La guerra de Charlie Wilson, George Crile

27 de Diciembre de 2009. Tropas soviéticas entran en territorio afgano dispuestas a ocupar el territorio en nombre del gobierno títere comunista recientemente instaurado. Empezaba, oficialmente, la Guerra de Afganistán.

Bueno, quizás el título sea un tanto exagerado para referirse a esta guerra, pero siempre hacen falta títulos sonoros para vender los libros. Wilson sobre todo se encargó de conseguir ríos de dinero para sufragar la campaña de la CIA, pero el dinero es el nervio de la guerra, y el resto de protagonistas de la guerra secreta en Afganistán terminó reconociendo que todos fueron importantes, pero solo Wilson fue imprescindible. Todos tenían ideas, valor y armas…Pero solo Wilson puso el dinero, muchísimo dinero, toneladas de dinero, para hacerlo todo real y unirlos a todo en el esfuerzo común por romper los huesos del Ejército Rojo y expulsarlo de Afganistán.

Y esa fue la misión redentora de Wilson. A la vez que abusaba al máximo de las ventajas de su cargo, que le permitían a él, el congresista más pobre, viajar siempre con todo el lujo posible a costa de los contribuyentes, Wilson tiró de las cuerdas adecuadas en el congreso, y logró los compromisos adecuados en el extranjero. Así Gust Avrakotos, el principal asesor americano de la junta de los coroneles en Grecia, tuvo las manos libres dentro de la C.I.A para reclutar su propio grupo de expertos inadaptados, que organizaron, armaron y dirigieron a los guerrilleros afganos con el único fin de “matar rusos”. Era  una guerra sucia, sucia hasta el límite de lo inconcebible. Cuando un grupo de congresistas ultra-conservadores solicitó a la C.I.A que reclutase a los prisioneros rusos amantes de la libertad para formar un grupo de resistencia, hubo que informarles con pruebas fotográficas que solo un demente se dejaría capturar vivo por los afganos. Al final hubo que “comprar” cuatro prisioneros a 50.000 dólares cada uno, a los que las atenciones de los afganos habían vuelto locos. Las mulas de Kentucky aguantaron con notable estoicismo el mismo degradante tratamiento.

Ciertamente era una guerra muy sucia, pero en EEUU había mucha gente que quería llevar la guerra al extremo. Era la hora de pasar a la ofensiva contra la URSS, aunque fuese a costa de la sangre afgana. Al fin y al cabo, soviéticos y americanos no llegaron a combatir nunca frente a frente. Para eso estaba el tercer mundo. Y si America había tenido su Vietnam, querían que también lo tuviese la URSS. ( El pequeño detalle de que la China Roja también hubiese apoyado a Vietnam del Norte se obvió elegantemente, para poner sus fábricas militares al servicio de los Muyaidines.).

Así que el libro describe el proceso que permitió que los americanos dirigiesen un esfuerzo multinacional de apoyo a la guerra en Afganistán. Fue un proceso muy complicado que el libro detalla minuciosamente a lo largo de más de 600 páginas. Una guerra siempre es complicada, pero todavía más una guerra secreta para equipar a una guerrilla tercermundista que tiene que enfrentarse a las tropas de una superpotencia como la URSS, y sin que esta decida tomar una represalia contra los aliados de sus enemigos. Curiosamente en su afán por dotar a los guerrilleros de todos los medios posibles para enfrentarse a los soviéticos en una guerra asimétrica, nadie pareció querer prestarle demasiada atención al hecho objetivo de que algún día podrían ser los EEUU los que tendrían que enfrentarse a ese entrenamiento. Los afganos jugaban su propio juego. Carecían de equipo adecuado para enfrentarse a la fuerza aérea rusa, y cuando los americanos les empezaron a proporcionar los mísiles antiaéreos Blowpipe, cualquiera diría que los emplearían de inmediato. No obstante, en los registros realizados durante el actual conflicto, se han encontrado Blowpipe almacenados. De hecho, cuando empezó a quedar claro que los soviéticos se terminarían por retirar, los fantásticos Stinger empezaron a desviarse hacia Irán, con el consiguiente disgusto de la C.I.A y el cierre del grifo. Si les sobraban los Stinger, que derribasen los Hind a pedradas.

