La España oceánica de los siglos modernos y el tesoro submarino español, VV.AA.

Hace un tiempo, aquí, en Novilis, os reseñé «La Empresa de Inglaterra (La ‘Armada Invencible’: fabulación y realidad)» de la serie Estudios nº 17, de la Real Academia de la Historia, obra de una serie de conferencias donde el autor Alcalá-Zamora y Queipo de Llano ponía al descubierto todas las patrañas de la historiografía inglesa, incluso la patética y denominación hostil «Armada Invencible». Ahora, os traigo el nº 21, de la misma serie y el mismo autor, pero en colaboración con otros autores, cuyo titulo es: «La España oceánica de los siglos modernos y el tesoro submarino español», obra que procede de una serie de conferencias (diez en total) el cual recoge la obra que os reseño. El libro al igual que la publicación «La Empresa de Inglaterra…» desmonta y denuncia entre otras cosas a la historiografía anglosajona que tanto ha mentido y tapado… El capitulo: Las Invencibles de Inglaterra y los ataques al Imperio español, el autor pone en evidencia la inconsistencia y absurdo de enfoques sesgados, etc., además muestra los verdaderos puntos débiles y fallos de las «Invencibles de Inglaterra» al igual que del Imperio español haciendo un ejercicio de imparcialidad [algo que muchos autores anglosajones (sin querer generalizar) evitan]. En las «Invencibles de Inglaterra» se subraya los grandes desastres navales (sus Invencibles) silenciadas por la historia anglógrafa. Un ejemplo de esto ultimo que apunto lo encontramos en el hecho que Inglaterra envió una «Invencible» de cien naves con más de diez mil soldados contra España (concretamente a la ciudad de Cadiz) pero el desembarco y el ataque se «estrelló», volviendo a Inglaterra tan diezmada en bajas humanas y daños materiales (fue destruido un 90 por ciento de la dotación). Una verdadera calamidad de una «Invencible » de Inglaterra. De este episodio de la historia de Inglaterra, el profesor Geoffrey Regan en su obra Incompetencia militar lo pone como primer ejemplo el desastre. O sea, un capitulo que ya de entrada y sin más preámbulo recomiendo a leer en primer lugar; pero la obra es mucho más que hasta lo ahora apuntado…, es una obra que trata tres temas principales, pero que en el fondo de un modo u otro van entrelazando o tienen mucha conexión.

El primer tema:

La importancia del Imperio español en los siglos modernos desde sus inicios, amenazas y derrumbe, pero tratando las dimensiones e influjo mundial que proyectó.

El segundo tema:

Un enfoque histórico amplio: el expolio continuo y creciente de buques naufragados o pecios españoles en todos los océanos y mares acaecidos durante los siglos XVI al XVII, cuyo volumen económico extraordinario y proyecciones posibles de el tesoro submarino transportado bajo pabellón español tiene derecho nuestro país, España, y por descontado también de participación, donde hay que hacer valer nuestro derecho y luchar contra individuos, empresas poco escrupulosas neosaqueadoras oceánicas las cuales sólo ven la rapiña en el Tesoro Oceánico Español, sobre todo, el de las Indias. Alguien se puede preguntar: ¿Por qué tratar estos temas?, bien, porque la arqueologia submarina nos pone en contacto con ella, con la España oceánica de los siglos modernos. La arqueología submarina de España es enorme, puede decirse con toda seguridad, que ningún otro país del mundo tiene un patrimonio arqueológico submarino semejante como el de España, y eso fue debido a su política, historia y el papel importante que sus buques jugaron en la Historia Universal. La arqueologia submarina española también es Patrimonio de la Humanidad y uno de los pilares más llamativos de nuestro rico y mal comprendido Patrimonio Histórico. En cuanto a este segundo tema o punto veamos un ejemplo ilustrativo:
El galeón Ntra. Señora de Atocha se hundió en 1622, frente a las costas de La Florida, había sido construido en La Habana en 1620, desplazaba 550 toneladas, con 112 pies de eslora, 34 de manga y 4 pies de calado. Su cargamento. 24 toneladas de plata en 1038 lingotes, 180.000 pesos en monedas, 125 barras y discos de oro, 3000 esmeraldas, 350 cofres de Índigo, 525 fardos de tabaco, 528 lingotes de cobre y 1200 libras de platería, además de joyas y bienes personales no registrados. La nave fue sorprendida por un huracán y se hundió junto a la Santa Margarita y Ntra. Señora del Rosario, hubo 265 muertes, únicamente sobrevivieron cinco personas y se hundiría a 17 metros de profundidad; los españoles durante años buscaron el galeón sin conseguirlo, hasta que con el devenir del tiempo del Sr. Mel Fisher, tras veinte años de búsqueda descubrió el pecio en 1985, con su preciado cargamento el cual sería valorado en 500.000.000 $, previamente a este descubrimiento en 1980, se halló el pecio de Santa Margarita con su tesoro de lingotes de oro, monedas de plata y joyas. En la actualidad los tesoros encontrados de los pecios de estos buques constituye la colección de Mel Fisher en el Maritine Heritage Society Museum. Una parte de ese tesoro fue subastada, España se gastó 250.00 $ en adquirir algunos objetos que teóricamente le pertenecían…, pero ello es un simple ejemplo de unos cuantos más, además hay que tener en cuenta que el patrimonio español que yace «olvidado en el fondo del mar» ascendería a unas 1600 toneladas de oro, 34 toneladas de plata, cientos de kilos de piedras preciosas y joyas, valorado entre unos 50.00 a 80.00 millones de € según el especialista y cazatesoros Sr. Claudio Bonifacio. Por otro lado y en este mismo punto, la obra denuncia la actitud (no siempre) de España en cuanto a los pecios. El capitulo: El tesoro submarino del Imperio y La arqueologia submarina hoy en España nos muestra una actitud pasiva, como si con ella (con España) no fuera la cosa. Es necesario y urgente crear una sociedad estatal que controle y organice campañas arqueologicas subacuaticas con financiación privada y estatal que evite expolios, un ejemplo de ello. En el año 2007, se llevó a cabo un vergonzoso expolio a manos de compañía Oddissey cuando halló caudales por valor de unos 500 millones de dólares en aguas españolas. El tesoro del descubrimiento fue llevado al Peñón de Gibraltar (menudo «paraíso» el peñoncito, entra de todo) y de allí a los EE. UU. ante la pasividad de las autoridades españolas… Gracias a la presión mediatica en medios de comunicación y al Ateneo de Madrid se hizo que el Gobierno de España tomara medidas y se denunció en los juzgados a la sociedad estadounidense por el expolio. Sí, el interés de la Real Academia de la Historia según nos indica la obra en su pagina 45, es:

«Reiterar (de nuevo) la inmensa importancia del Patrimonio Arqueológico Submarino para el Patrimonio Histórico y Cultural de España».

El tercer tema:

Recordar a los españoles de hoy la obra civilizadora y constructora de un continente (América) llevada acabo durante trescientos años en el periodo de la Edad Moderna , por España, obra que no tiene parangón por ninguna otra nación salvo Roma. Los autores desean que nos sintamos orgullosos de tales antepasados, de su historia, de su obra, con la universalidad actual de la lengua hispana y su literatura como mayor logro. Evitar el luchar contra nuestro principal idioma ibérico, evitar el dilapidar este tesoro, como sino fuera compatible o con hostiles argumentos absurdos de nuestro pasado común. Tener en cuenta que de los dos imperios de la Edad Moderna, el inglés, cuya hegemonía posterior (al español) y peso publicista o editorial ha facilitado la aceptación oficial de su versión del pasado se ha empeñado desde siempre en «sobredimensionar» y dignificar su papel histórico en conflicto con el Imperio español o con España. El Imperio británico que subsistió hasta 1939, hoy heredero el estadounidense y su idioma, el inglés y gracias a sus «primos» los estadounidenses con vocación de «lengua franca» e imponiéndose en el plano lingüístico. Hay que luchar contra todo ello, con la Historia en la mano, con el idioma español como expresión.

En conclusión. Una obra que además de todo lo apuntado (que es mucho) cuenta con los siguientes capítulos que nos ilustrarán aún más:

(1) La arqueología submarina hoy en España.
(2) Las marinas ibéricas en la época de los descubrimientos.
(3) Las Flotas de Indias y la protección del trafico atlántico, bajo los Austrias.
(4) El pensamiento monetario castellano y la revolución de los precios en la España del siglo XVI.
(5) Las Invencibles de Inglaterra y los ataques al imperio español.
(6) Los cañones de España.
(7) El zafarrancho de combate en un navío de línea español del siglo XVIII.
(8) El tesoro submarino del imperio.
(9) El fin del gran tráfico atlántico español.
(10) El legado de España: el esplendor de las Españas ultramarinas a finales del siglo de las luces.

