Diario de campaña de un médico de Batallón, José Luis Cáceres García de Viedma

Médico de Batallón, tú que aguantas sobre la tierra removida de las batallas los peligros cruentos, tú que llevas a la misma mochila preciosa de los conocimientos adquiridos paciente, laboriosamente en las aulas, en las clínicas, en los quirófanos, en la guerra misma, eres un soldado digno de serlo. Tú, señor de la ciencia, de la serenidad y el sacrificio, por tu aportación constante y valiosa al mecanismo de la guerra, tienes uno de los puestos preferentes en el desfile de los hombres soldado, tú, Médico de Batallón”. Con esta glosa dedicada por E. Casamayor, soldado del grupo de Sanidad de la División Española de Voluntarios en Rusia, me gustaría comenzar esta reseña sobre este nuevo libro de memorias de un voluntario de la División Azul, en este caso se trata de José Luis Cáceres García de Viedma, médico de Batallón integrado en el III/ 263º Regimiento de la 250ª División de Infantería, soldado que se mantuvo en el frente del Este desde los inicios de la invasión germana en julio de 1941 hasta septiembre de 1942 , de dónde regresó de nuevo a España tras permanecer más de un año en primera línea de combate.

La Biblioteca del Guripa es la editora de este nuevo trabajo donde el interés por la recuperación de estos escritos memorísticos son ya una garantía de éxito a la vista de sus últimas publicaciones, una de las virtudes de esta obra reside en su riguroso análisis y la prolífica sección de notas que hacen de estas memorias algo más que un recuerdo trasmitido al papel, la combinación entre diario personal y supervisión del historiador profesional conforman un tándem que aporta una calidad máxima hacia este tipo de ediciones. Como he comentado anteriormente, la sección de notas requeriría un punto y aparte, hay en ellas un gran aporte a cargo del mejor especialista en España de la División Azul, Carlos Caballero Jurado, además de una brillante introducción. El otro prologuista, Juan Manuel Poyato Galán, autor de, Bajo el Fuego y sobre el Hielo La Sanidad en la Campaña de la División Azul, editorial Actas, 2015, es el encargado de introducirnos en el mundo de la sanidad militar que acompañó a la División Azul en el frente del Este y que servirá para ponernos en situación al comenzar a leer estos interesantes diarios.

