An Unconmpromising Generation, Michael Wildt

The Nazi leadership of the Reich Security Main Office

En 1940 Ernst Fraenkel completó su conocida obra «El Estado Dual», en la cual describía la coexistencia en Alemania de un Estado Normativo, que normalmente respetaba sus propias leyes, y un Estado prerrogativo, que no las respetaba. Fraenkel limitó al Estado Normativo el dominio de lo legal: leyes, decisiones de los juzgados y actos administrativos. Y definió el sector político como el terreno sobre el cual el Estado Prerrogativo gobernaría. La institución central del Estado Prerrogativo era la Policía.

Michael Wildt ha escrito una obra deliciosa y enjundiosa que se lee con fruición. Se trata de un análisis del Servicio de Seguridad del Reich, principalmente un análisis sociológico, pero también una historia orgánica de la Organización y una historia operativa. El análisis sociológico es el más interesante y el que tiene más peso en el libro.

Las tesis principales que Michael Wildt defiende es que la RSHA fue una organización que cada vez que se encuentra con un problema cuya solución es difícil o imposible, la decisión que se toma es buscar una solución más radical que la anterior, más irreal y más extremista (Wildt lo define así: “Se trata de una investigación sobre la dinámica radicalización de unos actores motivados ideológicamente, unas instituciones sin límites, y unas prácticas de guerra asesinas”), que los perpetradores no fueron meras máquinas receptoras de órdenes, sino que participaron activamente y se esforzaron en la búsqueda de soluciones para su tarea, y que la RFA tuvo que pagar el precio de la impunidad para la mayor parte de estos asesinos para garantizar una transición desde un estado nazi a un estado democrático.

El libro se divide en 4 capítulos, Generación, Institución, Guerra y el Epílogo. En Generación se buscan los inicios de los futuros altos cargos de la RSHA. Se analiza a una Generación: Los hombres nacidos entre 1900 y 1910. Para Wildt es imprescindible darse cuenta del perfil del alto cargo de la RSHA: joven nacido después de 1900 (aproximadamente en el 60 % de los casos), de clase media y con estudios universitarios. Esta generación fue lo bastante joven como para no ir a la guerra, pero sí experimentarla en el frente interior y tener recuerdos de ella. No habían experimentado los horrores de la contienda. El radicalismo estudiantil en los años de la República de Weimar es germen de muchas ideas y pasto de muchos futuros integrantes de la organización. Acaso la principal atracción del libro sea el perfil biográfico que realiza de unas 20 personalidades. En cada parte del libro analiza las circunstancias de estos hombres y su evolución hasta llegar, la mayor parte de ellos, a liderar un Einsatzkommando o Einsatzgruppe y su vida de posguerra. En “Generación” se encuentran las vidas como estudiantes de Erich Ehrlinger, en Rusia líder del Einsatzkommando 1b, Martin Sandberger, líder del Einsatzkommando 1ª, Heinz Gräfe, futuro responsable de la sección “Unión Soviética” en la oficina VI de la RSHA (SD extranjera), Wilhelm Spengler, responsable de cultura en la oficina III de la RSHA (SD doméstica), Weinmann, Ehlich, Blume y Nockemann. Una de las ideas más sobresalientes discutidas en la época por estos estudiantes radicales era la idea de Acción como elemento principal del futuro líder. Según su cosmovisión, allá por los primeros años de los 30, “la historia no debiera estar hecha por las escuelas de enseñanza ni por los ratones de biblioteca, sino que debiera se escrita por las personas listas para la acción, que quieren asumir responsabilidades y que suspiran por el despliegue”. “¿Cómo podría un líder proveer una continua demostración de su propia superioridad? Para estos jóvenes un criterio suplementario para el liderazgo (aparte de nacer con capacidades para ello) … era el éxito. Consideraban los éxitos del partido más fuerte como una justificación de su superioridad y desconfiaban de que alguna restricción a estas acciones de éxito pudiese amenazar el liderazgo. El líder demostraba al mundo y a sí mismo su validez a través de la superioridad y éxito de sus propias acciones, independientemente de cuáles fueran.” Son frases peligrosas, como ésta: “Sólo el éxito justificaría las acciones del líder. Desde esta perspectiva, el liderazgo no se basaba en la fuerza de unos argumentos mejores, diálogos mejores, en tradiciones o en religión, sino en las acciones y las hazañas. El verdadero liderazgo se probaría únicamente en la práctica.” Éstas eran ideas que se discutían entre los círculos estudiantiles de extrema derecha en los años inminentemente anteriores a la entrada de Hitler al gobierno. Es fácil encontrar ecos de estas reflexiones en la Segunda Guerra Mundial, cuando numerosos líderes de la RSHA dejaron los despachos para irse a primera línea de combate para asesinar, para ejercer el liderazgo desde la acción directa. 1933 es un año crucial para todas estas personas, futuros líderes del instrumento ejecutivo del estado prerrogativo de Fraenkel, pues la entrada de Hitler como canciller les permite aspirar a sus ”cuotas de poder” y experimentar con las radicales ideas que han discutido en sus años de universidad.