Sí, una obra que con 365 páginas, 11 capítulos (con su presentación), 241 referencias o notas y bibliografía intenta ser todo un referente. Una publicación altamente recomendable, muy interesante, amena e ilustrativa de una serie de conferencias a cargo de: José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano (coordinador), Martín Almagro-Gorbea, Luis Suárez Fernández, Carlos Martínez Shaw, Manuel Jesús González González, Hugo O’Donnell y Duque de Estrada, Juan Manuel Gracia, Luis Miguel Enciso Relio y Gonzalo Anes Álvarez de Castrillón.

JF

¡Disfrutad de su lectura!

Idioma: Español.
ISBN: 9788496849396
Edición: Primera.
Serie: Estudios
Año: 2008
Coordinador de la edición: José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano
Edición: Real Academia de la Historia y Marquesa viuda de Arriluce de Ybarra.
Texto: Real Academia de la Historia

14 comentarios en “La España oceánica de los siglos modernos y el tesoro submarino español, VV.AA.

  1. Hola, JF, cuánto tiempo sin reseñar nada. El tema del libro es muy interesante y más porque busca aclarar muchos de los malentendidos que todavía subsisten sobre la historia de la monarquía Habsburgo en el siglo XVI y la «decadencia» posterior. Por el sumario que citas, parece una miscelánea de artículos agrupados en un volumen. El tema de la arqueología submarina y los manejos de los cazadores de tesoros me queda un poco lejos (por no decir que no tengo ni puñetera idea), pero la verdad es que daría para una película de misterio de las buenas.

    En cuanto a la pobre historia de España amenazada en su honor por la conspiración anglonorteamericana, ya conoces mi opinión al respecto: me parece un pelín exagerada para decir que se ha mentido y tapado. No somos nosotros lo más idóneos, y menos algunos señores de la Real Academia de Historia, después del escándalo de los Diccionarios, para acusar a otros de tapar y mentir sobre partes de nuestra hsitoria, teniendo detrás cuarenta años de crímenes que aún hoy se intentan disculpar con piruetas judiciales y encomiendas varias. En esto de la historia de España, como en la historia de la aviación o de las verduras, hay libros y libros. Hay libros de divulgación propagandística o simplemente comercial y hay libros serios, escritos por españoles y también por británicos y por norteamericanos. A menudo los propagandistas de los dos bandos coinciden en lo zafios que son tratando temas complejos, tan complejos que, naturalmente, se les quedan grandes, pobres.
    En cuanto a los anglosajones, Eellos no tienen la culpa de que su lengua se hable en más partes del mundo rico y en cambio el español se hable en más partes del mundo pobre, lo que significa que tienen menos lectores. Hay gente que dice amar mucho la historia de España y cuando te citan lo que han leído no sabes si echarte a llorar o a reir.
    No voy a enrar ahora en el tema ya clásico en este foro de la Invencible, la Contrainvencible, la Leyenda Negra y la obra civilizadora y constructora de España en América. Todo eso existió y también hubo pillaje y saqueos y crímenes por parte de todas las naciones, ya que la conquista de América fue una operación de saqueo a gran escala practicada por Europa, con el añadido de la trata de esclavos africanos, como complemento a la primera operación. Pero Cortés, Drake o perico de los palotes eran hombres de su tiempo; no se les puede pedir que pensaran como nosotros -o como algunos de nosotros, vaya.
    Una cosa es la propaganda del momento, que ambos bandos practicaban, y que era eso, propaganda, y otra los estudios serios que se pueden leer ahora. Es cierto que durante el periodo victoriano, con la Gran Bretaña inflada de Imperio, se tendió a contar muchas animaladas sobre el resto de potencias. Mal va un libro de historia si tiene que comenzar denostando lo que otros han escrito, y de manera vaga, sin nombres y apellidos, para que aceptemos lo que nos dice.
    Luego está lo de la lengua común, que me imagino que debe ser el español, amenazado también por las lenguas autonómicas, otra falacia repetida por la derecha -y por la izquierda, en algunos casos, cuando interesa. En Catalunya se publican tropecientos mil libros al año, y solo el 13 por 100 son en catalán. En realidad, cada vez hay menos gente que habla catalán, cosa que yo lamento, aunque sea castellanoparlante. El castellano no está más amenazado en Catalunya que en el resto de España. Basta con ver cómo escribe y habla la gente.

