciones rusas en los flancos que estaban defendidos por fuerzas rumanas, y el cierre definitivo de la pinza dejando al VI ejército aislado. Incluso el intendo desesperado por Manstein de intentar conectar con el VI ejército con una gran maniobra alemana a la antigua usanza. Todo visto a ojo de pájaro, no lo había leído hasta ahora contado desde esa privilegiada perspectiva.

  31. Hola a todos y comentar que estoy disfrutando mucho con la lectura que no te deja ni parar, casi como la actividad frenética que lleva el protagonista, yo creo que tres mas como nuestro protagonista rudel y sabe dios que hubiera ocurrido.
    Sobre la lectura bajo mi opinión que de seguro muchos no compartiréis, no tienen desperdicio, me gusto ver el cambio del protagonista cuando en un momento dado el se dice “Esta vez tengo de conseguirlo. ¡Lo he comprendido ¡ A partir de hoy haré de mi lo que me dé la gana…”
    Un espíritu envidiable el suyo y de unas convicciones muy fuertes, de lo leído no deja entrever muchas emociones quizás un gran respeto a su padre, una boda que casi ni comenta, una afición al deporte y la contemplación de la naturaleza, su vida en esas fechas esta totalmente volcada en el conflicto y da la sensación de asumir la posibilidad de su muerte de buen grado cosa que cuesta creer no le pasara por que por el numero, el tipo de misiones donde se realizaron estas y el mero hecho de un posible accidente de vuelo que no era tan extraños pues la fiabilidad de los aviones de esa época no es la de ahora, es mas repite en varias ocasiones de cómo sin motivo explotan aviones y no sabia si eran de sabotaje o de que eran, todo eso por donde lo llevo leído da que pensar que era un poco suicida, temerario y con una suerte que alcanza casi al milagro, su sentido de conservación no es al menos el de una persona normal y por eso quizás lo especial que era.
    Saludos

  32. El capítulo IX comienza con el primer encuentro de Rudel con el que será su arma más eficiente, el Stuka-cañón. Una idea evidentemente «de escritorio» se convierte en realidad debido principalmente a que a alguien se le ocurrió probar la idea con un hombre «del frente», o sea, con alguien que conoce el problema. La idea del Ju-88 fracasó porque el cañón de 75 mm resultó ser demasiado pesado y el avión no apto para el trabajo. En cambio el Ju-87 resultó ser un avión muy resistente y un plataforma muy estable, aunque, como Rudel lo dice, se puso aún más lento de lo normal. La puesta en marcha no estuvo exenta de dificultades, pero Rudel, con su ya conocido empecinamiento, logró hacer funcionar el sistema.
    Llama la atención un párrafo del capítulo X, los Stukas-cañón buscan su blancos, mientras los Stukas-bombarderos atacan a la Antiaérea y otros Stukas sobrevuelan como protección contra la caza enemiga, nótese, Stukas actuando como defensa contra los cazas. No debe haber funcionado mal el sistema, ya que Rudel no dice que haya fracasado…(bueno, dice que Jackel había derribado varios cazas, antes de morir en su ley).
    Saludos.

  33. No entiendo mucho del tema, e igual meto la pata, pero ¿no es un poco absurdo usar stukas como escolta contra cazas enemigos?
    No digo que no pudieran usarse como tales, pero seguro que un caza Me-109 haría la función mucho mejor, por no hablar de que supongo que serían más baratos de producir…

  34. Bueno, eso es lo que dice Rudel, no tiene por qué ser lo usual, pero me parece que no era fuera de lo común que los Stukas se defendieran solos. No es que se usaran como cazas, no quiero hablar mal de la Caza Soviética, pero queda la impresión que los ametralladores de los Stukas se podían defender no tan mal, si no fuese así no habría vuelto ningun bombardero después de cada misión. Además, queda demostrado a lo largo del libro que los Ju-87 eran. definitivamente, muy resistentes.
    Saludos.

  35. Quizás me equivoque, pero creo se refería al uso de los stuka con bombas para cubrir la destrucción de la DCA y entonces usar los stukas-cañón con tranquilidad debido sobre todo al tipo de vuelo rasante que necesitan usar, para que fueran efectivos.