El capítulo “Generación” termina con tres párrafos que, a mi humilde entender, son demoledores, y que por eso resumo: La distinción entre amigo y enemigo denota el grado máximo de intensidad de una unión o separación, de una asociación o disociación>> (The distinction of friend and enemy denotes the utmost degree of intensity of a union or separation, of an association or dissociation). De acuerdo a Schmitt, es esta distinción la que da lugar a la entidad política, al Volk que clama soberanía. Desde esta perspectiva, el Estado, en contraste, es meramente una función ( is merely a function- una pieza más-, traduciría yo), el sitio donde esta decisión acerca de quién es un enemigo es hecha en un momento histórico específico. Esta desvinculación de lo político del Estado es la que innumerables compatriotas alemanes celebraron con la llegada de Hitler, como la representación del Deutsche Volk homegeneizado en una entidad política. Esta separación conceptual expandía las posibilidades para crear nuevas instituciones en el estado nacionalsocialista para la Volkgemeineschaft que fuesen capaces de distinguir entre amigo y enemigo. .. La SD y la Gestapo eran instituciones ideales para esta concepción de la política. Por un lado, estaban organizadas como centros de poder ejecutivo y como agencias centrales de inteligencia para la investigación de enemigos raciales, ideológicos y políticos; y por otra parte, ninguna estaba sujeta a ningún tipo de reglas administrativas tradicionales. Bajo el liderazgo de la SS, estas dos instituciones se unirían en lo que sería la RSHA, que estaría sólo y exclusivamente a la voluntad del Führer, de forma independiente de toda ley y regulación. Cuando esta forma de ver la política fue unida a este tipo de institución, se alzó una constelación que sería capaz de cualquier forma de radicalización”.

El siguiente capítulo se titula Institución. Está basado principalmente en los trabajos de George C. Browder. Wildt explica el camino que siguen los distintos organismos de seguridad del Estado hasta llegar a 1939 y conformar la RSHA. Me parece insuficiente, más bien me sabe a poco el espacio dedicado. Se tratan aspectos tan interesantes como el pulso de poder entre Heydrich y Best sobre el futuro modelo que adoptaría la RSHA, si existirían unas “leyes escritas” para el Estado Prerrogativo (Best)o si simplemente la RSHA actuaría sin basarse en leyes específicas algunas, “trabajar en la dirección del Führer”, la Policía de una Volkgemeineschaft(Heydrich), definida tan sólo en términos de pueblo y raza. Además se dedica un apartado para la descripción de cada una de las distintas oficinas en que se organizó la institución.

La tercera parte es dedicada a la Guerra: Con la invasión de Polonia comienzan los primeros ensayos de los Einsatzgruppen, y los primeros problemas de competencias entre la Wehrmacht y la RSHA, problemas, que más tarde en la URSS van a ser menores, por la lucha entre bastidores de los Himmler y Heydrich y también porque el Ejército mira hacia otro sitio más de una vez. Wildt sostiene que Polonia es el campo de entrenamiento de esta generación de hombres jóvenes, un lugar donde llevar a la práctica muchas de las ideas discutidas. “La práctica de asesinatos en masa en Polonia a finales de 1939 representa, en un cierto sentido, el verdadero acto de fundación de la RSHA”, comenta el autor. El trabajo de Alexander Rossino (Hitler Strikes Poland: Blitzkrieg, Ideology, And Atrocity) es un punto de partida, según Wildt, para el estudio de los crímenes cometidos en Polonia.

