1914, Max Hastings

El Año de la Catástrofe

Max Hastings es sobradamente conocido por los lectores interesados en la SGM por sus libros Armaggedon, Némesis o Se desataron todos los infiernos que son atractivos por su mezcla de erudición histórica y los ejemplos de combatientes reales que vivieron los hechos militares que narra.

El libro objeto de esta reseña, editado por Hastings este mismo año de 2013, se centra en el año de comienzo de la PGM, 1914, al que describe tanto en sus hechos políticos como en sus hechos militares.

Como dato previo describe la situación política de los principales estados europeos (Alemania, Inglaterra, Francia, Rusia, el Imperio Austro-Húngaro o el avispero de los Balcanes) así como los planes militares y alianzas estratégicas que estos estados tenían diseñados desde finales del siglo XIX.

A partir del casus belli del 28 de junio en que terroristas serbios asesinan al heredero del Imperio austro-húngaro y a su esposa en Sarajevo el autor desarrolla de forma diacrónica los hechos que dan contenido a un año tan trágico como éste de 1914: impasse hasta principios de agosto, declaraciones de guerra entre los países integrantes de las alianzas militares, invasión de Serbia por parte del Imperio austro-húngaro, invasión francesa de Alsacia-Lorena, invasión de Bélgica por parte de Alemania, luchas entre británicos y alemanes en Mons y Le Cateau con la retirada hacia Paris de los Aliados, invasión de Prusia por parte de Rusia con la derrota rusa de Tannenberg, batalla del Marne, campaña entre Rusia y Austria en Galitzia con los asedios de Lemberg y Przewisl, la extensión de la línea de batalla hasta el mar con la campaña de Amberes, 1ª batalla de Ypres, derrota de Alemania en Prusia Oriental ante los rusos y segunda invasión frustada de Serbia por parte de los austro-húngaros. El libro acaba con los inicios de la batalla entre trincheras y distintas consideraciones acerca de las campañas navales y el inicio del arma de combate aéreo.

El autor hubiera podido hacer un relato sincrónico con la narración de campañas aisladas en el espacio (frente occidental, Polonia, Serbia o Galitzia) pero prefiere hacer una narración diacrónica o cronológica de los hechos desde la invasión de Serbia por parte del Imperio Central hasta el empate táctico que supone la guerra estática entre ejércitos atrincherados (lo que sucede en el Frente Occidental no así en los distintos frentes orientales).

Además de la descripción de las distintas batallas o campañas el autor realiza varios juicios teóricos sobre los distintos planes estratégicos, ejércitos y tácticas combativas, la importancia de los frentes oriental y occidental, acerca de la escasa importancia en esta época del ejército inglés de tierra o acerca de los líderes militares como Ludendorff, Moltke, French, Lanrezac, Joffre, Haig o Brusilov.

El único pero que le pongo a este magnífico libro es que autor es inglés y enfoca demasiado las cosas desde el punto de vista del esfuerzo de guerra inglés que el mismo afirma como poco relevante en esta época aunque son magníficas sus descripciones de las batallas del Aisne (chemin des dames) o la terrorífica 1ª batalla de Ypres. Otro tanto en contra del libro es que los traductores no conocen bien la terminología militar española ya que no se puede traducir «gunner» por cañonero sino por artillero; en España tendemos a pensar que un cañonero es un pequeño navío de guerra no un servidor de una pieza de artillería.

Al final del libro responde a la pregunta que hay que hacerse respecto a lo que pasó en 1914: ¿porqué un conflicto balcánico más acabó convirtiéndose en una guerra mundial entre imperios industriales avanzados?. Según Hastings: » la culpa de la contienda recae especialmente en Alemania (…) aunque no conspirase para hacer estallar la guerra rehusó utilizar su poder para contener a Austria y, de esta forma, impedir el estallido». Para Hastings toda Europa en general y Alemania en particular confiaban en gestionar conflictos rápidamente solucionables por vía batalla decisiva al estilo de la época napoleónica o de la Guerra franco-prusiana de 1870 pero en 1914 se enfrentaban Alemania, Francia e Inglaterra que eran grandes potencias industriales con una gran potencia de fuego que condenaba los ataques masivos de la tradición militar previa. Las trincheras y el empate táctico fueron el resultado de esta imprevisión ante las nuevas realidades industriales y tecnológicas. Y el Frente Este nunca fue el espacio relevante para derrotar al enemigo del Frente Occidental que era el Frente que siempre fue el escenario bélico relevante.