  36. Si Emilio (Shangri), Rudel habla en algunas misiones que para poder proteger el Stuka-cañón debe ir acompañado de una escuadrilla que se encargue de bombardear al DCA rusa, pero en un paso más allá creo que habla de que otra escuadrilla se encarga de proteger a las anteriores de la caza rusa, es cuando dice que tiene disponible para él 2 escuadrillas enteras. De todas formas opino como Ulises, esto no era lo habitual, sino lo excepcional, quizás por que era él o quizás por que querían probar la eficacia del Stuka-cañón. Igualmente pienso que los BF-109 dificilmente podrían proteger a los Stuka con la baja velocidad a la que operaban, pero esto ya es algo que opino yo.

  37. El capítulo X nos muestra como el Stuka-cañón deja atrás las pruebas y conforma, bajo Rudel, la primera escuadrilla antitanque.
    El trabajo no falta, la actividad es febril. Uno de las cosas que causó asombro a los pilotos occidentales, cuando interrogaban a los prisioneros, era el alto número de misiones que acumulaban los pilotos sobrevivientes, vamos en el capítulo X y Rudel ya acumula 1200 misiones. Lo mismo vale para los ametralladores, Henschel llegó a las 1250 misiones, Gadermann terminó la guerra con más de 850, y hay que ser valiente para volar en una total situación de dependencia de otra persona.
    Así, el relato de un contínuo salir de misión, regresar y volver a salir, produce algo de vértigo. El capítulo XI describe la lucha con los tanques soviéticos, tan cercana que podría llamársele de «cuerpo a cuerpo».
    El capítulo XII nos muestra los combates ya absolutamente defensivos, se pelea contra todo, incluso contra otros aviones, definitivamente el Stuka, en manos de Rudel, servía para todo, hasta para transitar en una carretera. La Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas que recibe este piloto es completamente merecida y Rudel no muestra señales de querer dormir en sus laureles, lo único que desea es volver a subir a un avión.

  38. El equivalente al Stuka pero del ejército rojo era el IL2- Sturmovik?, creo haber leído en algún lado que era odiado por los alemanes por ser un excelente cazacarros.
    Por otro lado, los aliados occidentales no tenían nada similar, no?.

  39. Igual me equivoco, pero creo que el Mosquito británico. Si alguien ha jugado al Panzer General, sabrá que el Mosquito se muestra como un gran cazacarros.
    Más adelante, el P-51 Mustang. En «Salvar al soldado Ryan», en la última escena, cuando un avión destruye en el último momento a un carro que iba a acabar con Ryan, ese avión es un Mustang.

    Bueno, llevo un par de días sin leer nada de Rudel (simultáneamente estoy leyendo El Tío Silas, de Le Fanu, pero eso es otra historia). Me he quedado en el capítulo sobre el baño en el Dniester. Mítico; y no por su calidad literaria, que es muy escasa, sino porque en dicho capítulo se muestra cómo Rudel pasa de ser un héroe, a ser directamente una leyenda.
    La dosis de épica que le faltaba al comandante para ser aún más grande, se consigue en este relato por la supervivencia.
    La realidad supera muchas veces a la ficción, y este capítulo bien podría aparecer en una novela de Sven Hassel.

  40. Bueno, lo del mosquito inglés no lo se. Lo del P-51 me extraña más por que era un caza de altos vuelos, además con todo el cariño Teiter, tomar como referencia Salvad al soldado Ryan es un poco peligroso, minutos antes de esa escena que mencionas, en la batalla del final, Tom Hanks mete la Thompson por la ranura de visión del conductor de un Tiger y los materalla, en fín, sin comentarios……..

  41. Hawker typhoon era el avión aliado y mas concretamente ingles que específicamente tuvo esa misión de ataque al suelo, dotado de 4 cañones de 20mm y de 8 cohetes de 127 mm este caza-bombardero destaco en ese tipo de misiones disponiendo también de buena capacidad de caza a baja y media cota.

    P-47 thunderbolt y North American P-51D Mustang tuvieron misiones de ataque al suelo con cohetes pero no parece ser que fueran la misión habitual de estos dos aviones, sino eventual.

