Hijos de Heracles, Teo Palacios

El Nacimiento de Esparta

Una prestigiosa editorial como es EDHASA está apostando por la publicación de jóvenes autores españoles como es el caso de Teo Palacios, estrategia que hay que alabar sin duda. Teo Palacios es un joven sevillano que ha apostado por la novela histórica en su primer salto a la literatura. Y un momento histórico tan poco conocido como es la Esparta arcaica y con una tesis atrevida como es la de descartar a Licurgo como «padre político» de Esparta y decantarse por el mas históricamente probado Rey Teopompo.

La novela trata de la Esparta arcaica y del proceso de transformación de una sociedad agrícola y clasista a una sociedad guerrera y homogénea en lo social. Este proceso de transformación se origina en una paideia, enseñanza, y en unas leyes que priman al colectivo sobre el individuo tanto en lo social como en lo militar. Vemos el tránsito de una desconocida Esparta comercial, refinada culturalmente y colonizadora en lo comercial a la Esparta que todos reconocemos como sociedad homogénea, austera y militarizada.

Todo el mundo piensa que el enigmático político Licurgo fue el autor de estos cambios culturales y militares pero el autor tiene la tesis de que el autor intelectual de este proceso fue el rey Teopompo que obligó a la generación de sus hijos, Anaxándridas y Arquidamo, a una educación brutal desde los 7 años en que fueron apartados de su familia y obligados a una severísima instrucción moral y física. Este hecho rompió la tradición espartana y la familia del protagonista de la novela: Anaxándridas. Lo mejor de la novela son los excursos que hace el autor con motivo de las distintas fiestas espartanas así como de sus instituciones políticas y leyendas fundacionales, gracias a todo ello el lector puede conocer mejor la vida y la cultura de la Esparta arcaica (s.VIII-VII a.c.). Gran parte del libro está dedicado al proceso de formación de la generación de Anaxándridas y del paso de un modelo social a otro.

Al hilo de este argumento central, se desarrollan las campañas contra los mesenios y los argivos (Argos), vecinos de los espartanos y a los que reducen a esclavitud (a los mesenios) adueñándose de sus tierras y convirtiéndolos en esclavos. Estas guerras harán de Esparta el líder militar de la Grecia previa a la invasión media e instaurarán la táctica hoplítica como la principal táctica militar de los espartanos y de Grecia. En lo que no se luce el autor es en la descripción de las batallas que es demasiado seca y esquemática (nada que ver con Cronwell o Posteguillo).

El principal fallo de esta novela es que pesa demasiado la erudición sobre la literatura, los personajes no evolucionan y algunos desaparecen de manera abrupta como es el caso de Arquidamo o del amigo Laertes. La escena de amor me chirría y me llega a parecer cursi por momentos y se le nota al autor su preferencia por la historia mas que por la construcción y desarrollo de personajes. El tema es fascinante porque como dice el autor en la introducción la época es oscura en cuanto a datos y no hay demasiada bibliografía sobre el tema así que el lector se puede deleitar con esta época legendaria.
Le recomendaría al editor que completase la edición con un mapa del territorio espartano y de la propia ciudad ya que haría mas fácil seguir la lectura del bien ambientado históricamente texto del autor. 
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788435062084
Colección: Narrativas Históricas
Nº Edición:1ª Edhasa 
Año de edición:2010
Plaza edición: BARCELONA

10 pensamientos en “Hijos de Heracles, Teo Palacios

  1. Está bien que se comience a escribir sobre otros periodos históricos por que hay temas que ya son demasiado recurrentes como los romanos, espartanos, templarios, etc…

  2. Gracias por la reseña, Vicent. Veo que eres hombre de palabra.

    ¿Sabes? Es fascinante comprobar cómo cada lector obtiene lecturas diferentes de tu trabajo. Mientras que en tu caso comentas que crees que ha primado el trabajo «histórico» sobre el de tratamiento de personajes, otros lectores, en otras reseñas, incluso periodistas en las entrevistas que me realizan, opinan lo contrario. Dicen que, si bien es evidente el proceso de investigación, han disfrutado especialmente con el trabajo realizado en los personajes.

    Sí llevas razón en el caso de Arquidamo, que «desaparece» de la historia sin más. Hay motivos concretos para ello, desde luego, que no desvelaré aquí. Baste decir que es un personaje especialmente conflictivo a nivel histórico, tal y como se menciona en la nota del autor y en el listado de personajes, que acompañan la novela.

