Qué difícil se me hace a veces el reseñar un libro de una saga y de un escritor del que tanto se ha dicho y se ha escrito. Y es que escritores como Delgado Bañón donde su nombre ya es sello de calidad y entretenimiento asegurado, a la hora de reseñar un nuevo volumen de su saga despierta ese doble filo peligroso; por un lado la emoción de contar la apasionante historia que he podido disfrutar y por otro lado lo complejo de reseñar sobre un autor del qué todo se ha dicho ya sin caer en el tedio.

Así que pidiendo perdón de antemano seré breve en la reseña de éste nuevo y decimoquinto volumen de Una Saga Marinera Española. Si tuviese que definir el libro en una sola palabra, esa sería sin duda «AVENTURA».

Y es que en este caso, el Señor Delgado se ha estrujado el seso para conseguir dar un giro a su saga. Y es que siguiendo cronológicmamente situado en la Guerra de la Independencia en este caso y para dar un vuelco original a la saga, para no caer en la tentación del continuísmo, el narrador ha tenido a bien mandar a nuestro Leñanza a una misión que nada tiene que ver con las visicitudes de una guerra que ya dura años y que tiene a la península ibérica entera levantada en armas con ejércitos propios y extraños en toda la extensión de su territorio, tanto terrestre como naval.

En este caso Leñanza es enviado por el Gobierno de la Regencia con su ya conocida fragata Proserpina a la búsqueda de un navío portugués, la fragata Andorinha, buque del que nada se sabe desde hace tiempo y que debió llegar a Cádiz cargado con un gran cargamento de de caudales y tesoros de las colonias americanas. Es la aguja que ha de buscar Leñanza en el gran pajar del Océano Índico, con muy pocas pistas sobre las que apoyarse. Una aventura que le deparará situaciones totalmente nuevas y que nada tienen que ver con lo que acostumbra, donde vivirá y aprenderá de otras regiones y culturas, donde tendrá que tratar con otras gentes que nada tienen que ver con el ejército o la armada como por ejemplo traficantes de esclavos, en otras tierras donde España no representa nada y no tiene intereses como son las colonias africanas portuguesas.

Toda una suerte de aventuras en los confines de un mundo desconocido y con único y vital objetivo, la búsqueda de un navío cargado de tesoros del que nada se sabe y por el que muchos darían la vida por la mitad de la mitad de su valioso cargamento. 

Todo esto con las características de la narración que acostumbra la saga, con los pensamientos y situaciones por boca del protagonista Leñanza del que en este caso tiene que salir adelante de la muerte de su esposa y otras situaciones personales llenas de dificultades y recovecos.