  42. Vale Javi, tienes razón 😉
    creo que pequé de inocencia…

    De lo del Mosquito, creo que no me equivoqué. De hecho, si recordáis en la anterior lectura de las Memorias de Rommel, cuando narra los terribles ataques aéreos que sufren sus columnas de carros en El Alamein, estoy casi seguro de que la mayoría eran Mosquitos.

    En cuanto al libro en sí, tras su espectacular cruce del Dniester, vamos conociendo de la mano de Rudel, el desarrollo de la guerra y los continuos retrocesos del ejército alemán.

  43. Si, es un espectador de excapeción que a vista de pájaro nos narra por ejemplo el intento de ofensiva en la batalla del Kursk y el fracaso que supuso. Lo que ma parece increíble y yo no sabía es que en el 44 todavís estuvieran volando los Stuka.
    Es Enero del 44 y el tío sigue saliendo y entrando, la guerra está ya más que perdida pero el no prefiere «romperse la cabeza» pensando en que ha podido suceder, como un autómata sigue saliendo y entrando. Es de película, van cayendo sus camaradas, cada vez quedan menos aviones disponibles, no hay suministros, ni ya casi campos de aviación pero ahí está él, sigue dispuesto a la lucha.
    Lo de usar el Stuka como coche privado rodando por una carretera es para enmarcarlo, eh!!??.

  44. Iba algo retrasado. Acabo de leer el capítulo cuando se queda atascado por intentar salvar a una tripulación y es impresionante. Lo que tuvo que pasar, aquí es donde se demuestra lo importante que es estar en una perfecta forma física, aun siendo aviador. El capítulo pone los pelos de punta, con 3 rusos a dos metros y sale corriendo en zig-zag y logra escapar, es que es increible y el cruce a nado del río. Desde luego, la pérdida de su ametrallador es de lo más trágica. Este episodio pone de manifiesto lo que la guerra puede significar, sufrimiento, suerte, aventura, muerte….

  45. Terminé el libro. Los últimos capítulos, cuando todo se derrumba, son bastante dramáticos.

    Quiero destacar su deseo de estrellarse él y toda su escuadra contra objetivos importantes, una vez que se le informa de la capitulación.
    Me acordé de aquel párrafo en el que tachaba a los rusos de fanáticos. Al fin y al cabo, aquellos hombres luchaban por la supervivencia de su patria. Ahora que él se ve en la misma tesitura, reacciona de igual forma que ellos lo hicieron, o de forma más exagerada si cabe.

    Es un gran libro porque lo que cuenta es apasionante, su vida, sus penurias, sus hazañas…
    Fue un gran soldado, con un sentido del compañerismo y del deber ejemplares.

    Un saludo, nuevamente ha sido un placer compartir lectura con vosotros.

  46. Terminado, ha sido un libro que hace honor a su fama. Hay que tenerlo y disfrutarlo!!. Desde luego lo que sufrió este hombre, sobre todo al final es increible y yo creo que supera todas las estadísticas posibles, si es que alguna vez se ha realizado una estadística sobre el porcentaje de suerte que puede llegar a tener uno en la vida. Derribado, estrellado, ametrallado, rodeado………y siempre escapando con vida, es increible. Ha sido una lectura muy provechosa y todos vuestros comentarios muy complementarios al libro, como teiter dice, ha sido un placer compartir lectura nuevamente con vosotros, ahora a ver cual es la próxima.

  47. Termina el libro con el sentimiento de la derrota, pero ¿quién puede juzgar los sentimientos?, ¿cómo podemos calificar las reacciones?, creo que solo puede hacerlo quien lo ha vivido:

    «Puesto que se nos convoca, es seguro que partimos en misión. Estamos a fines de mayo, en plena retirada, en pleno desastre. Se sacrifican las tripulaciones como si se echaran vasos de agua en un incendio de bosque. ¿Acaso se pueden pesar los riesgos cuando todo se desmorona?»

    «Sabemos perfectamente que no se puede hacer otra cosa que echarse en la hoguera, aun cuando el gesto sea inútil. . . . . Hay un bosque inmenso que arde y, para apagarlo, sólo unos pocos vasos de agua para sacrificar. Pues bien, se los sacrificará.

