Camarada Invierno, Xosé M. Núñez Seixas

Varios amigos me habían recomendado que leyera a Xosé M. Núñez Seixas, y su “Imperios de muerte”. Aún no he podido hacerme con un ejemplar porque está agotado, y los que hay en los portales de segunda mano están por las nubes. Si a estas recomendaciones le sumo la expectación que ha generado la publicación de “Camarada Invierno”, entonces ya lo tenía fácil para leerlo.

El doctor Núñez Seixas es catedrático de Historia Contemporánea por la Universidad de Santiago de Compostela y, desde Octubre de 2012, catedrático de Historia Contemporánea de Europa en la Universidad Ludwig-Maximilien de Munich.

“Camarada Invierno” es un concienzudo estudio académico de la historia integral de la División Azul (DA). Es además, un intento por sumar un trabajo de la DA al carro del último devenir historiográfico de la Segunda Guerra Mundial a nivel internacional, cuyo ritmo hoy día es marcado en su mayoría por la historiografía alemana.

El autor comienza con una innecesariamente petulante introducción, verbigracia:

p16: …este libro quiere servir también de ventana a través de la cual sea posible apreciar la riqueza de unos enfoques y una bibliografía internacional que bien pueden aportar inspiraciones novedosas para el estudio de otros conflictos protagonizados por fuerzas regulares o irregulares españolas. Por ejemplo, la propia guerra civil española, de la que tanto se cree saber y tanto se ignora….

p17: La ignorancia supina acerca de las dimensiones transnacionales de la experiencia divisionaria, cuyo conocimiento es condición indispensable para abordar su estudio, constituye su común denominador.

Ó

p19: Los amantes del coleccionismo militar, de las descripciones de movimientos de tropas, material bélico, batallas y escaramuzas , de los recuentos de medallas y hechos heroicos se habrán equivocado libro.

Yo prefiero que el lector saque sus conclusiones una vez leído el libro.

Continúa con un somero estudio sobre las percepciones que en España se tenía de Rusia, más bien a partir de la Revolución del 17. Es un comienzo  igual que en Wette1, también presente en Jochen Arnold2. Como repetiré a lo largo de la reseña, el libro de Seixas está fuertemente impregnado de la historiografía alemana de los últimos 15 años que, ciertamente, es la que está marcando el paso a seguir en el estudio de la Wehrmacht.

En el segundo capítulo, “Rusia es culpable”, se tratan dos aspectos principales: En primer lugar, se hace un repaso de lo que fue Barbarroja y cómo se interpreta hoy día, montando así el autor un marco o contexto sobre el que analizar el papel de la División Azul ( recordemos en la introducción: p16  ventana a través de la cual sea posible apreciar la riqueza de unos enfoques y una bibliografía internacional que bien pueden aportar inspiraciones novedosas para el estudio de otros conflictos protagonizados por fuerzas regulares o irregulares españolas ). Me parece acertado, y muy necesario. Casi todas las referencias son de autores alemanes, los mejores y más importantes del tema: Stieg Förster, Bernd Wegner, Wolfram Wette, Johannes Hürter, Felix Römer, Christian Hartman, Dieter Pohl … Y todo muy bien contado y explicado. En la segunda parte de este capítulo habla de los divisionarios y su perfil social: de dónde provienen, estudios, qué tipo de trabajo… Esta parte, aunque a veces algo plúmbea, resulta fundamental para conocer a quiénes eran los divisionarios, de qué escala social procedían e incluso permite acercarse a conocer cuáles eran sus motivaciones. Aquí predomina la estadística, a partir de los pocos datos de que se disponen, fundamentalmente sacados de trabajos de investigadores locales o provinciales de diversos puntos de España. También este enfoque tiene, por lo menos en lo que yo conozco, mucha influencia de la historiografía alemana: No son muchos los que han hecho lo que los alemanes llaman Sozialgeschichtliche Untersuchungen o Investigaciones histórico-sociales de unidades de la Wehrmacht. Sin embargo en los últimos años sí: Christoph Rass, Johannes Hürter o Christian Hartmann3, por ejemplo. A partir de este tipo de estudios los académicos han tratado de contribuir, principalmente y simplificando, a la búsqueda de una respuesta al por qué de los crímenes de guerra en el frente del Este. En el caso de Seixas, como decía, el capítulo está muy bien redactado, muy preciso en el léxico, aunque le faltan datos sobre los que inferir, y no por falta del autor, sino porque lo más seguro es que ya sea imposible hacerse con ellos. Opino.