La guerra contra la Unión Soviética trae consigo una serie de cambios en las competencias de la Werhmacht y de la RSHA, de donde claramente salen beneficiados los segundos. Wildt incide someramente sobre el tema de si los Einsatzgruppen tenían la orden de asesinar a todos los judíos de los territorios ocupados antes de Barbarroja o no. Aborda asimismo el tema del liderazgo de los Einsatzgruppen: quién sería seleccionado y por quién (los cargos de más responsabilidad, por Himmler). No obstante se queda claro que el hecho de ser seleccionado para ocupar un puesto en un Einsatzgruppe era un premio, otorgado sólo a los mejores. Pero no todas las personas seleccionadas para ello actuaron de igual forma. Wildt expone tres casos de estudio sobre el asesinato de judíos: Schulz, Sandberger y Erhlinger. En los tres demuestra que estos hombres sabían exactamente cuáles eran sus cometidos. Schulz era una persona con escrúpulos, y que no fue capaz de pasar de ser un jefe de la Gestapo a ser un asesino de masas racista. Martin Sandberger sería el estudiante modelo de la RSHA: “sin ningún sentimiento humanitario”, se aseguró de que se llevara a cabo el proyecto Nazi, pero en vez de participar él mismo en los asesinatos prefiere dejarle ese trabajo a la policía estonia. El tercer caso de estudio es el de Ehrlinger, que participa en las ejecuciones y además alienta a otros a ello. Casos paradigmáticos y casos excepcionales, como la vida misma.

Wildt analiza las actividades de la RSHA principalmente hasta la primera mitad de la guerra, hasta el asesinato de Heydrich. A partir de aquí la cuenta de los hechos es bastante más resumida, precisamente cuando la RSHA tiene el mayor poder. Se hace corta.

La parte dedicada a la Posguerra es exquisita. Otra vez es fácil encontrar conclusiones lapidarias, frases maestras, perfiles biográficos interesantísimos. Los juicios de Nuremberg dedicados a los Einsatagruppen consiguieron condenar a algunos de los máximos responsables. Pero pocas penas se cumplieron íntegras. Sin duda, la RFA tuvo que pagar un alto precio “prostituyendo” (no es palabra de Wildt, es mía) su ética o su sistema judicial para tratar de pasar la crítica fase de transición de un país con una dictadura y destruido, a un país democrático. Los casos o perfiles biográficos estudiados otra vez son más que interesantes: Karl Schulz, beneficiado por la ley de 1950 que lavaba la cara a los miembros de la Gestapo que antes de formar parte de ella fuesen miembros de la Policía Criminal, volvió a la Policía Criminal, pero de la RFA. Martin Sandberger, gracias a sus influyentes familiares también consiguió que se olvidaran sus asesinatos. El caso que más me llamó la atención fue el de Hans Rössner, que incluso después de haber sido un asesino mantuvo correspondencia profesional con Hanna Arendt, como segundo de Piper Verlag, la editorial de Arendt en Alemania.

La conclusión del libro se extiende en unas 30 páginas donde Wildt termina de concretar sus posturas. Aquí introduce una reflexión sobre el debate entre estructuralistas e intencionalistas que creo digno de traducir: “La habilidad del estado Nacionalsocialista, a pesar de esta confusión administrativa, para implementar una destrucción previamente inimaginada debiera llevarnos a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo una sociedad moderna pudo ser transformada en un periodo de tiempo tan corto de tal forma que fuese capaz de crear este tipo de destrucción? La aproximación estructuralista [ … ] entiende el Nacionalsocialismo como la desintegración de un Estado y la radicalización de los nacionalsocialistas sólo como una consecuencia del caos [ensuring chaos], mientras que la aproximación intencionalista se centra en la usurpación por parte de Hitler de la autoridad del estado. Las dos aproximaciones, no obstante, evitan dos cuestiones: Si el régimen creó de forma intencionada, y en qué medida, un tipo específico de orden de estado en el sentido de una “Volkgemeineschaft” racista cuyas instituciones fuesen capaces de este tipo de prácticas radicales; y ¿fue la transformación de la sociedad en esta ”Volkgemeineschaft” precisamente el requisito para la participación de tantos alemanes en los crímenes en masa del régimen?

Termino con un semblante muy válido de la RSHA:

Dificultades, cuellos de botella, obstáculos, nada de esto llevó a renunciar ni incluso a posponer los objetivos del RSHA hasta después de la guerra. Al contrario, el fallo de un plan provocaba una solución incluso más radical. ..La ideología exigía una práctica específica, y cuando esta práctica se encontraba atrapada entre sus propias contradicciones, los perpetradores no revisaban sus asunciones ideológicas, sino que radicalizaban sus prácticas. La disolución de los límites como rasgo característico del RSHA incluye no sólo la expansión del territorio y la inmensa expansión de los oponentes, también la radicalización de las prácticas que llevaron de la persecución y expulsión al exterminio”.

La primera edición del libro en Alemania es de 2002, y cuenta con más de 900 páginas, mientras que la versión inglesa tiene 570.

Este trabajo quizás sea un importante hito en el estudio de la Oficina de Seguridad del Reich.

Disponible en Amazon

Paperback: 592 pages
Publisher: University of Wisconsin Press; 1 edition (January 11, 2010)
Language: English
ISBN-10: 0299234649
ISBN-13: 978-0299234645
Product Dimensions: 9 x 6 x 1.5 inches

8 comentarios en “An Unconmpromising Generation, Michael Wildt

  1. Excelente reseña, ofrece un panorama completo del libro. Tan completo que asusta un poco, se nota que no es fácil de leer y que requiere una buena preparación, es evidente que es un libro para estudiar especificamente el tema de la RSHA, pero permitiendo
    al mismo tiempo profundizar en ese complicado período histórico en particular.

  2. Agradecido quedo por vuestros generosos comentarios. Es un libro difícil, pero más que interesante.

    Me pregunto cuándo se dará el salto en España hacia traducciones de trabajos de este tipo. Yo creo que la cosa va por el camino correcto.

  3. Hola, isodoro. Me permito recomendarte este magnífico estudio de sintesis sobre un tema que creo que está relacionado con lo que tratas en la reseña. Creo que mi próxima reseña tratará de este libro de Traverso.

    A SANGRE Y FUEGO: DE LA GUERRA CIVIL EUROPEA (1914-1945)
    de TRAVERSO, ENZO

  4. Una reseña detallada y analítica, de gran alcance intelectual. El tema de la RSHA es un tema que por mucho que haya leído nunca me acabo de aclarar del todo ya que los nazis intentaron hacer un estado dentro de otro estado canibalizándolo y creando duplicidades (waffen SS vs werhmact, policía criminal vs gestapo, abwehr vs servicio exterior de la SS, etc). Con el tiempo, el poder de las SS fue in crescendo haciéndose mas abstrusas sus funciones y su propia organización que llevaba a choques entre departamentos propios de la RSHA. Lo que siempre me ha sorprendido del III Reich es que se habla de su funcionalidad (genocidio racista) cuando la lucha entre personajes/instituciones nazis hacía del Estado algo ingobernable y confuso con un líder caótico y vago como Hitler. Así y todo lograron lo que lograron y solo pudo con ellos la alianza militar mas grande e inverosímil de la historia.

  5. Creo que el autor acierta, por lo menos en los tipos a los que hace objeto de su estudio, en la profunda radicalización de la juventud alemana y en el mito que suponía para esta generación la violencia como regeneración; precisamente ellos que no eran Frontkampfer. Pero igual podía verse esta pulsión de destrucción y de goce por la violencia en tipos tan diversos como Hitler o Jünger. Entre 1914 y 1945 se vivió una escalada de violencia sin igual, una verdadera «Guerra de los Treinta Años». Desde este punto de vista no sería tan inverosímil la coalición antifascista, que no era menos contra natura que, por ejemplo, la de Richelieu, cardenal católico, con la Suecia protestante. En cuanto a la incompetencia del régimen, estoy de acuerdo, era una casa de putas literal. Sin embargo, contaba con la eficiente burocracia imperial, que no se había destruido completamente durante la postguerra. Sin embargo esto es otro tema completamente diferente. Saludos.

  6. Cierto Vicent, el problema que tiene la RSHA para entenderla es que ni ellos mismos se aclararon nunca, ni la organización llegó a ser lo que se había planificado en ningún momento. Ten en cuenta que como organización formal, si mal no recuerdo, se forma en 1939, una vez empezada la contienda. Y luego, a partir de ahí, todo es improvisación.

    Wildt se basa fundamentalmente en los trabajos de George C. Browder cuando habla de la organización y formación de los cuerpos policiales alemanes. Tiene dos trabajos, disponibles por supuesto en amazon:
    http://www.amazon.com/s?_encoding=UTF8&search-alias=digital-text&field-author=George%20C.%20Browder

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