La participación española en el frente más sangriento de la Segunda Guerra Mundial está protagonizada sin duda por la División Española de Voluntarios también conocida como División Azul, más de 45000 hombres pasaron por sus filas, de éstos cayeron en torno a los 5000, si a ello sumamos los casi 9000 heridos, los más de 2000 mutilados y los prisioneros que se calcula rondaron los 450, bien podemos hacernos una idea muy concreta de la capacidad combativa de esta unidad de voluntarios anticomunistas.
De todas estas cifras mencionadas nos quedaremos con la última de ellas, la referente a los prisioneros, porque de su paso por los gulag de Stalin trata este doble libro de memorias escrito por los divisionarios Manuel Sánchez Lozano y Miguel Antonio Moreno Moreno, ambos capturados en la Batalla de Krasny-Bor el 10 de febrero de 1943. Nuestros dos protagonistas pasaron más de once años en los campos de concentración soviéticos, teniendo la suerte de salir vivos de allí y poder regresar a España en el Semiramis, un barco mercante que les traería de vuelta a casa el 2 de abril de 1954.
Entrando ya de lleno en el libro lo primero que me gustaría destacar es su presentación, notas a pie de página, algo que siempre es de agradecer, unas excelentes ilustraciones dibujadas por el también ex-preso y divisionista Manuel Rodríguez Martín y, para acabar, una gran selección de fotografías y documentos que complementan la narración de los hechos con un nivel excelente.
El libro en sí no es demasiado extenso, apenas 200 páginas de texto, una interesante introducción sobre la vida y la organización interna de los gulag nos servirá para situarnos en el peculiar mundo concentrionario estaliniano, este prólogo es muy importante para poder entender posteriormente la trayectoria sufrida por los prisioneros divisionistas durante su cautiverio.
Como he mencionado anteriormente, estamos ante un doble libro de memorias, el primero de ellos titulado “Y llegó la primavera” escrito por Manuel Sánchez Lozano, con una introducción biográfica llevada a cabo por el mejor especialista en el tema de los divisionarios españoles en Rusia, Carlos Caballero Jurado, todo un referente en la materia.
Pasamos ya a analizar brevemente estas primeras memorias; Manuel Sánchez Lozano fue un divisionario alistado desde primera hora….pero he aquí lo más importante, ¡no fue llamado a filas hasta el año 1942!, es decir, prácticamente más de un año después desde su alistamiento. ¿Qué queremos resaltar con esta afirmación? Pues algo muy sencillo y que cae por su propio peso, estos hombres a pesar de comenzar a conocer las bajas en Rusia siguieron manteniendo su compromiso en su lucha contra el comunismo, base muy importante para afrontar lo que posteriormente sería su cautiverio en los Gulag de Stalin. Estas memorias fueron transcritas a papel allá por los años 80 y abarcan toda su trayectoria en la División Azul, desde su alistamiento hasta su regreso a España en el Semiramis en 1954, trece años de vida divisionaria y once de cautiverio. Sus numerosas vivencias, pasó por numerosos gulag a lo largo de todos estos años, muestran brillantemente cómo fue la horrible vida diaria a la que tuvieron que enfrentarse estos hombres a los que Stalin negaba la aplicación del Convenio de Ginebra en torno a los prisioneros de guerra. A pesar de todas las penalidades sufridas y narradas en estas memorias, me quedaría con su noble recuerdo del pueblo ruso, al que consideraba tan víctima del totalitarismo bolchevique como a él mismo.
Entramos ya de lleno en el segundo libro de memorias, el escrito por Miguel Antonio Moreno Moreno, titulado “El gran presidio”; el prologo corre a cargo de su sobrina, Josefa Moreno, la cual nos realiza un esbozo de lo que fue la vida de este divisionario, sin duda marcada por su dura experiencia durante la Guerra Civil española y clave una vez más para entender la principal motivación de hombres como Miguel Antonio Moreno Moreno en su alistamiento en la División Azul. En cuanto a este relato, nos encontramos ante unas memorias mucho más cercanas, es decir, fueron escritas prácticamente regresado de Rusia y, por tanto, los recuerdos tienen esa proximidad temporal que para mí le dan mucho más valor todavía, son recuerdos frescos no debilitados por el tiempo, además están escritos en tercera persona, algo que reconozco que me despistó inicialmente tras iniciar su lectura. En este relato el tema central radica exclusivamente en su paso por los gulag de Stalin, aquí no hay referencias a su trayectoria en la División Azul a excepción claro está de aquella jornada fatídica donde Miguel Antonio Moreno Moreno caería preso en Krasny-Bor por los soviéticos. A partir de esta fecha, y hasta su vuelta en el Semiramis onces años después, solamente conoceremos, por deseo expreso de su autor, las interioridades de la vida de los presos españoles en los presidios estalinianos. Son tantos los detalles que nos plasma en papel este divisionario, que sus apenas cien páginas de narración resultan totalmente suficientes para hacerse una idea muy certera de la existencia de estos más de 450 españoles en los tristemente famosos Gulags de Stalin.
Nos encontramos pues ante un excelente y atrayente tema el de los presos de la División Azul en los Gulag de Stalin, asunto no tan conocido como pudiera ser la trayectoria político-militar pero no por ello menos interesante. Estas originales aportaciones al mundo bibliográfico de memorias divisionistas son siempre de agradecer para todos aquellos que nos sentimos atraídos por la historia de esta singular unidad. Libro que no debería faltar en una buena biblioteca sobre la División Española de Voluntarios.
SBN:9788461779178
Editorial: Vicente J. Sanjuán Ediciones
Fecha de la edición:2017
Lugar de la edición: Alicante. España
Colección: La Biblioteca del Guripa
Encuadernación: Rústica
Medidas: 24 cm
Nº Pág.: 284
Idiomas: Español
Soy el editor del libro por lo que no me cabe más que añadir a la magnífica y neutral reseña que hace David L. del libro. Solo cabe decir dos cosas del mismo:
Detrás de la edición impresa hay un importante trabajo de investigación, localización de imágenes y documentación inéditas en archivos públicos y familiares, búsqueda y coordinación de introducción a los textos así como un exhaustivo trabajo de transcripcion/revisión ortotipográfica/ anotación de los textos para hacerlos inteligibles y adaptarlos a la información histórica que se conoce a día de hoy de las memorias (inéditas) contenidas en el mismo.
El libro se agotó en dos meses (500 ejemplares) y no voy a hacer ninguna reedición del mismo ya que se planteó como una edición numerada por el editor y limitada a una tirada única.
Gracias a David L. por su reseña y al administrador de este foro, Javier R., por su gentileza al publicar la reseña de este libro. Seguimos avanzando.