La guerra del vino, Don & Petie Kladstrup

Conocí este título por casualidad, y después de leerlo no me ha dejado indiferente. Supongo, que su llamativo título “La Guerra del Vino; los franceses, los nazis y el tesoro más grande de Francia” me llamó la atención; y me la jugué y lo compré, a pesar de que como sabéis, con este tipo de títulos no sabes que te vas a encontar. O te encanta, o te parece uno de esos bodrios escritos bajo el marco de la SGM en el cual parece que casi todo sirve para ser publicado.

Pues este se me ha quedado a mitad de camino entre los dos puntos. Por un lado, me ha parecido un libro entretenido, en el que se narran las relaciones vinícolas entre Alemania y Francia durante la SGM, el expolio al que Francia se vio sometido en ese aspecto, y las triquiñuelas de poca monta (porque eso fue todo…) que los viticultores franceses dispusieron para sabotear los envíos de su tesoro más preciado a los campos de batalla donde los alemanes se batían el cobre y que en el libro, sus protagonistas intentan pretender elevar a la categoría de grandes sabotajes que contribuyeron a la derrota final alemana.

A parte de esto, el libro contiene multitud de anécdotas que hacen pasar al lector un rato muy agradable. Los mejores vinos franceses consiguieron ser ocultados y puestos a salvo de los alemanes. Reetiquetaciones de vinos para conseguir hacer pasar los peores vinos por los de mejor calidad, bodegas ocultas en los bosques, tabiques que ocultaban pequeñas despensas, cuevas… Un auténtico despliegue de imaginación sin duda que hicieron que las mejores cosechas de la historia de Francia no fueran puesta a total disposición de los grandes jerifaltes de Berlín, como por ejemplo Goebbles o el más aficionado al vino, y tantas otras cosas, Hermann Goering.

En este aspecto que acabo de comentaros, el libro me ha resultado bueno, incluso diría que interesante y ameno, ya que te hace pasar un rato agradable, y sobretodo, se sale de la temática típica de los libros de la SGM, tratando aspectos secundarios de una ocupación, que por mucho que nos intenten hacer creer algunos autores, no fue tan traumática como pudo serlo en otras zonas ocupadas por los alemanes.

Y aquí es donde en mi opinión viene el lío. No se porqué me he quedado con la sensación de que los franceses con su boicot al vino enviado a los alemanes hicieron más por la liberación de Francia que las tropas aliadas. Este es el punto flaco del libro, que fastidia un argumento muy bueno al que se le podía haber sacado un partido mucho mayor. El libro está plagado de testimonios de viticultores franceses que nos exponen y anuncian que con su encomiable labor consiguieron poner en jaque a las autoridades alemanas durante la ocupación, lo que facilitó sobremanera la intervención de las tropas aliadas en territorio francés, gracias a que los primeros se vieron obligados a desviar su atención ante las estratagemas de los segundos. Se trata sin duda de ese orgullo francés post-bélico que aún hoy intenta ocultar la humillación sufrida durante la SGM y que pretenden hacer de todo cuanto se hizo en Francia durante cinco, repito cinco, años de ocupación un acto de resistencia patriótica ante el invasor.

No os recomiendo adquirirlo, a pesar de su precio, el cual es bastante bueno, pero si cae en vuestras manos echarle un vistazo, porque hace pasar un buen rato al lector. Yo lo resumiría con dos notas; Si lo que buscamos es entretenimiento, le pondría un 7. Si buscamos rigurosidad histórica y una perspectiva neutral del verdadero de papel e importancia del aporte vinicola a la resitencia civil contra los alemanes, mi nota es 1.

Un saludo.

Lengua: CASTELLANO
ISBN: 978-84-977-727-61
Año de edición: 2007
Editorial: Obelisco
Plaza edición: Barcelona
Páginas: 296

8 comentarios en “La guerra del vino, Don & Petie Kladstrup

  1. No se que decir, recuerdo un documental donde hablaban del asunto del vino: la producción estaba bastante estancada en esa época y cuando vinieron los alemanes hicieron pedidos en gran cantidad para el ejército y demás; con ello muchas bodegas hicieron su agosto.

  2. En definitiva estamos ante uno de los muchos libros de anecdotas que se publican sobre la IIGM. Puede ser entretenido pero dado que no lo recomiendas, seguiré el consejo. Hay aspectectos de la ocupación que me parecen mucho mas interesantes, como el saqueo de obras artisticas, la relación de los intelectuales con la resistencia, o el coloboracinismo. Ya me gustaría que los franceses dejasen a un lado su conocido chovinismo y publicasen un buen libro que tratase de la colaboración. Por mucho que se ensalce a la resistencia, lo cierto es que Francia perdió la Guerra por carecer sus elites y población de una verdadea voluntad de lucha y resistencia como la que si tuvo Inglaterra, y que en los primeros años de la guerra gran parte de la población acogió el régimen de Vichy con entusiamso y a Pétain como un verdadero salvador. La actividad de la resistencia siempre se ha magnificado y sobrevalorado. Vease la pelicula “Lacombe Lucien” de Luis Malle. En todo caso gracias por la reseña.

  3. APV; yo creo que negocio, negocio, no hicieron. Las cosechas durante esos años fueron malísimas, a excepción de la de 1945, que fue una de las mejores según el libro. Como ya sabréis los alemanes pagaban un poco los precios que querían, y luego posteriormente se lo cobraban en impuestos que se sacaban de debajo de la manga, así que yo creo que muchos viticultores se daban por contentos si no les expropiaban su propiedad. Hay que decir, que ni ganaron, ni tampoco perdieron mucho. Es más; muchos de ellos hicieron posteriormente negocios con “Weinfürher” alemanes que se encargaron durante la ocupación de las diferentes comarcas agrícolas de Francia.

    Ignacio; No puedo estar más de acuerdo con tu reflexión sobre el tema. Me apunto la película que has nombrado y no conocía. A ver si consigo hacerme con ella para verla.

    Un saludo a los dos.

  4. Hay varios temas interesantes que se pueden considerar “colaterales” a la Historia Militar en si misma. La Segunda Guerra Mundial sin duda creo que es el conflicto más estudiado y difundido y seguro que hay miles de “otras historias” añadidas para contar que pueden resultar muy interesantes. Esta podría haber sido una de ellas, al igual que como comentabais más arriba el referente a la obras de arte, pero como suele suceder, al final y con perdón “la cagan”. El querer dar más protagonismo del que tuvieron ciertos hechos o querer forzar la importancia de algo que en realidad no la tuvo es hacer que todo pierda fuelle e interés pase de ser algo interesante a ser algo no recomendable. Gracias por la reseña Félix.

  5. Mira que son chauvinistas los franceses, aún dirán que ganaron la guerra a base de resacas descomunales. Eso si tienen unos vinitos que madre mia. Seguro que los alemanes ni olieron el Chateau Petrus, para los que no dominais el tema del vino deciros que dicen los expertos el mejor vino del mundo.

  6. Bah, como siempre los franceses exagerando, incluso en el apartado de los caldos: aparte de su propia producción en el Rhin, los alemanes podían disponer de los excelentes vinos italianos, de los griegos, e incluso de los riojas, dueros, jumillas, etc, de nuestro país.

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