Esta es una de esas joyas que están olvidadas, arrinconadas en el fondo de un baul o detrás de una estantería. Es una joya de las que acostumbramos a desvelar en este blog para conocimiento de todos.
La guerra contada desde la cabina abierta de un biplano, con el frío entumeciendo la cara y el viento tensando los músculos. Todo contado desde el «Pez Espada» volador, el Swordfish; un robusto pero rudimentario biplano con el que se jugaban el tipo en cada misión, no solo ante el enemigo, sino cada vez que llegaban al portaviones y tenían aque aterrizar sin practicamente ningún sistema excepto la pericia del piloto y algún cable o goma tensora en la pista. Sigue leyendo