En algún viaje a algunas ciudades títpicas medievales, como pudiera ser Toledo en España o Londres y York en Inglaterra he tenido la posibilidad de visitar algún museo del horror. Creo que fue en Toledo donde pasee por lo que antiguamente era la cárcel de la inquisición y en Londres o York, no recuerdo bien, por un museo temático de instrumentos de tortura. No hay nada como el ingenio humano para construir, para investigar y llegar más allá, en lo bueno y como no, en lo malo también. Es increible cómo se puede agudizar el ingenio para hacer el mal, para extremar el dolor sin llegar a causar la muerte.
Reconozco que he pasado por esta lectura por momentos en los que he estado tentado de dejar de leer el libro, que me estremecía mientras leía e imaginaba los horribles horrores a los que se sometían a los reos en la Edad Media. Pero seguí avanzando y por fín el libro se centró un poco más en otros aspectos que los meramente descriptivos, más en los aspectos bélicos de la época medieval.
Vamos al libro. El libro trata de dar una perspectiva real y contundente sobre la sociedad medieval y su arraigado belicismo. Una sociedad totalmente estratificada y planteada desde el punto de vista bélico. Inlcuso como afirma el autor, los utensilios agrícolas debían servir en un momento dado como armas en caso de urgencia. El libro desmitifica la figura del Caballero Andante y pone a estos, a los Reyes y a la nobleza al frente de devastadores ejércitos sin piedad con sus enemigos. No justifica ninguna acción sino que analiza los «por qués» de estos comportamientos, sobre todo teniendo en cuenta que otro mito como eran las batallas campales no eran la norma, eran poco habituales y en lo que consistían la mayoría de las campañas bélicas de la época era en la fórmula del asedio y la tierra quemada. Aun así hay un apartado donde se analiza alguna de las batallas más importantes como la de Hastings, Muret o los Cuernos de Haittin en Tierra Santa. Más que las batallas, lo que se analiza es el comportamiento de los ejércitos, de las decisiones de sus comandantes y del trato y consecuencias al final de la batalla por parte de los vencedores sobre los vencidos. Todo evidentemente movido por motivos políticos y religiosos, aunque en el fondo los motivos eran siempre políticos y estos se servían del fervor religioso para llegar a sus objetivos.
Ante este panorama, la Edad Media tiene ese alo de una época oscura, convulsa, sucia y deprimente: En cierta medida era así, era una época sucia y convulsa por las constantes hambrunas, epidemias y conspiraciones políticas, era turbia y despiadada por que la muerte estaba a la orden del día, los ejércitos no tenían la más mínima clemencia con sus rivales, ya fueran militares o civiles pero, ¿es todo esto tan distinto de nuestro y civilizado hoy en día?. El libro se centra en lo ocurrido en Inglaterra y Francia pero casi todo, por no decir todo, es extrapolable a toda la Europa feudal e incluso a los incipientes reínos latinos de Tierra Santa durante las Cruzadas.
Un riguroso estudio, con una ingente bibliografía que trata de racionalizar el comportamiento feudal, de encontrar sinergias con el mundo actual; guerras como la reciente de Yugoslavia o las actuales de Ruanda o el Congo son ejemplos de que la barbarie humana sigue vigente, igual que hace 1000 años cuando en los asedios se lanzaban para minar la moral del asediado las cabezas de parte del ejérctio defensor mediante las catapultas. Ejemplos de castigos, asedios, batallas, escarmientos o incluso clemencia y perdón, aunque evidentemente no era la norma, encontramos en el libro. Todo acompañado de su correspondiente estudio y carga argumental que trata de desmitifcar los extremos que tenemos sobre la Edad Media, tanto en lo bueno como en lo malo. Me ha gustado mucho, es un libro muy a tener en cuenta para consultar.
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788474239393
Nº Edición:1ª, Crítica
Año de edición:2009
Plaza edición: BARCELONA
Yo creo que el libro es una apuesta muy valiente. Es la parte más sucia de cualquier conflicto o guerra. Nadie quiere hacer frente al sufrimiento, y sino que se lo pregunten a los estadounidenses con la guerra de Irak y la censura a la que han sido dometidos. No existen las guerras límpias y menos en la Edad Media. Es un aporte más de la conciencia y conociemiento del hombre, como decía Antonio, para lo bueno y para lo malo y es una apuesta muy valiente centrar el libro en ese aspecto para analizar esos comportamientos.
Antonio de verdad me ha encantado muy mucho la reseña.Como bien dices no es un tema agradable de tratar pero siempre ha estado y esta ahi.Recordais la escalofriante tortura de William Wallace en Braveheart, las camaras de gas en la 2ªGuerra Mundial o mas «recientemente» la del «anarquista» Salvador Puig Antich ejecutado con el metodo de el cruel método del garrote vil que sometia a una agonía de casi 20 minutos, una barbaridad.Creo Antonio que has definido muy bien que el libro no quiere ser una cronica morbosa de las diversas torturas sino mas bien de porque el hombre puede llegar a tales situaciones, a crear instrumentos tan terroríficos o a transformarse en un campo de batalla. Me vuelvo a reiterar me ha gustado mucho tu reseña Antonio.
¿Conoces el método de tortura (y muerte) de los homosexuales en la Edad Media?.
Pues el autor menciona algo a propósito de la supuesta homosexualidad de Enrique II, les introducían, (dicho finamente), un hierro incandescente por el ano. ¿Te refieres a esa?.
Para no herir sentimientos, Antonio, te dejo enlace a una pagina sobre las peores torturas en la Edad Media.La segunda es la que se refiere a los homosexuales. Da escalofríos pensar que los hombres somos capaces de tales atrocidades, a mi me hace dudar en ocasiones si es que el hombre puede llegar a ser tan malo o realmente existe alguna fuerza maligna. Pr cierto Antonio, dejando el tema «IkerJimenez», ¿entiendo que el libro se situa en la Guerra de los Cien Años?.
Perdón Antonio me he olvidado el enlace, aqui lo tienes:
http://listas.20minutos.es/?do=show&id=77846
La mayoría de esa lista aparecen reflejados en el libro. El periodo no solo se centra en la Guerra de los 100 años, que también. El periodo del libro abarca toda la Edad Media, desde los primeros años después del Imperio Romano hasta el siglo XV, todo el periodo.
Este es un libro muy interesante y que he tenido la oportunidad de leer en estos días. Un amplio estudio del comportamiento social y político en el mundo medieval, va más allá del hecho descriptivo de la tortura o del comportamiento del soldado en el campo de batalla, muy bueno y basado en un gran número de fuentes y bibliografía.