En fin, es de esos libros donde se puede decir que si no agotan el tema tratado, poco les falta. La organización a través de la C.I.A y el Congreso del apoyo norteamericano e internacional al conflicto año por año, con el testimonio directo de muchos de los protagonistas. Así pues, si a alguien le interesa el tema, el libro es totalmente recomendable. De lectura agradable, muy documentado, y bien escrito. Va muchísimo más allá de la película, que siendo totalmente recomendable, simplifica enormemente la cuestión ( lógicamente) y eleva a los altares a Charlie Wilson ( no tan lógicamente). Como siempre, dentro del gusto por simplificarlo todo, la película sugiere que todo se hizo bien durante una década, y al final se estropeó todo en un año. El libro deja claro, inevitablemente, que se llevaban equivocando desde el principio. Al fin y al cabo Vietnam fue siempre un aliado fiel de la URSS. ¿Siguió siendo un aliado fiel de los EEUU Afganistán?. La pregunta que el congreso y Charlie nunca quisieron hacerse. Era demasiado bonito matar rusos, gastar millones y visitar países exóticos donde se les trataba como jefes de estado. Al fin y al cabo el alcoholismo de Wilson lo puso al borde de la muerte, y sus perspectivas de futuro no eran muy boyantes. Quizás por eso prefería vivir como si el futuro ( el suyo y el de la política exterior de su país) no existiesen.

Si hay algo que me gustaría precisar, es que aunque Charlie Wilson llegó a admirar y a identificarse con Harry Flashman ( El personaje de las imprescindible, inolvidables, inimitables, inmejorables novelas de George Mac Donald Frase) no debió leer una de las novelas, si podía pensar ( Como se cita en el libro) que al final Flashman siempre se comportaba como un héroe y su valor salía a relucir. Curioso, yo me he leído las novelas con pasión, detenimiento e infinito placer, y no recuerdo que el valor de Flashman salga a relucir más que en una ocasión, y por que le intoxican con hachís.

Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788496968363
Colección:
Nº Edición:1ª, Almuzara 
Año de edición:2008
Plaza edición: CORDOBA

17 comentarios en “La guerra de Charlie Wilson, George Crile

  1. Excelente reseña, casi que no me hace falta leer el libro con los datos que aportas Uro. Tengo que reconocer que empecé a ver la pelicula y me quedé dormido. La tengo pendiente por ver. Por cierto me imagino que la fecha que marcas en el inicio ha sido un desliz, ¿no?.

    Saludos y Felices Fiestas Uro.

  2. 😀 Que bueno, 2009. Jojojojo. 1979 of course, 2009 es 30 aniversario.

    No te creas, como digo el libro es una versión mil veces ampliada de la película, con una cantidad de datos abrumadora, descendiéndo hasta lo más anécdotico. Incluso cansa semejante despliegue ( Tampoco me hacía falta conocer los planes para la fallida boda de Charlie).

    A mí me gustó la pinícula. 🙁

  3. A ver me quede dormido es una forma modesta de decir que mi mujer tenia otros planes esa noche…
    Lo que si que es cierto que no la he vuelto a ver, mira tu por donde esta noche la veremos, eso si no…

  4. Una pregunta para Urogallo o para cualquier otro que haya leído el libro. ¿El personaje que interpreta Julia Roberts aparece en el libro o es un compendio de varios de los «contribuyentes» de la aristocracia ultraderechista republicana que ayudaron con pasta e influencia? Me encantó el personaje y que se peinara las pestañas con una aguja, si no recuerdo mal. También me encantó Seymour-Hoffmann como Avratokos (aprovecho para recomendaros «Antes que el diablo sepas que has muerto» en la que también sale, en uno de sus antológicas apariciones). Supongo que el tal Avratokos era más siniestro, más cabroncete (no hay más que ver qué había hecho antes en Grecia), pero en la película Seymour-Hoffmann lo borda. Buena trilogía de reseñas de la Guerra Fría, Urogallo.

  5. Muchas gracias Leiva.

    Pués curiosamente, el personaje de Julia Roberts, Joanne Herring, me parece que es el que resulta más logrado. Charlie Wilson, como ha comento, está totalmente mitificado, y de Avrakotos se esconde el caráceter de «chico de la calle»/agente de operaciones sin escrúpulos, del que presumía. Pero Herring si que aparece tal y como era: Una millonaria texana, de una ideología ultra-derechista ( Sustituyó desde 1985 a los Talibanes por los guerrilleros angoleños de Jonás Savimbi), dispuesta a mover hilos sociales de alto nivel ( No aparecen los contactos europeos, ni las referencias a la «internacional anti-comunista»…) para apoyar la causa de Afganistán-Pakistán, y mantener a Wilson conectado con ella.

    Personalmente me parece que es el único personaje que queda retratado perfectamente en la película, con esa mezcla que Roberts le da de frivolidad y fanatismo. ( Aunque yo creo que debería haber sido algo más frívola todavía).

  6. CarambaUro!!
    Le has dado la orden al cómitre de leer a marchas forzadas, ultimamente no sé cómo logras tanto tiempo suertudo. ¡cuéntanoslo!
    La reseña muy buena a ver si me hago con el libro
    un saludo

  7. Es fácil, estoy de baja por un problema respiratorio. ¡ No lo recomiéndo !.
    Aunque no tan grave como el pobre Charlie cuando tuvieron que llevarlo al congreso a votar con el suero colgando. Ya sabeís, el whisky y las enfermedades de corazón no se llevan bien.

  8. ¡Vaya patinazo! Discúlpame.
    Hago votos por que tengas un restablecimiento total y raudo amigo Uro. Mientras te pido que nos sigas mosatrando estas interesantes lecturas.
    un saludo

  9. Uro recuperate pronto pero sigue con el mismo ritmo de reseñas. A por cierto hoy ha caido Juego de Tronos, a ver si espabilas y vas pensando en hacer una reseña. Ya se que estoy desvariando la reseña de Wilson, pero he estado a punto de comprar Muerte de la Luz del mismo autor que CDHYF, ¿sabes algo?.

  10. Al igual que don Uro, recomiendo encarecidamente el libro, no he podido ver la película, creo que no me he animado para no perder la visión del libro, en su momento el libro me cayó en las manos por pura casualidad, al final el interés en la guerra afgana desvió mucho dinero que de otra manera hubiera caído en manos de los Contras en Nicaragua, Wilson y Somoza estudiaron juntos en la academia Militar Lasalle y eran compañeros de parranda. Pero bueno no demos muchos avances para no estropearles la lectura, hay relatos que son casi increíbles y este libro es un buen ejemplo de cómo la realidad supera la ficción. Que se mejore don Uro.saludos

  11. No preocuparsus, que en un par de días me dan el alta. A Charlie Wilson le hizo falta un corazón nuevo, así que eso que le gano.

    Yo no he leido NADA de Martin que no sea CDHyF, por más que me hayan recomendado el que citas y el sueño del fevre…Pero es que Canción me gusta por el ambiente en el que se desarrolla, y el resto de historias, de vampiros, cientificos…no me llaman.

    No se yo si reseñar a Martin entraría dentro de la página, al que si se podría reseñar es al maestro del terror-histórico Tim Powers. La verdad que es un autor que si que se podría reivindicar, y que une la fantasía con la historía.

    Guayo, solo una precisión. Wilson fué amigo de Somoza y compañero suyo de parrandas, como relata el libro, pero el congresista estudió en Annapolis, puesto que fué oficial de la marina. ( Donde aprovechaba para traficar con licor gibraltareño). Esto no le impidió sentirse siempre como un traidor por haber abandonado a la contra, y a un buen amigo, como califica a Somoza.

  12. Tiene toda la razón don Uro, por tratar de fiarme de mi memoria confundí al congresista Jack Murphy con Wilson, Murphy fue el que estudio con Somoza primero en LaSalle y después en West Point y el fue el que introdujo a Somoza al senador Tejano. Gracias por tu aclaracion. Saludos

  13. Curioso, en ese mismo aspecto, los escrúpulos sobre si los Israelíes y los saudíes podían apoyar simultaneamente a los afganos. En el apoyo a la contra no habían tenido el mismo problema. ( Un milloncete mensual de los saudíes, y armas israelís en agradecimiento al apoyo en la ONU de la dinastia Somoza).

  14. En EL PAÍS de hoy, Pablo Pardo escribe una necrológica sobre la muerte de Charlie Wilson.

    Extracto: «La periodista Melissa Roddy afirma que el ex-congresista y varios de sus colaboradores se beneficiarion económicamente de la ayuda a la resistencia fgana invirtiéndo en las empresas cuayas armas luego eran compradas por la CIA…»

    Un hombre que le conocía decía que solo Jhon Wayne podría haberle interpretado.

    Desde luego, no es una crítica positiva, ni mucho menos. El tema del alcohol y de la cocaina también se recuerda.

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