Uno de los episodios más trascendentales y relevantes de la historia de Inglaterra tendría lugar como consecuencia de la muerte de un rey sin herederos. Eduardo de Inglaterra, El Confesor, moría en enero de 1066 sucediéndolo en el trono su primer consejero y cuñado, el conde de Wessex Haroldo Godwinson, aunque no por mucho tiempo, pues los pretendientes al trono no se hicieron esperar. Empezando por su propio hermano Tostig Godwinson, exiliado por una pugna anterior, el rey de Noruega Haroldo Hardrada y Guillermo, duque de Normandía, al que habían prometido la sucesión del trono unos años antes. Estos pretendientes no tardaron en organizar sus propias invasiones de Inglaterra.

El duque Guillermo, uno de los hombres más poderosos de Francia, no tardó en exigir a Haroldo Godwinson que cumpliera su promesa. En el ámbito diplomático aisló al rey inglés atrayendo para sí incluso el apoyo del Papa Alejandro II. El ejército de Guillermo era veterano, formado principalmente por caballería, y sus hombres vestían las famosas cotas de maya y escudos que vemos en los tapices. Por su parte, la posición de Haroldo Godwinson era muy débil, e incluso tenía a algunos nobles en abierta rebelión. Su ejército profesional era reducido y las huestes de vasallos dependían de su capacidad para atraerse a los nobles.

Cuando se preparaba para la inminente invasión del duque Guillermo de Normandía, recibió noticias de un intento de invasión del rey de Noruega, Haroldo Hardrada acompañado de su hermano Tostig. Las fuerzas enemigas habían desembarcado de alrededor de 300 embarcaciones en la costa de York el 18 de septiembre de 1066. Dos días más tarde, un ejército inglés apresuradamente reunido a las órdenes de los condes de Edwin y Morcar fueron derrotados en la batalla de Fulford.

El rey Haroldo Godwinson no lo dudó un instante y partió hacia el norte con las tropas que tenían en ese momento en su poder, logrando derrotar a la fuerza invasora en la batalla del Puente de Stamford Bridge el 25 de septiembre, donde murieron tanto Tostig como el rey de Noruega. Pese a la victoria, el ejército inglés había quedado muy debilitado y por esos mismos días llegaban noticias de que el duque Guillermo estaba a la espera de buen tiempo para cruzar el Canal, cosa que sucedió el mismo 27 de septiembre.

Una vez desembarcado el ejército normando en las costas inglesas, se dirigió a Hastings, lugar donde daba inicio el camino que llevaba a Londres. Lo devastó y asoló todo a su paso. El rey Haroldo Godwinson se dirigía hacia el sur a toda velocidad, deteniéndose brevemente en Londres a sumar más tropas al ejército. El 11 de octubre partió de Londres en busca del duque Guillermo. Haroldo llegó a unas siete millas de distancia del ejército normando y erigió su campamento. Enterado Guillermo de la presencia de Haroldo no quiso esperar y se dirigió contra él, atacando al amanecer del 14 de octubre de 1066. Guillermo gozaba de la ventaja de la superioridad numérica pero ambos ejércitos debían andar en torno a los 6 o 7000 hombres.

Daba comienzo la batalla que daría a Guillermo un reino y el mote de El Conquistador, la batalla que cambiaría para siempre el destino de Inglaterra.

Contenido del número: