Armagedón en Stalingrad, David M. Glantz

September-November 1942

With Jonathan M. House

“¿Cuánto necesito saber sobre la batalla de Stalingrado?” Esta es la pregunta que en más de una ocasión me hice mientras leía este libro, el segundo de la trilogía sobre la batalla de Stalingrado que el señor Glantz está escribiendo.  Armaggedon in Stalingrad es un libro que sólo puede haber sido escrito por una persona con una capacidad de trabajo fuera de lo normal y con una visión global sobre el conflicto única. Los aficionados a la 2GM y al frente del Este en particular ya sabemos que David M. Glantz es la autoridad número 1.

El otro día, hablando sobre David Glantz con un amigo, me comentaba que los últimos trabajos de Glantz  (la trilogía “Barbarossa Derailed” y la de Stalingrado) habían entrado en una nueva categoría de libros sobre la guerra: no se trata de libros que hayan sido escritos para que sean leídos al estilo convencional, como una novela, sino que son libros destinados a estudiosos del conflicto, incluso escritores o investigadores, o a ser leídos en capítulos aislados, los que interesen especialmente.

“Armaggedon in Stalingrad” recrea la historia militar de la batalla de Stalingrado desde principios de Septiembre de 1942, cuando el XIV PZKorps llega al Volga por el Norte hasta el 20 de Noviembre del mismo año, en vísperas de Urano, la contraofensiva del Ejército Rojo que atrapó al 6ª Ejército en Stalingrado, y lo llevó a su muerte.

 

Explica Glantz a lo largo del libro, como si de un mantra se tratase, que el momento en que el 6º Ejército se atasca en Stalingrado es la gran hora que los soviéticos esperaban desde el mes de Junio, cuando comienza Blau, la ofensiva de verano. La estrategia de Stalin consistía en tratar de parar momentum de los alemanes para así poder montar ellos una contraofensiva masiva contra un flanco que se revelaría superextendido. Entre julio y septiembre no había podido ser porque los alemanes, en el último momento, eran capaces de retomar el momentum, el impulso, pero en Stalingrado no sucedió así. En palabras de Glantz, “Stalingrado coloca al 6º Ejército en las manos del Ejército Rojo”.

Las dos primeras semanas de lucha en Stalingrado , en la primera mitad de Septiembre establecen los parámetros de la lucha posterior en la ciudad: “Stalingrado se convierte en un Verdún”, haciendo que los alemanes tengan que renunciar a sus dos principales bazas de combate: la potencia de fuego y la maniobrabilidad. “Desde la perspectiva de Stalin y la Stavka, el sacrificio de los 50.000 hombres de Chuikov en las ruinas de Stalingrado era un pequeño precio a pagar a cambio de la gran contraofensiva”.

En la última semana de Septiembre el 6º Ejército triunfa haciéndose con la parte Oeste de los poblados fabriles de Krasnyi Oktiabr y de Barrikady, acabando asímismo con el saliente Orlovka y ocupando casi todo el área alrededor de la Mamaev Kurgan, “la montañita mágica” le digo yo. A partir de aquí cada planificación de ataque alemán se describe como “el ataque final”, situación que se prolonga hasta el mismo arranque de la gran contraofensiva soviética. El 2 de octubre de 1942 Hitler ordena, y lo hace público, tomar la ciudad: ya no hay marcha atrás. Mientras tanto, en la primera semana de octubre las cosas no andan bien, y hacen falta refuerzos: se cancela una ofensiva hacia Astrakán, liberando así a la 14 Dv Panzer, se traen a la 79 y la 305 DI del XVII Cuerpo de Ejército y del VIII, que guardaban el ya sobreextendido flanco izquierdo del Grupo de Ejércitos B y claro, en ese hueco hay que meter a alguien: ahí está el 3º Ejército Rumano, 171.256 honbres con muy poca artillería y sin tanques. El 17 de Octubre el 6º Ejército cuenta con 334,000 hombres, pero atención: sólo 66,549 soldados de combate.

