He de reconocer que esperaba mucho más de este libro: cuando oí su título, Las cosas que llevaban los hombres que lucharon imaginé un ensayo sobre Vietnam que usaba como hilo argumental el equipo que los combatientes portaban en cada misión (cargadores de M-16, minas Claymore, apósitos sanitarios, la cerda, etc.).
Nada más lejos de la realidad.
No nos encontramos ante un ensayo si no ante un volumen de narrativa a caballo entre el testimonio, la novela y la reflexión, todo ello mezclado a salto de mata.
Me recuerda vagamente a la película Los Sueños de Akira Kurosawa.
La vergüenza, la cobardía, el horror, la mierda, la culpa, el perdón y la auto justificación, los encontramos como soporte de una sucesión de experiencias, parte reales pero sobre todo “adornadas”, de compañeros de pelotón de Tim O’Brien (el autor).
Tan solo el primer relato, pues tiene la apariencia de un libro de cuentos cortos, es el único que tiene relación con el título, aunque no en el sentido en el que yo esperaba y me hubiera gustado; los calmantes de uno, las medias de la novia anudadas al cuello de otro, la fotografía de una novia virgen de un tercero, el tomahawk y el evangelio de un cuarto, los comics de un quinto…
El resto de los relatos hablan de personajes y vivencias en torno a la guerra, pero no hablan de la guerra. No es platoon, ni la colina de la hamburguesa, ni black hawk derribado, ni la delgada línea roja. Es sicodelia, luces estroboscópicas, LSD de los sesenta y setenta; sólo ver la fotografía del autor ya debería haberme dado una pista.
Bien dice el autor que los buenos relatos de guerra no tienen moraleja.
Para mi gusto, tres destacan sobre los demás, y esto es puramente subjetivo, claro: el de su intento de deserción a Canadá y su interesante concepto de lo que es cobardía, el del campo de mierda por su crudeza, y el último sobre la niña-novia con cáncer y su justificación para escribir.
Por último, del mismo modo que digo que esperaba otra cosa bien distinta, también he de confesar que no me he aburrido leyéndolo y que me ha resultado agradable. Pero… no volvería a leerlo.
- Tapa blanda perfecta: 272 páginas
- Editor: Anagrama Editorial; Edición: 1 (30 de junio de 2011)
- Colección: Otra Vuelta De Tuerca
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8433976001
- ISBN-13: 978-8433976000
Gracias por la reseña Ignacio.La misma impresión tuvé yo ante el libro.No lo he leído pero me imaginaba una biblia,una foto o demás.
¿Como puede uno soportar una guerra si no es con alcohol,con drogas o demás?.Yo no lo sé,por suerte nunca he estado en ninguna,y espero no estarlo,aunque me apasione leer sobre ello.
Hace un tiempo reseñe Los Hombres Que Miraban Fijamente A Las Cabras de Jon Ronson.Quizás más conocido por la peli de Clooney y cia,es una «ida de olla» divertida que mezcla la «locura-inocencia» de los americanos,sumado a una buena dosis de LSD.
¿Pero que soldado no ha necesitado de algo que le insufla valor en la sinrazón de un campo de batalla?
Ahhh,bueno,sí,perdón,me olvidaba de unos soldados nacidos para la guerra: Los Espartanos.