El protagonista de este diario, José Luis Cáceres García de Viedma, fue un médico valenciano militante de Falange Española desde 1935, seguidor de José Antonio Primo de Rivera pertenecía a una clase media acomodada, quintacolumnista en su ciudad durante la Guerra Civil española decidió una vez acabada la misma continuar la batalla contra el comunismo alistándose a la División Azul pocos días después de que estallara la guerra contra Rusia. Una vez más nos encontramos con un voluntario con carrera universitaria muy comprometido con la causa en su lucha contra el bolchevismo, un personaje que no hubiera necesitado arriesgar su vida en aquellas tierras de sangre a no ser que el idealismo fuese su principal motivación para hacerlo. Se vuelve a dejar en evidencia una vez más la sola idea de que fue la penuria económica la que obligó a muchos de aquellos voluntarios a partir a Rusia, y remarco este hecho porque suele ser la gran tara que acompaña al estudio de esta unidad militar. Ciñéndonos a lo que podemos encontrar en este diario, es de destacar que nuestro protagonista no hace proselitismo del falangismo, no lo lleva a cabo porque está completamente convencido de la justicia de su lucha, no hay ninguna duda al respecto cuando lees sus escritos. A pesar de ser médico, y poder haberse establecido en cualquier hospital de retaguardia, decidió permanecer en primera línea de combate con lo que sus impresiones son todavía más valiosas si cabe. La rutina suele ser la norma de un soldado, desde luego Cáceres la refleja muy bien en estos escritos ofreciéndonos una temática costumbrista digna de tiempos pretéritos. A destacar también en el relato dos aspectos bien diferenciados, por una parte nos encontraríamos con la evolución personal que experimenta el personaje con el devenir de los días y, por otra, su responsabilidad como profesional de la medicina. No deja de ser interesante comprobar el encaje de los médicos españoles en las unidades sanitarias germanas, no olvidemos que la División Azul adoptó la misma estructura de un Grupo de Sanidad alemán y fue a esta dinámica de trabajo a la que debieron adaptarse los sanitarios divisionistas. Para hacernos una idea del riesgo al que se veía sometido un médico sanitario como José Luis Cáceres, habría que mencionar que una vez que se producía una baja y el herido era evacuado al Puesto de Socorro u “hospitalillo” este se encontraba a menos de un kilometro de la línea de combate por lo que su cercanía hacía de su profesión algo muy peligroso. Son numerosas las anécdotas sobre su actuación in situ en la atención a soldados abatidos en el campo de batalla donde su valor personal es puesto a prueba. Por supuesto, y esto sigue siendo una tónica en las lecturas de memorias de soldados de la División Azul, son siempre divertidos los chascarrillos sobre el diferente comportamiento de los infantes españoles y sus compañeros germanos, como modo de ejemplo Cáceres menciona la rigurosidad alemana en cuanto a uniformidad o las referentes a las normas de seguridad, ambas regulaciones no fueron siempre seguidas al pie de la letra por los españoles, algo de lo que se hace eco con un tono de autocritica el autor. Muñoz Grandes, primer general al mando de la División Azul, también tiene su momento en este diario, José Luis Cáceres García de Viedma pudo compartir un breve momento junto a él y así lo refleja con orgullo. Y, para finalizar, cuando la guerra se estaba poniendo cada día más complicada vuelve un lugar en la memoria de nuestro protagonista que nunca olvidaría, ese sitio sería el pequeño poblado de Sapolje. En julio de 1942 su batallón, el “3º de Vierna ( III/263º), se cubriría de gloria siendo el lugar de responso de muchos de sus compañeros, él mismo salvó la vida de milagro, en medio del fragor de la batalla una bomba de mano golpeó su espalda pero afortunadamente para él no estalló, la suerte nunca está de más.

La historia necesita palabras, y estas a su vez necesitan historias, es así como debemos acercarnos a estos libros de memorias rescatados del silencio para los cuales no estuvieron predestinados. Concluyo esta reseña con esta breve reflexión que se ajusta perfectamente a la intención de esta nueva publicación editada por la Biblioteca del Guripa y a la cual agradecemos todos aquellos aficionados a la historia de la División Azul.

Editorial: La Biblioteca del Guripa
Dimensiones: 170×240.
Formato: Rústica
Páginas: 284

Un comentario en «Diario de campaña de un médico de Batallón, José Luis Cáceres García de Viedma»

  1. Como editor solo me cabe agradecer la atención y la buena disposición de David L. a la hora de comentar este libro que acabamos de editar. La filosofía que rige estas ediciones es el rescate de memorias de combate olvidadas o muy postergadas o nunca publicadas como es este el caso del Dr. Cáceres pero unas memorias editadas en una edición crítica hecha por especialistas que corrigen o amplían la información de alguien que estuvo allí pero que desde su punto de vista personal no conoce todo lo que allí se produjo o nos da información mínima o sobreentendida en 1942 pero que hay que explicar o ampliar a los lectores de hoy.
    El libro del Dr. Cáceres son diarios privados de guerra nunca pensados para ser editados por lo que solo se ha retocado sus fallos ortotipográficos, no se ha censurado nada de su contenido por lo que se puede leer una visión directa de la guerra sin las trampas de la propia memoria. Son diarios de combate con todas sus aristas y sus dilemas morales, nada que ver con hagiografía ni el sectarismo doctrinario. Tal vez no cuente lo que pasó pero lo que cuenta pasó.

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