El capítulo 8 está dedicado a la ofensiva en el Cáucaso entre Septiembre y Noviembre, cuando una Wehrmacht desfondada directamente baja los brazos a las puertas de Ordzhonikidze, asunto que ,según Glantz, sella definitivamente el fracaso de Blau, mucho antes de lo que tradicionalmente se ha escrito y pensado, verbigracia, que el fracaso de Blau no llega hasta la muerte del 6º Ejército. En este sentido Glantz gusta de hacer una comparación entre Barbarossa y Blau, en dos planos: en el estratégico, explica que antes del batacazo en Moscú (en Barbarossa) el grupo de Ejércitos Norte y Sur ya se habían estrellado en Leningrado y Rostov respectivamente, y que el comportamiento de Blau era igual: antes de la contraofensiva soviética, Urano, ya se había renunciado al objetivo “irrenunciable” de Blau, el petróleo. Y en el sentido operacional, en 1941 la Wehrmacht cada vez tenía que hacer avances más estrechos y profundos por falta de fuerzas. Esto es exactamente lo que pasa en el Cáucaso, así pues , igual que los desastres de la Wehrmahct en Tikhvin y Rostov en noviembre del 41 representan el epítome del fracaso de Barbarossa, el fracaso del Grupo A en Noviembre del 42 en el Cáucaso lo es de Blau.

He pensado que no estaría bien no incluir en la reseña nada acerca de las ofensivas en el Kotluban, el noroeste de Stalingrado. Estas ofensivas fueron continuas (he contado hasta 5 grandes) y, según el autor, aunque los alemanes las rechazaron siempre, tuvieron dos efectos muy nocivos para ellos:

  1. Evitaron que el XIV Panzer Korps de Wietersheim se uniese al asalto de Stalingrado.
  2. Crearon un estado de confianza entre generalato alemán que al final se volvió contra ellos, ya que pensaban que iban a poder rechazar cualquier contraofensiva.

Glantz ha tratado de equilibrar las fuentes, aunque una vez más gana la parte soviética, que está tratada con más detalle. Por ejemplo, al final de la descripción de la batalla de cada día el informe pertinente de los alemanes no pasa de los comentarios velados del diario del OKW, mientras que por parte soviética se presenta casi todos los días el diario del 62 Ejército, las memorias de Chuikov sobre ese día y los informes de operaciones que el 62 Ejército ( a veces también los del 64) remitía a la Stavka, así como los planes de batalla para el siguiente día por parte del 62 Ejército y las órdenes de la Stavka. Casi todo fuentes primarias volcadas en el texto del libro. Desde el punto de vista alemán, Glantz esta vez ha echado mano, además de las clásicas historias divisionarias alemanas y del diario del 6º Ejército, para las experiencias personales de los soldados alemanes, entre otros,  de los trabajos de Jason Mark, de la editorial Leaping Horseman y del libro de Hans Wijers “The battle for Stalingrad: The battle for the factories, 14 October-19 November 1942”, que en su día fue autoeditado por Wijers, y que ahora se puede comprar por unos cuantos dólares en la editorial Stackpole, que lo ha juntado junto a otro del mismo autor sobre “Tormenta de invierno”, la operación de rescate del 6º Ejército. En stackpole el libro se llama “Winter Storm”.

Glantz estima que el Ejeŕcito Rojo sostuvo cerca de 1,600,000 bajas entre Julio y Noviembre del 42, contando sólo desde Voronezh hacia el sur, en el Cáucaso, que perdieron 4852 tanques, 4 veces el número de tanques con el que los alemanes comienzan Blau (1260).  Los alemanes en la misma fecha y en los mismos ejes estratégicos (Voronezh, Stalingrado y Cáucaso) , 200,000 bajas y menos de 700 tanques perdidos. La ratio es de 5:1 a 6:1 en favor de los alemanes. Pero los rusos por entonces ponen encima de la mesa unos 2000 tanques mensuales. Los alemanes no se podían costear todas esas bajas.

  • Tapa blanda: 928 páginas
  • Editor: Desperta Ferro Ediciones; Edición: 1 (1 de abril de 2019)
  • Colección: Segunda Guerra Mundial
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8494954008
  • ISBN-13: 978-8494954009

 

4 comentarios en “Armagedón en Stalingrad, David M. Glantz

  1. Impresionante, Isidoro, realmente impresionante.

    La pregunta que formulas en el encabezado de esta magnífica y subyugante reseña se torna en retórica cuando es Glantz quién escribe sobre Stalingrado (o sobre cualquier otro tema). Como acertadamente apuntas, Glantz es la «autoridad número 1» si hablamos del Frente del Este. Que siga escribiendo y que, POR FAVOR, alguna editorial lo traduzca a la lengua de Cervantes para que pueda seguir iluminando a simples mortales como el que escribe estas líneas.

    Saludos, felicidades y BONES FESTES!!!!!

  2. La batalla de Stalingrado es el epítome perfecto de lo que nunca debiera haber tenido lugar: la lucha entre la Werhrmacht y el ejército soviético. Una guerra a muerte entre dos regímenes totalitarios que nunca hubiera podido ganar Alemania por motivos espaciales, de recursos humanos e industriales, climatológicos y de filosofía. Pasó lo que tenía que pasar y es que el mas torpe de los dos perdió la guerra porque permitió una alianza antinatural entre comunistas y capitalistas que acabó hundiendo al régimen de Hitler.
    En Stalingrado los soviéticos le devolvieron a Hitler su doctrina operacional: guerra de movimientos y embolsamiento final al estilo de Cannae. Stalin supo dejar el mando directo a generales competentes como Zhukov y Hitler confió en un tipo como Goring y demostró que solo era un cabo de la PGM con su doctrina de «no dar un paso atrás» como en el Somme o
    Verdún. Pasó lo que pasó con la ayuda de los rumanos de la retaguardia.
    Respecto a la valía indiscutible de Glantz como historiador militar no puedo hablar mucho porque solo he leído el librito que publicó Inédita en español y me admira el compañero forista Isidoro que es capaz de leerse un libro en inglés de 800 páginas que es parte de una trilogía. ¡Es admirable el logro lector! Si las grandes editoriales como Crítica, Ariel, Akal u otras grandes editoriales no han decidido comprar los derechos y traducirlo debe de ser por motivos de costes de producción, rentabilidad y mercado objetivo por lo que veo arduo que otras mas pequeñas se apliquen a la ardua tarea de producirlo; solo nos queda vivir de la generosidad de Isidoro y otros que se apliquen a la tarea de comentarlo.
    No se si Glantz es tran grande pero quiero reivindicar a George S.Nipe y a Ediciones Platea por su libro «Decisión en Ucrania» que es el mejor libro que he leído sobre el Frente del Este, sin desmerecer a Glantz, por supuesto.

  3. Bueno, segunda vez que escribo un mensaje aquí. ¡ Qué rabia! LE doy a enviar comentario y se pierde por completo!!! Y no lo había copiado.

    Efectivamente, José Sebastian, el comentario que pongo al principio de la reseña es retórico. Durante la lectura he encontrado tramos que me han parecido extenuantes. Lo que pasa es que este tío después de tantos años estudiando y profundizando sobre lo mismo pues ya sabe mucho y es capaz de sacar unas conclusiones muy valiosas. Yo en este libro advierto que él es capaz de tomar distancia del escenario , separarse y verlo de otra forma, muy lúcida.

    Ya se ha anunciado la tercera parte de la trilogía sobre Stalingrado de Glantz. Sólo esta tercera parte va a constar de 2400 páginas, divididas en otros tres libros, a 800 páginas cada uno. Si a eso le sumamos las 1600 de los dos primeros volúmenes nos encontramos con una trilogía de 4000 páginas, tocando sólo operaciones de Tierra, y nada de combates aéreos o experiencias personales, etc.

    http://www.kansaspress.ku.edu/glaen1.html
    http://www.kansaspress.ku.edu/glaen2.html
    http://www.kansaspress.ku.edu/gl2com.html

    Coincido plenamente contigo, Viçent, acerca de «Decisión en Ucrania». Lo que dedica a Kursk es lo mejor, y es casi que lo único que hay bien escrito, sobre la batalla en español (Chris Bellamy la toca solo por encima, y con algunos pequeños fallos, qaunque tampoco se puede comparar porque «Guerra Absoluta» es un resumen de toda la campaña en el Este. )

    La parte del Mius me gustó tanto que en su día, hará unos 4 años, escribí y publiqué un artículo sobre esto:

    http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=5&t=4814&p=108552&hilit=mius+nipe#p108552

    Y la tercera parte que recuerdo no es menos espectacular, sobre los combates alrededor de Bogodukov, donde el 5ª Ejército de Tanques de la Guardia vuelve a ser machacado por los mismos poco tiempo después de su debacle en Prochorovka.

    Es un libro que creo que va a funcionar muy bien con el boca a boca porque gusta sí o sí.

    Saludos.

  4. Felicidades Isidoro por otra gran reseña. No se puede describir mejor a Glantz que con la pregunta con la que abres tu reflexión.

    Glantz es la consulta definitiva. Igual que las últimas respuestas se encuentran en los libros sagrados,la confirmación de los últimos datos se encuentran en Glantz.

    Saludos y Feliz Navidad

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