No es la primera vez que tengo el placer de que caiga entre mis manos una de las aún escasas obras del artista francés Romain Hugault, el cual se deja llevar en sus trazos por su gran pasión por la aviación de época; no obstante le viene de familia ya que su padre es coronel de las Fuerzas aéreas galas (y también porque es piloto desde que contaba con 17 años).
Uno de los grandes atractivos del trabajo de Hugault es su gran maestría a los lápices, trazando dibujos de personas y aparatos muy detallados, a los que, posteriormente, realza y embellece con el uso del coloreo por Photoshop (el empleo de una tableta gráfica de más de 1.700 € también ayuda, pero eso no quita mérito alguno y será algo sobre lo que trataremos más adelante).
En esta ocasión asistimos a lo que bien podría denominarse como su primera obra larga que, si mis datos no son erróneos, constará de 3 volúmenes (no me hagáis mucho caso) gracias a la prolija y brillante imaginación del guionista Yann (solo hay que ver la consagrada y extensa saga “Pin-up” centrada en la II Guerra Mundial y en la Guerra Fría (llegando hasta la visita de Jane Fonda a Vietnam del Norte) ofreciendo auténtico “barro” para lo que lo moldee el dibujante Philippe Berthet).
Frente oriental, 1943. En unos cielos custodiados férreamente por la Luftwaffe, la aviación soviética no duda en mandar al combate escuadrones formados por mujeres. Algo sorprendente para la época, aún para la URSS en la que el mal llamado “sexo débil” siempre ha tenido su puesto de igualdad junto al hombre, aunque tampoco los mandos tienen inconveniente alguno para que las “Brujas de la Noche” hagan frente a la tenaza nazi en biplanos Polikarpov de la I Guerra Mundial y sin paracaídas.
El oberleutnant Wülf es uno de los ases de la aviación germana a los mandos de un Heinkel 219 (El gran duque), pero no es uno más y eso se puede percibir fácilmente. Para empezar, su aparato carece de esvástica; en su gorra no luce el águila; y su saludo hitleriano brilla por su ausencia. Todos estos detalles no preocupan demasiado personalmente a su kommodore, pero el malestar en los mandos (y también entre ciertos individuos de la escuadrilla) es creciente, sobre todo entre los nazis más fervorosos.
En el otro bando está la teniente Lilya Litvasky, una de las “brujas”. Una mujer tan valiente como bella y astuta que, más que alter ego del oberleutnant Wülf, es coprotagonista de la historia y, a todas luces, da la impresión de que tanto ella como él están condenados a encontrarse de alguna manera y en persona, no solo sobre los cielos rusos.
Mientras las cosas se ponen más difíciles para Wülf por su resistencia, Lilya accede a un escuadrón masculino donde sabrá moverse a pesar de las envidias.
Bueno, ya va siendo hora de dejar el argumento y de que me centre en las cuestiones técnicas. Aunque haya hablado algo de ello al inicio de mi exposición, comentaré el trabajo de Yann como guionista de “Le Grand Duc”. Para empezar, la historia, en estos primeros pasos, está bien construida y enlazada, con buenos diálogos con sus notas de ironía y humor en su momento justo dentro de un drama militar. Eso sí, la idea que se centra en un oficial de la Luftwaffe en el frente oriental que se pasa “por el Arco del Triunfo” toda la parafernalia nazi y su simbología no es nada original, y esto lo digo por que ya lo he visto en “El As enemigo” de Garth Ennis, en el que un aristócrata alemán, aviador veterano de la I Guerra Mundial, vuelve a la carlinga de un aparato no para defender al III Reich, sino a su país.
El toque Yann que ya se vio en “Pin-up” no le abandona en esta obra.
En cuanto a la vertiente gráfica ya he ensalzado el buen trabajo de Hugault. Su trazo es muy limpio, con un realismo pleno y un gran nivel de detalle en el diseño de los aviones y otros vehículos. También es de aplaudir la gran capacidad que tiene para crear impactantes escenas de combate aéreo. La parte negativa es que, gracias al uso ¿excesivo? del Photoshop, es posible que no estemos ante un dibujante de cómic tradicional que pasa a detallar todas las viñetas de arriba abajo con sus lápices. Tampoco es que esta cuestión suponga algo malo, ya que aporta mucha belleza y atractivo a las planchas; pero si el autor no se dedicara a la tableta gráfica con tanto mimo, o si se regresar a color no digital, ¿el resultado sería tan destacable? Esto ya es algo demasiado subjetivo.