A partir del capítulo 3, el libro coge otro ritmo, muy fluido, que ya no suelta hasta el final.  En los capítulos 3 y 4 se tratan el transporte de la DA hasta la línea de frente y la actuación militar de la división desde el principio y hasta terminar con  la corta andadura de la Legión Azul. Son 100 páginas, en las que el relato tradicional sólo sirve de hilo conductor, de eje, a partir del cual el autor trabaja y crea el contenido de más valor, que en mi opinión tiene el libro, y que también se verá en los siguientes capítulos: qué veían, cómo se comportaban, qué pensaban en realidad los divisionarios, cómo veían a sus compañeros alemanes, cuáles eran sus percepciones. En  todo el libro hay un continuo juego entre percepción y realidad: un diálogo entre el qué era y el qué parecía. Y para ello el autor usa una metodología que yo creo que es la menos mala o  que puede generar más verosimilitud: juega con las memorias y libros de posguerra por un lado, para enfrentarlos por un lado a los recuerdos, cartas y memorias que los divisionarios escribieron durante el conflicto, cuando no podían saber cómo acabaría la guerra, y por tanto sus argumentos no estarían influidos por el conocimiento del Holocausto, por el conocimiento de la maldad del Tercer Reich en general, o por la situación geoestratégica española de postguerra. Y por otro lado, los enfrenta con los documentos oficiales de la Wehrmacht coetáneos acerca de la DA: informes, diarios de ejército, de grupo de ejército, cartas… que permiten siempre hacerse una idea de lo que los alemanes pensaban realmente de los españoles. Es gracioso, porque en general se ve que en público cantaban las glorias de la DA, casi como si fuera la flor y nata de la Wehrmacht, y sin embargo en los informes “privados” el juicio nunca fue muy positivo, aunque tampoco estuvo exento de prejuicios. Es decir, el autor, inteligentemente, pone en solfa todo escrito de posguerra y trata de contrastarlo con las fuentes producidas durante la propia guerra. Es una historia desde abajo. El perfil biográfico sobre el que se enfoca no es la oficialidad, sino los soldados de a pie. En este sentido, el libro me ha recordado mucho a Kameraden, de Felix Römer. El corpus documental en el que Römer se basó son 100.000 folios de escuchas americanas, pero localizados. El de Seixas es más difícil de aprehender, y  creo que ha obtenido un resultado espectacularmente bueno. Se trata, como he dicho, de diarios y cartas de divisionarios, principalmente. El parecido reside en que los dos extraen sus resultados o conclusiones de las opiniones y pareceres de sus “sujetos de estudio” por inducción a partir de un estudio desde abajo.

El quinto capítulo es para mí el más interesante. Aquí el Doctor Seixas estudia la relación de los divisionarios con el enemigo y con la población rusa, y el papel que jugaron en los crímenes de guerra que el invasor perpetró en el frente del Este.

Analizando los escritos de época de los divisionarios Seixas considera que “ …[en los españoles se aprecia] Un cierto racismo cultural, no biológico-genético, pero que sí considera que los individuos son lo que son por el medio cultural del que provienen, dejando poco o ningún espacio a la posibilidad de que cambien.

.. un pueblo cultural y espiritualmente inferior… pero no como un Untermensch desde el punto de vista biológico.” (p 293).

