Morir en Africa, Luís Miguel Francisco

La epopeya de los soldados españoles en el Desastre de Annual

Luis Miguel Francisco es un joven suboficial del arma de caballería que ha estado 4 veces en misiones internacionales con el ejército español y que, sin ser historiador de formación, ha escrito ya varios libros de temática histórico-militar entre los que destacan Annual 1921. Crónica de un Desastre y Y al final, la guerra sobre la guerra de Irak en la que estuvo destacado y en el que colaboró el novelista Lorenzo Silva. Asimismo, colabora en revistas y publicaciones de temática histórico-militar sobre el ejército español. Sigue leyendo

Operation Barbarossa and Germany´s Defeat in the East, David Stahel

Si el 22 de Junio de 1941 cuando el ejército alemán invade la Unión Soviética el mundo contuvo la respiración, el curso de las operaciones hacia mediados de Agosto haría que el mundo volvería a respirar. Esa es la frase con la que Stahel acaba el libro y la esencia de la tesis que defiende: Que Barbarroja y, por tanto la guerra contra La Unión Soviética, está perdida para los alemanes después de la batalla de Smolensko en Agosto de 1941, cuando los grupos Panzer alemanes están tan exhaustos y desgastados que ya no pueden continuar con el momentum de las primeras semanas, entrando en una segunda fase de la guerra donde el peso de las batallas y las conquistas tendría que ceder y dar paso a la guerra del desgaste y de la producción industrial.

David Stahel se define a sí mismo como un investigador independiente, y para escribir este libro se ha basado en una revisión de su tesis doctoral realizada en la Humboldt-Universität de Berlín: “And the world held its breath. The July/August 1941 crisis of Army Group Centre and the Failure of Operation Barbarossa”, dirigida por Rolf-Dieter Müller, del Militärgeschichtliches Forschungamt (MGFA) de Potsdam. Sigue leyendo

El Cardenal-Infante, José I. Benavides

Dos años después de la publicación su publicación de la biografía de Ambrosio Spinola, José I. Benavides nos ofrece su visión de otro gran personaje del siglo XVII, en este caso, el hermano de Felipe IV, el infante Fernando. Ensombrecido bajo la figura de su hermano mientras vivió en España y aunque su padre le dirigió hacia la vida religiosa, logrando adjudicarle el arzobispado de Toledo, su futuro iba a pasar por la carrera de armas, más afín a sus deseos, y en base a la que se ganó gloria y respeto durante la Guerra de los Treinta Años.

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