El volumen lo he tenido que leer en francés y gracias a que me lo han dejado. La razón es que esta obra no está a disposición del público español, algo lamentable y que es fruto de la extravagante situación del comic, tanto nacional como internacional, en España.
Creo que aún tardaremos en ver la continuación debido a las horas que exige la producción. Es el precio de la calidad.
Lengua: FRANCÉS
ISBN: 978-2-88890-277-5
Nº Edición: Primera
Año de edición: 2008
Editorial: PAQUET (Cockpit)
Plaza edición: Bélgica
Páginas: 48
Las reseñas del Comandante son siempre una sorpresa, siempre nos trae algo distinto y totalmente novedoso. En este caso queda lejos de mi alcance pues no tengo ni idea de francés, pero me he quedado con ganas de poder acceder al libro, a ver si se deciden a traducirlo al castellano. El tema y la trama son de lo más sugerente.
Desde luego la portada es magnífica, si todos los dibujos son así…
Gracias Rodrigo. Uno de mis propósitos es sorprenderos todo lo posible con obras que se salgan de la norma. Este caso, que todavía está en francés, es otro de los «delitos» que cometen las editoriales españolas ya que la calidad del nuevo comic franco-belga es de primer orden y muchos de nuestros artistas nacionales tienen que emigrar a editoriales belgas y francesas (también americanas, pero eso ya es otro tema), para poder mostrar sus buenos trabajos. Igual tenemos suerte y lo vemos en nuestra lengua.
Los dibujos del interior, Victor, son otro tanto de la portada y para que todos podáis ver pequeñas joyas de este autor, os pongo a continuación enlace a su blog en el que podréis ver fases de sus proyectos, aviones y demás:
http://romain-hugault.blogspot.com/
Son bestiales los dibujos, si parecen mejor que fotos reales, muy buenos.
Yo no soy muy aficionado al cómic, pero reconozco que detrás de cualquier cómic, y más con esta calidad, hay un trabajo bestial y que muchos superan a los libros convencionales, al igual que hay películas de animación que superan a un film convencional con actores de carne y hueso.
Me contento con que comencéis a apreciar al Noveno Arte, amigos míos.
Si me permite, quisiera plantearle lo siguiente en la categoría de cómic histórico. Han añadido la introducción de un cómic «Le grand Duc, Vol.1…» en lengua francesa, sin embargo en esa misma introducción hacen alusión al cómic «As enemigo» de Garth Ennis, indicando que tiene similitudes con el cómic francés, hasta aquí todo correcto. Bien, mi planteamiento es no hubiese sido mejor al reves presentar y comentar un cómic en este caso el de «As enemigo» de Ennis, el cual se encuentra en español. Lo digo con todos los respetos y sin ánimo de ser pretencioso; creo que si hay comics históricos en el idioma español (al igual que libros) estos deben de tener preferencia, pues estamos en una página en español ¿no?, anque se introduzcan otras obras en otros idiomas.
Por otro lado , por favor el cómic «Los centinelas» en que categoria lo tienen puesto, observo que no esta en cómic histórico,anque la trame de este sea un poco fantastica… se van añadir todos los cómics en esta categoría o se ampliaran otras dentro de «cómic»
Aprovecho para comentar como lector y amante hace años del noveno arte y en particular (donde nos encontramos) del cómic histórico que aunque actualmente hay pocos cómics en español de índole bélico, (en comparación con idiomas como el francés o el inglés) las editoriales en España van ampliando su oferta… hay obras tan buenas entre otras como: U-29, de Rotomago, Calvez basado en la obra «El templo» de H.P. Lovecraft, o el excelente cómic de Jacques Tardí «La guerra de las Trincheras» las cuales recomiendo si me lo permiten. Si, poco a poco se van añadiendo nuevos títulos en español y va haciendo que los amantes, conocedores, amigos y aquellos que se quieran acercar al «noveno arte» y no tengan prejuicios también disfruten en este aspecto.
Un saludo y hasta otra.
Mis disculpas, ya están añadidos «Los centinelas» y «Cat Shit One» en la categoría de Cómic histórico que habíamos creado recientmente y que se nos olvidó añadir las obras ya reseñadas.
Saludos y gracias por las recomendaciones Hernando.
Pues sí, JF Hernando, lo que pasa es que las musas son caprichosas, sabes, y uno no termina escribiendo en el orden más correcto.
Conozco a Tardi y es posible que en breve escriba sobre él.
Gracias por tus palabras.
Yo también iba a darle un toque al tocayo, jejejeje
Hace unos pocos meses salió la 2ª parte: Le Grand Duc, Volume 2: Camarade Lilya.
En este caso la acción se traslada a un año después hasta fines de 1944 e inicios de 1945.