En la página 294 cuenta que “ La ausencia de racismo biológico favoreció el trato cotidiano con los rusos. La ejecutoria de la DA en cuanto al trato de la población civil no estuvo jalonada de represalias sistemáticas, asesinatos masivos y venganzas indiscriminadas. Sí dejó un reguero de hurtos, requisas y actos de pillaje. Eso no era exclusivo de los ibéricos, sino que también fue característico de otras experiencias de ocupación relativamente “benignas”, fuese la alemana en los Países Bajos o la italiana en el frente del Don”.

Otra conclusión, en la p295 :  “Pero el propósito de la División , de sus mandos o de sus oficiales y soldados no era exterminar y esclavizar a la población eslava, sino el retorno de Rusia a la civilización cristiana mediante la erradicación del comunismo. Era una diferencia fundamental respecto a la Wehrmacht”.

Con respecto a la cuestión judía, el autor explica que “se creó un topos discursivo e iconográfico que asociaba  el judaísmo con el comunismo y la masonería. Ese antisemitismo latente adquiría diversos tonos en cada una de las familias ideológicas de la derecha antirrepublicana.

Se ha prestado escasa atención a lo que fue la imbricación lateral entre la Shoah y la participación militar española en Rusia, en cuyo transcurso varios miles de españoles tuvieron la oportunidad de confrontar sus imágenes de los judíos con hebreos reales, objeto de la política de segregación y exterminio aplicada por el Tercer Reich. (p295)

Aunque “Los divisionarios no pudieron ignorar la persecución de que eran objeto los judíos. Pero en la mayoría de los testimonios coetáneos está ausentes los juicios normativos sobre ella. Silenciaron esa cuestión.(p305).

El autor hace un esfuerzo importante por trazar una divisoria entre el qué pasó y el qué se contó. Y piensa que  la idealización posterior de las actitudes de los divisionarios hacia los judíos de Europa oriental ha sido aceptada, con cierta ingenuidad metodológica, como la recreación de la realidad en sí.(p316)

En la página 317 explica su conclusión sobre este asunto: “Fuera de altercados y reacciones esporádicas, los divisionarios se comportaron, en general, como arquetípico bystanders, es decir, meros observadores.

Sus reacciones íntimas fueron a menudo contradictorias, y oscilaron entre la incomprensión por la radicalidad de las medidas que estaban contemplando la compasión cristiana hacia las víctimas, y la falta de empatía hacia un colectivo (el pueblo judío) que distaba de despertar su simpatía, pues había sido anatematizado por la propia propaganda antisemita de las derechas y el fascismo español desde tiempo atrás.”

El capítulo 6 es prácticamente una continuación del cuarto. Seixas cuenta aquí las peripecias de los últimos españoles que lucharon en el lado de la Wehrmacht, y un exótico intento por crear un “nazismo español”, con acento vasco. Muy interesante , ameno y a la vez exhaustivo.

El último capítulo, se titula “Legado y Memoria de la División Azul”. Son 55 páginas muy buenas. Qué pasó con los divisionarios tras la guerra, cómo se dio culto a los caídos, las hermandades de la DA,  cómo se ha cultivado la memoria histórica, y todo esto atravesado por un continuo análisis de la bibliografía sobre la DA:” El leitmotiv, en consecuencia, de la literatura divisionaria consistiría en resaltar que los españoles lucharon junto a Alemania, pero no por el Tercer Reich, contra un enemigo común, la URSS, en nombre de la civilización occidental y los valores católicos, como continuación de la guerra civil. (p391)”. Interesante también esta aseveración: “Su discurso justificativo es similar al promovido por las asociaciones de veteranos de la Wehrmacht: europeísmo, anticomunismo desligado del expansionismo nazi y de su línea de exterminio, y distanciamiento de toda complicidad o conocimiento de los crímenes de guerra cometidos exclusivamente por unidades no pertenecientes al ejército regular.(p393).