    Correcto. ¿Quién piensa en lamentarse? ¿Acaso se oyó alguna vez entre nosotros algo que no fuera:
    “Bien, mi comandante. Sí, mi comandante. Gracias, mi comandante. Comprendido, mi comandante” Y, sin embargo, una sensación predomina sobre todas las demás en este final de guerra; es la del absurdo. Todo se resquebraja a nuestro alrededor, todo se derrumba de una manera tan total que hasta la muerte misma parece absurda. La muerte… carece de seriedad en este desbarajuste.»

    ¿Podrían pertenecer estas palabras al libro de Rudel?, la derrota, la desesperanza, el sentimiento de que el mundo se derrumba…, sin embargo las palabras pertenecen a otra derrota, a otro desdichado mes de mayo, casi a otro mundo. Son las palabras de Saint Exupery, en «Piloto de Guerra»…, ¿que mejor homenaje a un piloto que las palabras de otro piloto?

    Saludos.

  48. Acabo de terminar el libro. No voy a seguir recordando la suerte de Rudel, aunque creo que no es solo suerte, es determinación, pericia, experiencia, forma física, mentalidad y un largo eccétera de adjetivos. Cuando lo derriban o cuando le arranca la pierna el proyectil de 40mm, no todos pueden conseguir sobrevivir, la forma física entre otros muchos factores influyen mucho, por ejemplo.
    Al final y después de todo consiguió salir vivo del infierno. En este libro, como en otras memorias que he leído se muestra una vez más el diferente trato administrado a los alemanes según donde te hicieran prisionero. Al final y después de unas cuantas vueltas queda libre en 1946.
    Lo que más me ha gustado de la lectura han sido vuestros comentarios, los de Ulises por ejemplo que le han dado un giro a la lectura enfocándola en una dirección acertadísima, analizando el hombre, el héroe humano y hasta torpe, el As al que lo único que importa es seguir cumpliendo con su deber.
    A través de sus ojos nos ha ido relatando el frente oriental, las distintas batallas, la evolución de la ofensiva y la posterior retirada hasta el colapso final. Todo un privilegio el poder leer la guerra desde la cabina de su Stuka, sin los tecnicismos de los generales, sin la avalancha de datos de los historiadores.
    Un placer haber compartido la lectura con todos vosotros una vez más, desde luego esto es sacarle el jugo a un libro.
    Saludos.

  49. hace unos meses, por casualidad topé con una vieja edición en castellano de «piloto de stukas» del 53. realmente quedé impresionado. es un poco fulero saber que era simpatizante nazi. aunque supongo que la juventud que tenía cuando se encontró con el nazismo y estalló la guerra puedan explicar en parte eso. no sé…
    en todo caso me es imposible dejar de sentir respeto y admiración por este piloto con la voluntad de seguir peleando una guerra hasta el último momento y aún quedando casi solo. no es un maestro del literaura y sin embargo, tanto coraje y aventura atrapan.

  50. ¿Fulero?, ¿que significa?, me cito a mí mismo:

    ¿Qué es lo que sucedió durante el funeral de Rudel?, ¿Los jóvenes pilotos de la Aufklärungsgeschwader 51 “Immelmann”, estaban honrando a un piloto nazi?. Nada de eso, estaban honrando a quien fue Comodoro de la “Immelmann”, estaban honrando la camaradería, el heroísmo, la humanidad, el honor, esos valores que, independientemente de las ideologías, hacen que hombres como Rudel, Clostermann y Bader sean amigos.
    ¿Desmerece a Iván Koshedub el haber sido toda su vida un comunista acérrimo?. ¿Es menos héroe Douglas Bader por su postura acerca del Apartheid?. No, no es así, nada mancha el excepcional expediente de Hans-Ulrich Rudel, y lo demuestra el hecho de haber sido querido y respetado por grandes hombres a pesar de su ideología y con su ideología. Como dice Clostermann, lo que une es más grande que lo que separa.

  51. Soy un estudioso de la 2°guerra,y tengo la mayoria de las biografias de los principales protagonistas,pero este es un libro el cual no he podido leer ya que en mi pais (Chile)no lo e encontrado.¿Alguien sabe como lo puedo conseguir?.Gracias y saludos.

  52. Yo tengo la edición de Altaya

    Ronald, si no la consigues en papel, quizá te puedas apañar con la versión digital. Si pones en google «piloto de stukas exvagos» te llevará a una página en la que lo tienen en multiformato,

    Saludos

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