“Acérquese a la biografía actualizada y completa de Napoleón Bonaparte. Asómbrese con el ascenso de un humilde oficial de provincias al poder en medio de la turbulenta Revolución francesa, la forja de una leyenda en el campo de batalla, su asalto al gobierno de Francia y el desarrollo y caída de un imperio tan mítico como esencial para comprender la historia contemporánea de Europa.
Conozca de primera mano su concepción del Estado francés y el nuevo orden que dictó para Europa que aún hoy en parte pervive. Conozca sus historias más íntimas, sus secretos, el amplio currículo amoroso de un hombre cuya personalidad estaba llena de complejidades.
Descubra, de la mano del historiador Juan Granados, los detalles más controvertidos acerca de su muerte en Santa Elena y cómo un hombre pragmático, un hijo de la Revolución, fue capaz de imaginar con varias décadas de adelanto las unificaciones de Alemania e Italia.
Este título de la colección Breve Historia desvela la singular historia de un hombre de Estado: el visionario, el general, el amante… analizado desde el prisma histórico más actual, sin renunciar por ello al extraordinario anecdotario que nos han ido aportando los estudios clásicos sobre la figura más controvertida de su tiempo.” (Sinopsis de contraportada).
Cuando estudiaba en el instituto, en aquel curso que una vez se le denominó como COU (aunque para mí, si no me equivoco, pasó a ser 2º de LOGSE), tanto yo como mi colega David llegamos a la conclusión de que la palabra “inmortalidad” no podía ser entendida como una vida que no se extingue con el paso de los años o de los siglos. Figuras vampíricas o Christopher Lambert con katana en mano no entraban en nuestro modo de verla. Para nosotros dos era dejar un recuerdo imperecedero, una huella imborrable en la Humanidad una vez que esa persona haya caído en el sueño definitivo. Julio César, Cristóbal Colón, Marie Curie o Albert Einstein son sólo unos pocos ejemplos para apoyar lo que defiendo en estas líneas, para que nos entendamos. De entre todos, hombres y mujeres, que componen la larga lista de personas y personajes que dejaron atrás el anonimato para formar parte de nuestro mundo contemporáneo y de la sociedad a diario destaca, no lo dudo en absoluto, Napoleón Bonaparte, tanto para bien como para mal. El impulsor de la Luz, concibiendo Europa de forma muy diferente al Antiguo Régimen, pero también un tirano que pretendió subyugarla. Un genio estadista y militar, aunque muy débil en muchos aspectos personales, que, de haber triunfado, habría configurado nuestro mundo aún más de lo que ya lo hizo. Su marca está en más sitios de los que nos gustaría reconocer. Su sombra es bien larga y quedarse anclado en sus victorias y derrotas en el campo de batalla sería poco menos que estúpido. Hasta nuestra propia regulación civil se debe en cuerpo y alma al Código Napoleónico.
En definitiva, un hombre admirable.
He de confesar que, quizá, no sea yo la persona más idónea para hacer una recensión sobre esta biografía. Lo digo porque hasta la fecha no me había zambullido en monografía alguna sobre los aspectos vitales de Napoleón. Claro que me he cruzado con su estela en Austerlitz, Moscú, etc., durante el Terror o en Egipto, pero no más que en brevísimos momentos, espejismos creados por novelas, libros, series y películas y ya está.
Pero si no fuera ya suficiente con esto, vuelvo a encontrarme en el atolladero de reseñar la obra escrita por un viejo amigo, que ha llegado a mi poder incluso antes de estar oficialmente en las librerías. Es complicado no dejarse llevar en estas situaciones, pero también es mi deber actuar con objetividad y tratar de observar las páginas que ha escrito Juan Granados como si no lo conociese de nada. Seguro que tanto el autor como los lectores me lo agradecerán.
Un libro, sea cual sea su género, estructura o fin, es, casi haciendo un símil con su forma física, una tabla de salvación. Mientras leía “Breve Historia de Napoleón” me encontraba junto al cabecero de la cama del hospital donde había ingresado a mi madre para observación. Mientras ella dormitaba, yo regresaba una y otra vez al interior del ejemplar y mis problemas desaparecían por el lento y tranquilo transcurrir de las páginas. Decir que cincuenta caras se me fueron volando y eso que soy un lector bastante lento. Así, con mi salvavidas, fui surcando la vida de Napoleón Bonaparte desde la casualidad de nacer francés hasta su ocaso final. La academia en Brienne, donde era despreciado por ser un becado del rey, su ascenso fulgurante en el escalafón militar gracias la Revolución, la que, a pesar de todo, siempre se mantuvo fiel y, de ahí, directo a ser el nuevo Sol de Francia y Emperador. Un hombre que se encumbró asimismo, como si fuera un rey mitológico. De la nada a todo y ahí sigue, por mucho que cayera en desgracia.
Juan Granados es capaz de llevarnos con pulso firme por casi todos los recovecos de la vida de Napoleón y, aunque siembre el camino de cartas y extractos, no deja de ser amena y atractiva su lectura, apoyada con grabados de época. No cansa y se va clavando en tu memoria dato tras dato a lo largo de capítulos divididos a la perfección que te empujan a seguir hasta la siguiente marca, desgranando aspectos conocidos y no tanto, en los que la brevedad, que es el estandarte de la colección, te deja con un regusto amargo de “por qué es tan corto”.
Sin duda, la experiencia previa de Juan Granados como novelista y autor de otras monografías históricas le han permitido desplegar, gracias a su amor por la Historia y la Literatura, todo un arte divulgativo al servicio del más curioso.
Lengua: Castellano
ISBN: 978-84-9967-465-0
Nº Edición: Primera
Año de Edición: 2013
Editorial: Nowtilus
Plaza de edición: Madrid
Páginas: 300
¡Emotiva y cálida recesión, pardiez! He de confesar que a esta colección le tengo un poco de manía porque en ella escribe el omnisciente contador de anécdotas Jesús Hernández y me carga el tipo. Respecto a Napoléon es como Normandía 1944, se ha escrito tanto que parece que es perder el tiempo volver a algo al que le quedan pocas aristas informativas que recorrer y mi soberbia intelectual me hace pensar que la figura biográfica de Napoleón ya la tengo superada y he de ir a detalles de su quehacer vital mas especializados: Marengo, Jaffa, Heilsbronn, Eylau o Somosierra. No voy a leer el libro pero leeré el próximo sobre Napoleón (España contra Napoleón, de Charles J. Esdaile editada por EDHASA)
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Te felicito por una reseña tan bien escrita, Javier MP -si me permites la abreviación-, grueso favor haces a la obra y al autor.
Sí, el personaje es poliédrico, sin duda, y lo he admirado bastante pero últimamente el fiel de la balanza se inclina más hacia lo negativo con respecto, por ejemplo, a sus ambiciones y relacines con España, tanto en Europa como en Hispanoamérica.
Gracias, amigos, por vuestras palabras!
Sentida reseña sobre el personaje, el libro y la lectura.
Lo leí hace poco, y tengo que decir que aparte de unas ilustraciones especialmente bien elegidas y de muy notable calidad, es un libro pequeño pero bien aprovechado, que incide incluso en ocasiones en algunos puntos siempre tratados ligeramente incluso en obras de más extensión.
No se lo recomendaría a nadie que hubiese leído la obra de Zweig, pero si a lectores de obras más intermedias.