    Saludos

  2. Gracias Leiva, por tu comentario.
    Estoy de acuerdo en bastantes cosas de las que apuntas en el comentario, aunque en otras no. Bueno, ya sabes cuales son mis ideas sobre «Invencibles», el Imperio español, anglosajones y demás historias que no entraré en polémicas…, cúan alejado de mis pretensiones. La obra creo que es muy interesante en varios puntos, pero apunto mayoritaríamente uno: la arqueología submarina (ahora en verano es ideal), es interesantísimo y España es la «reina» de ella», hay que luchar por ello (será que me llevo por mi aficción de los -pecios-) pues es de una riqueza…,y por su puesto que en el económico también.
    Por otro lado, el verano y las vacaciones han efectuado (y siguen efectuando) que no reseñe mucho… Comentas que eres castellanoparlante, bueno te diré que un servidor es de padre castellano y madre catalana (apellidos genuinos, antepasados catalanes y castellanos),que te parece…

    Te deseo que tengas ¡feliz verano!

  3. Buenos días.
    Tengo este libro pendiente, aunque conozco tres de las ponencias pues tuve la suerte de estar allí en persona.

    Con respecto a la referente a la arqueología submarina, concuerdo, creo, con el reseñador en que el ponente consiguió transmitir un doble mensaje: el expolio que las compañias de «cazadores de tesoros» estaba llevando a cabo por un lado (no necesariamente dirigido, también es cierto, hacia los pecios españoles), y lo fatuo que resulta protestar por ello sin, por otro lado, hacer nada para rescatar estos tesoros desde la propia España.
    Se me ocurría concluir entonces que, efectivamente, algún tipo de acuerdo entre ambos grupos era necesario.

    Con respecto a la ponencia del pensamiento monetario, fue sencillamente genial. Tanto por el ponente, que resultó ser extraordinariamente dinámico y mostró un perfecto dominio del tema, como por lo expuesto, basado en todos los cambios mercantiles que provocaron las riquezas americanas. Cambios mercantiles que fueron muy concienzudamente analizados por la iglesia española, que se vio en la necesidad de analizar si eran pecado o no.

    Y con respecto a la ponencia sobre los cañones de españa, sintiéndolo mucho, resultó extraordinariamente aburrida. No solo porque se basó, a mi entender en exceso, en cifras y lugares de producción de cañones, sino también porque no llegó a explicar ni el método de fabricación -que el ponente leyó en castellano antiguo- ni la forma de uso, ni los tipos y capacidades de las piezas.
    Fue una pena porque el tema prometía, especialmente para los aficionados a la polemología.

    Opino.

    Un saludo.

  4. Que estupendo que estuvieses allí, Koenig.
    Bueno, el libro se basa en los discursos y nada más y como tal hay que reconocer el merito para la realización de un libro. Los cañones de España, discurso de Alcalá-Zamora y Queipo de Llano recogido en 22 páginas si no he contado mal, considero más que suficiente para que de un modo básico, pero contundente se tenga conocimiento de este aspecto, aún sin entrar en técnicas de producción, tipos, capacidades… creo que hubieran aburrido si se hubiese entrado en materia-especifica-técnica como apuntas. Bueno, hay gustos como colores…

    ¡Saludos!

  5. El que suscribe también estuvo en el ciclo de conferencias y, concretamente la de los cañones fue aburrida. Recuerdo que el ponenete (Queipo de Llano y Alcalá Zamnora) llevó un cañón en miniatura que dijo que iba a disparar y al final no lo hizo porque «no lo dejaban». Menos mal que era el máximo responasble de la Academia.

    Tengo un recuerdo especial de la conferencia dedicada al navío, impartida por Hugo O’donnell. Sencillamente genial.

    saludos

  6. Muy interesante, el tema de la arqueología submarina en las costas españolas es un tema pendiente al que ningún gobierno parece interesar, pero vamos, desde antes de Franco incluso. Una pena y así nos luce el pelo, que vienen y nos roban delante de nuestras propias narices y no pasa nada.

  7. Así es Antonio, pero después de todo, hay personas que luchamos por nuestro valioso Patrimonio, que es nuestro (aunque no les guste a algunos y algunas naciones) y de nadie más…

    ¡Saludos!

  8. Muy interesante, JF, y muy sugestivos algunos artículos.

    ¡Una pena la desidia sobre los tesoros submarinos! Supondrían unos ingresos estatales bestiales…

  9. Tenemos que estar de enhorabuena, pues los caudales (o gran parte de ellos) de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes esta en España.
    El Odyssey ha perdido… ya era hora, pues lleva una política muy «libertina».

    España tiene luchar y aprovechar su magnifico y riquísimo patrimonio subacuatico.

    Un saludo

  10. Cierto, y mira que era excéptico cuando de la justicia americana se trataba, que pensaba que iban a barrer para sus compatriotas pero creo que a estos piratuchos no los quieren tampoco mucho por allí.

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