«Vengo de un planeta al que llaman dolor» (Sentencia de El Conde de Montecristo a su «hijo» Maximiliano Morrel)
La historia dice que El Conde de Montecristo se escribió en 1844 por Alexandre Dumas (padre) y Auguste Maquet, y que es, para muchos, considerada como la mejor novela de aventuras de todos los tiempos. Como fuente de inspiración, Dumas reconoce haberse inspirado en las memorias de Jacques Peuchet, que contaba como en 1807 un zapatero llamado François Picaud fue acusado falsamente por tres amigos, fue encarcelado y desapareció cuando la vida le brindaba su máxima felicidad. Pero Picaud se apoderó de un gran tesoro de su compañero de celda, fue liberado y dedico parte de su vida a acometer una venganza terrible sobre los tres acusadores. Muchas de las reseñas que he leído sobre la novela la califican como la crónica de una venganza terrible e infalible como el destino. Personalmente estoy totalmente de acuerdo con ambas afirmaciones, pero como no quiero repetirme con lo que ya conocéis, como sé que los que componéis Novilis nada nuevo os puedo aportar a nivel histórico sobre la novela, permitidme que al menos os describa lo que he sentido leyendo esta inmensa novela.
Amor, traición, codicia, esperanza, maldad ,honor, envidia, fe, bondad, justicia, venganza, perdón…El Conde de Montecristo es todo, es la vida, es una novela eterna, en la que todos los seres humanos estamos reflejados.
El joven Edmundo Dantès es traicionado por los que él consideraba buenos amigos, es privado de su gran amor, Mercedes, y privado de la presencia de su familia, su padre, privado de nuestro bien más preciado, la libertad, y ultrajado y difamado ante los ojos de Francia por algo que ni siquiera habría pensado en acometer: ser agente bonapartista. Dantès «desciende» al infierno, y allí permanece largo tiempo, pero allí conoce a un «ángel» enviado por Dios, el abate Faria. Dantès es bendecido con dos dones: sabiduría y riqueza. Edmundo consigue escapar de If, y empieza una nueva vida, con la sabiduría y riqueza adquirida del abate, dedicada a la destrucción total de quién en su dia le destruyeron a él su propia vida.
Personalmente creo que El Conde de Montecristo es una lectura obligatoria, es más si tuviese poder de decisión sería lectura obligada para cualquier adolescente que rondase los 16 años. Respeto pero no comprendo muchas de las reseñas que he leído, y que lo tratan como un excelente libro de aventuras, pero se quedan en un libro de aventuras. No sé si la idea de sus autores fuese la de entretener al pueblo, o sí sabían que quizás estaban haciendo historia, lo que sí sé es lo que me ha transmitido el libro, y lo que estoy seguro que os ha transmitido a muchos de los que lo hayáis leído. Es esa sensación de estar ante algo importante, ante una lección vital.
La conclusión, para mí, es clara, da igual católico, musulmán, budista o ateo, somos «simplemente» seres humanos, hay algo o alguien que está por encima de nosotros, no somos dueños de la venganza absoluta, no somos dueños del perdón absoluto, somos dueños de nuestra vida, pero no de nuestro destino.
Me dejó multitud de detalles por comentar, es más sé que los que hayáis leído la novela seréis críticos conmigo, pero para eso tenéis todas las otras reseñas. Esta simplemente pretendía ser diferente a las demás ,simplemente pretendía explicar el poder que tienen determinados libros sobre las personas, sobre lo que me hizó sentir el 2 de octubre del 2011 cuando terminé con él.
Más vale una «imagen» que mil palabras:
«Soy aquél al que vendisteis,entregasteis y deshonrastéis;soy aquél a cuya prometida prostituisteis;soy aquél al que pisoteasteis para haceros con vuestra fortuna;soy aquél,a cuyo padre obligasteis a morir de hambre,el mismo que también os había condenado a morir de hambre y que,sin embargo,os perdona,porque él mismo necesita el perdón.Soy Edmundo Dantès. (Sentencia de El Conde de Montecristo al Barón Danglars).
Nº páginas: 1154 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788439710349
Nº Edición:1ª , Mondadori
Año de edición:2004
Plaza edición: BARCELONA
Es un libro excelso 🙂
Gran novela. Yo la leí con 18 años y la verdad es que no esperaba que me enganchara tanto. En realidad es muchas historias en una sola.
A mi me gustó especialmente que Dantés, que se considera un ángel vengador, acaba descubriendo que no es tan infalible, y que por sus acciones ha provocado también la ruina de inocentes.
Eso es lo que hace tan grande esta novela,Roger.Que su venganza planeada durante tanto tiempo puede ser considerada perfecta en ejecución,pero fallida en las consecuencias que provoca la muerte de inocentes,y de la que el propio Conde/Dantès se arrepiente al momento.
El final es sublime,magistral,una lección.
Como cristiano que cree que exite un Dios,comparto la visión de Dantès que se consideraba un ángel vengador pero que termina dándose cuenta de que es «simplemente» un hombre,y Dios está por encima de todos nosotros.
Por cierto vi La Venganza de el Conde de Montecristo (2003) de Kevin Reynolds,y a los 5 minutos supe que no me iba a gustar para nada.Se lo dijé a mi mujer y ella se la quedo viendo y le acabo gustando.Supongo que intentar llevar a la pantalla esta obra de arte es casi,casi una utopía.
Quizás un Stanley Kubrick,o incluso un John Ford hubiesen sacado algo bueno,cada uno a su manera.
Saludos.
Desde luego está entre los grandes de la literatura universal. Gracias, Xavi.