Asimismo, Seixas muestra cómo los sectores que han venido cultivando la memoria de la DA pertenecen a la derecha, en muchos casos a la ultraderecha. Es inevitable que en la batalla por la memoria histórica emprendida en España desde principios del siglo XXI, la DA esté presente: Una reactualización del interés público por la DA ha coincidido con la intensificación , desde 2002-2004, de la campaña de diversos sectores de la sociedad civil por la recuperación de la memoria de los vencidos de 1939, su asunción parcial por parte del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2011, y la contraofensiva paralela de la inteligentsia afín a los sectores más conservadores del PP para disputar la interpretación del pasado a la izquierda.(p392)

En suma, estamos ante un trabajo de envergadura, muy bien escrito, y trabajado con  toda una nueva metodología, con la que se está trabajando en Alemania principalmente, de estudio de la Historia Militar. Pero ojo, no me olvido de David Stahel, David M. Glantz, Karl Heinz-Frieser o el mismo Roman Töppel  por decir sólo algunos, que, estoy más que seguro, conociendo muy bien estos nuevos paradigmas, no renuncian a contar la guerra en el sentido más o menos tradicional y positivista (p14), y que también marcan la tendencia. Ancha es Castilla, hay espacio para todos. “Camarada Invierno” es el libro que yo recomendaría a cualquiera que quisiese saber qué hicieron y cómo les fue a los españoles de la División Azul en Rusia. Todo el mundo conoce o conoció a alguien que estuvo allí.

  • Tapa blanda: 576 páginas
  • Editor: Critica (12 de abril de 2016)
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8498929008
  • ISBN-13: 978-8498929003

7 comentarios en “Camarada Invierno, Xosé M. Núñez Seixas

  1. Magnífica y exhaustiva reseña, Isidoro. Felicidades.

    Tuve esta obra en las manos el viernes pasado en la librería Galatea de Reus pero no me decidí a adquirirlo.

    Guardo un extraordinario recuerdo de la lectura de «La División Española de Hitler» (Editorial San Martín) de los profesores Kleinfeld y Tambs, considerada por muchos la obra de referencia en torno a la División Azul.

    Por lo que comentas la obra del profesor Núñez Seixas aporta un nuevo enfoque que, sin duda, complementará y ampliará el estudio de Kleinfeld y Tambs, publicado a principios de los 80.

    Saludos.

  2. ¡Hola!

    Vaya por delante que no soy un experto en la DA, en absoluto. La parte de las operaciones en Kleinfeld y Tambs (K&T) está muy bien; es su punto fuerte, creo recordar (hace ya años que lo leí). Pero, en mi humilde opinión, creo que es un libro apolillado y apologético.

    El libro de Seixas no se ocupa apenas de las operaciones. Es una historial social desde abajo. Es otro concepto de libro. Ya depende del interés que tengas como lector.

    Saludos.

  3. Yo disiento de ti, Isidoro, edito libros de memorialistica divisionaria y este es un libro sectario que utiliza las fuentes primarias para difamar y menospreciar al soldado divisionario. Si no se quiere leer a Carlos Caballero que si es una autoridad en la materia se puede leer el libro del profesor Moreno Julia que es equilibrado como historiador. Este es un libro nada recomendable.

  4. No se si será igual de vil que el de Reverte, pero con la sola advertencia que hace el autor en la página 19 ya tengo claro que no lo voy a comprar.

  5. Buenas noches,

    ya sé que hay mucha gente a la que no le ha gustado o que no le iba a gustar el libro. Yo he tratado ser lo más objetivo posible en mi juicio. Por cierto, claro que quiero leer a Caballero Jurado y a Moreno Juliá. Espero que sea pronto.

    Saludos.

  6. No, si al final habrá que seguir leyendo a Kleinfeld y Tambs. A nivel operacional es excelente y a mí no me pareció para nada apologético. Para eso ya están Reverte (por un bando) y Caballero Jurado (por otro). Para gustos, colores.

    Habrá que leer a Moreno Juliá. Todos coinciden en alabar su obra. Por algo será.

    Saludos

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