    Pero sí me vas a permitir discrepar contigo en un detalle. Comentas que los personajes no evolucionan y, desgraciadamente, no estoy de acuerdo. Podemos ver una evolución evidente por ejemplo en la relación entre Tira y Teopompo, y, por lo tanto, en ambos personajes. El cambio que sufre Arquidamo y su posterior desarrollo no pasa desapercibido. Incluso Polemarco cambia a lo largo de la historia: de ser un personaje «conflictivo» pasa a ser alguien mucho más moderado con el paso del tiempo para, finalmente, dejar ver su verdadera naturaleza en el asunto de Polemarco.

    Por supuesto, como digo, son lecturas personales y tú puedes no haber advertido esos cambios. En cualquier caso, espero que hayas disfrutado de la lectura.

    Saludos,
    Teo

  3. Sobre el comentario de Ricardo, y no hablemos ya de la Segunda Guerra Mundial, bufff, es inagotable……
    Un lujo ver los comentarios del propio autor de la obra, felicidades ante todo.

  4. Lo que mas me llama la atención de la novela es la revolución historiográfica y mental que supone partir de una Esparta con poetas, comercio y una sociedad «abierta» al estilo de Poper que evoluciona hacia una sociedad militarista y cerrada ideologícamente. Esta evolución, es la revolución historiográfica, está capitaneada por el rey Teopompo en lugar del mítico Licurgo. En el caso de los personajes, lo siento, los veo demasiado esquemáticos y alguno de ellos, Arquidamo o Laertes, los veo desaprovechados. De todas maneras se te nota la erudición y el empeño pedagógico de unos tiempos oscuros cuando menos. Y demuestras que existe vida mas allá de Roma o de la Edad Media.

  5. No tienes nada que lamentar, Vicent. como digo, hay multplies lecturas de un mismo texto, tantas como lectores. Lo importante es que hayas podido disfrutar la lectura. De ser así, ya estoy más que satisfecho. Si, además, aprecias la información historiográfica, la felicidad ya es completa.

    Un abrazo,
    Teo

  6. Teo.
    Te animo a que escribas mas acerca de la Grecia Clásica; te aporto temas para ello: Temístocles hasta la batalla de Maratón (la de Salamina ya está demasiado vista). Tales de Mileto y el origen de la filosofía presocrática o Solón y el mundo mitico de los 7 sabios con el oráculo de Delfos de telón de fondo. El argumento y la trama puede ser una «excusa literaria» para describir una época poco divulgada como es el paso del mito al logos o de una sociedad agrícola y tradicional a una sociedad democrática y cosmopolita. Es mas interesante conocer los orígenes que las sociedades plenas y que en el caso de la Atenas de Pericles ya casi es una foto fija con Anaxágoras, Sócrates, Alcibíades y Aspasia. Lo que me gusta de tu libro de Esparta es que no retrata la «Esparta de los 300» sino el origen y la evolución histórica-social-pedagógica-política de dicha Esparta archiconocida.

  7. Ahora que acabo de terminar la lectura (por cierto no es tanto de mi agrado la historia antigua, sin embargo he comprado y he leido la obra por tratarse de un autor español) quisiera comentar lo siguiente:

    Esparta, sinónimo de poder, rigidez, austeridad… El ciudadano espartano al servicio de ése sistema; a cambio no tiene que preocuparse de nada. Esparta, Laconia le organiza toda su existencia. Todo ello contrasta con la ciudad rival Atenas, fundamento de democracia, flexibilidad ‘libertad’… Dos sistemas (que se han repetido con distintos matices y guardando las distancias a través de la historia). En medio de todo ello: los dioses, la religión.
    Obsevo que el autor en su libro, ‘inyecta’, ‘impregna’ una trama muy dinámica, donde hombres y dioses aparecen juntos, pero cada uno en «su plano», y arriba del todo, no hay hombres ni dioses, sino el cumplimiento de las obligaciones de la ciudad-estado-sistema, que te exige y tienes que estar a la altura si quieres sobrevivir…

    Un saludo.

  8. Gracias, Vicent. Tendré en cuenta tus sugerencias, claro.

    Ahora ando liado con otro proyecto de novela histórica, pero cuando termine con él, dentro de 1 o 2 años, posiblemente sí regrese a la Grecia antigua.

    Saludos!

  9. JF

    Gracias por la confianza con la lectura. Espero que la disfrutaras. Tu comentario no está exento de razón. Lo que primaba en Esparta era el servicio a la ciudad. Me alegro de que la historia te pareciera dinámica. Es uno de los objetivos que no debe perder de vista el novelista: que sus historias sean entretenidas.

    Saludos,
    Teo

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