¡Hundid el Bismarck! , Will Berthold

«El Bismarck es una cuidad flotante. Algunos de sus vecinos se conocen entre sí y otros no se han visto en su vida. Hay plazas y calles; hay barberías, lavanderías, zapaterías y sastrerías. Todos los peluqueros, zapateros, sastres y cantineros cumplen sus deberes militares en calidad de asistentes Solo una vez al día son saludados por los superiores».

Esta es la descripción que hace el autor de este acorazado, el orgullo de la armada alemana, el indestructible Bismarck. Esto nos da una idea del formidable acorazado, de las dimensiones y de su importancia, a nivel tecnológico todo un prodigio. De modo casi telegráfico, muy frío, como si de un diario de a bordo se tratase, Berthold nos lleva desde el momento en que el Bismarck está listo para zarpar y atacar la flota mercante enemiga por el Atlántico hasta su trágico final.

En el libro tenemos narrados con todo lujo de detalle todos los acontecimientos desde el comienzo hasta el final. Desde las primeras singladuras hasta el primer encontronazo, nada más y nada menos que con el Hood y el Prince of Wales, aunque los alemanes pensaban que se trataba de su gemelo el King George V. La primera prueba de fuego no pudo ser más fructifera para la Kriegsmarine y el golpe no pudo ser más tremendo para el orgullo de la flota británica, la pérdida de su insignia, de su mayor buque, el Hood. El Prince of Wales se salvó por los pelos y por que el almirante alemán no quiso perseguirlo.

A partir de aquí asistimos a como se organiza la cacería. Los ingleses mandan todo lo que tienen, incluso la flota del mediterráneo, da igual desproteger otros frentes, el orgullo está tocado y hay que hundir el Bismarck. Los errores y aciertos de unos y de otros, la suerte, las condiciones metereológicas y toda suerte de factores nos son contados. Seguimos con un estilo de narración muy fría pero muy efectiva, muy telegráfica pero muy directa, es un estilo que pega totalmente con el tema y con la trama, queda muy resuelto y de fácil seguimiento.

La tensión va en aumento, el Bismarck está tocado en su primer enfrentamiento y deja una estela de petróleo, el enemigo huele el rastro y el cerco se va cerrando. La batalla decisiva se va perfilando. Mientras en Berlín y anunciando a los cuatro vientos se festeja por todo lo alto la gran victoria y el hundimiento del Hood. Toda Europa se entera del descalabro británico.

Pero no solo tenemos las batallas de los grandes cruceros a nivel estratégico. La narración nos lleva por algunos senderos humanos, pensamientos, personas, protagonistas que tienen miedo, que tienen seres queridos que los esperan;

«En la sala de máquinas del Bismarck, las salvas se oían como lejanas y sordas descargas. Los hombres estaban en sus puestos. Sus rotros parecían pálidos y desencajados.»

«-Solo te darías cuenta cuando te vieses volando por los aires. Pero, cuando lo notes, todo habrá pasado ya.»

Esto da una idea de cómo se vivían las situaciones en la mayoría de la tripulación, en las cubiertas inferiores. Se transmite la tensión, a la par que la incertidumbre y la crueldad de la guerra.

Aunque ya sabemos el desenlace, ya sabemos a groso modo la suerte del famoso Bismarck y lo que sucedió, es muy recomendable tener y disponer de libros como este que nos cuenta todo lo sucedido con pelos y señales pero de una forma entendible y muy, muy tensa y proporcionalmente entretenida; sin restarle interés alguno al tema aún teniendo conocimiento de los hechos y de cómo sucedieron.

Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788496364363
Nº Edición:1ª , Inédita
Año de edición:2007
Plaza edición: MADRID

 

 

 

7 comentarios en “¡Hundid el Bismarck! , Will Berthold

  1. Yo he visto este libro pero en su día preferí decantarme por El acorzado Bismarck de Mullenheim-Rechberg que es el relato de un superviviente. Es también un relato frío y contundente, pero no se, el hecho que esté contado por un superviviente le da un toque especial, al menos para mí. Imagino que en cuanto a datos, fechas, unidades y demás coincidirán plenamente y solo variará la forma de contarlo.

  2. Desde luego hay pasajes de la historia, concretamente de la historia militar, que aun conociendo los hechos ocurridos siempre, ante cualquier publicación, artículo, película o documental donde aparezca sigue despertando interés y arrolla por donde pasa. La historia del Bismarck es una de ellas.

  3. Totalmente de acuerdo con vosotros. Hay hechos épicos que perdurarán simpre; Las Termópilas, Salamina, Verdún, El desembarco de Normandía, Pearl Harbor, ….por citar así los primeros que se me vienen a la cabeza y desde luego entre estos episodios está el del Bismarck.

  4. Buena reseña, yo lo tengo de la colección Memorias de Guerra y lo leí prácticamente el mismo día que me lo trajeron. Lo que más me sorprendió es cuando narra como los británicos se quedaban estupefactos al ver que no había manera de hundirlo, por más salvas que le disparaban y después de varias horas, ahí seguía, a flote. Impresionante!.

  5. Se lo regalé a mi padre en verano y no se lo ha leído.Creo que mañana que voy a comer a su casa le voy a dar un ultimatum: o se lo lee o mañana mismo me lo llevo (y me lo leo yo).Estoy terminando Hermanos de Sangre y entre el libro y la reseña de Javi me han entrado ganas de continuar con este ¡Hundid al Bismarck!

  6. Acabo de leerlo y es lo que cuenta Javi: un relato telegráfico, gráfico, escueto con mezcla de trazos históricos de la acción y de las vivencias de la tripulación alemana que pasó de la eurforia del hundimiento del Hood al horror de ser destrozados sistemáticamente por la artillería naval inglesa que no pudo hundirlo porque no sabían que sus torpedos no eran bastante potentes como para perforar la coraza de acero alemana. La imagen final del capitán Lindemann hundiéndose con su barco es espeluznante y habla de la entereza moral de un marino de los pies a la cabeza.

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