  • Tapa blanda: 728 páginas
  • Editor: Editorial Crítica (14 de noviembre de 2013)
  • Colección: Memoria Crítica
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8498926270
  • ISBN-13: 978-8498926279

30 comentarios en “1914, Max Hastings

  1. Buena reseña, Viçent.

    Los errores de los traductores son habituales en los libros de Crítica, por lo menos en los de temática militar. Deberían cuidar más estas cosas, pero me parece que van muy deprisa o encargan las cosas sin que luego haya revisores técnicos. Hasta la portada es discutible, ya que los soldados británicos que aparecen llevan cascos de 1916. En fin.

    Hastings escribe para el público británico. Es casi inevitable que sigan con su BEF, su Mons, sus old contemptibles y demás.

    Leí el libro en inglés no hace mucho, pero no lo acabé. Es el típico libro de Hastings, como tú has comentado: un poco de historia, un poco de testimonios. A mí Hastings no me acaba de gustar como autor, me pasa lo mismo que con Beevor. Las tesis históricas duras del libro son ya las clásicas de la culpabilidad de Alemania por no frenar y animar a los austro-húngaros. Hay mucha tela que cortar ahí, como por ejemplo que los rusos movilizaron antes, dando a los alemanes la excusa para declararles la guerra, etcétera.

    De todas formas, ya es hora de que se publique algo más que «Los cañones de agosto», que se ha quedado un poco anticuadillo. La señora Tuchman no sabía describir las batallas y a veces se hacía un lío con las notas (como he podido comprobar con los documentos originales). Por otra parte, su idea de los alemanes es tendenciosa (y eso lo dice alguien que no siente precisamente mucha simpatía por nada que lleve botas de cuero y monóculo).
    En ese sentido, un estudio extraordinario, bien escrito y muy innovador es el de David Stevenson, «1914-1918», publicado en Debate, con el que estoy disfrutando como un enano. Es un libro con el que he aprendido cosas en cada párrafo.

    Quisiera aprovechar aquí por cierto para decir que la aplicación de lectura de e-pub de FNAC es una porquería insufrible.

    Una vez más, felicidades por la reseña.

  2. Gracias por la reseña. Yo no he leído todavía el libro, estoy ahora mismo imbuido en la lectura del trabajo de David Stevenson “1914-1918” publicado por Debate, al igual que Leiva estoy disfrutando cada página.

    En cuanto a Hastings, he de decir que yo sí soy un incondicional de este autor, precisamente a mí me gusta la manera que tiene de contar la historia de una manera tan amena, nada fácil por cierto, combinándolo junto a testimonios de protagonistas del conflicto. Además, Hastings es de esos autores que se mojan, que realizan planteamientos personales con los que puedes o no estar de acuerdo, pero que no te dejan indiferente. En este caso puede no ser original, tiene muy claro quién tuvo la principal culpa de que la Gran Guerra estallase, pero seguro que su explicación no nos dejará indiferentes.

    En fin, yo creo que si puedo le daré una oportunidad a este trabajo de Hastings. Bienvenidas sean las publicaciones sobre la PGM en castellano.

    Un saludo.

  3. Yo tengo el libro de Stevenson en «modo espera» porque acabé un poco fatigado de leer el de Hastings y el de Adam Hochschild tan seguidos.
    Respecto al tema de la pregunta de Hastings ¿porqué otra guerra local mas en los Balcanes alcanzó una dimensión planetaria? ¿quién fue el culpable de la escalada? Yo creo que no hay un único culpabla ya que todos confiaban en una guerra rápida y localizada para alcanzar sus fines imperiales, sus revanchas históricas, sus venganzas o para apoyar a sus aliados. Serbia no podía hacer nada sin el apoyo de la Rusia zarista y Austria no podía hacer nada sin el apoyo de Alemania. Alemania decretó la movilización cuando Rusia ya la había decretado con el fin de no parecer demasiado belicista pero, poco tiempo después, invadió Bélgica para desarrollar su Plan Schlieffen creyendo que Inglaterra no le declararía la guerra por un país tan insignificante. Y Francia era la otra gran potencia imperial de la época que ya había chocado con Inglaterra en Fachoda y con Alemania en Agadir (sin contar con el caso Alsacia-Lorena).
    Yo creo que en Europa se había perdido la memoria de guerras en su suelo de la duración y extensión de las guerras napoleónicas y que las guerras siguientes habían sido guerras rápidas y localizadas entre países de economía agraria (Rusia, Turquía, Bulgaria,Serbia, Italia)por lo que nadie se imaginaba una guerra de las características de la PGM y todos se lanzaron alegremente a la lucha.
    Otro tema subyugante en este tema y que se refleja mas en el libro de Hochschild es la desaparición del internacionalismo obrero en las fauces del ogro nacional: contra la IIª Internacional obrera se abrió una trinchera insalvable que separó a los obreros alemanes de los obreros franceses o ingleses. La PGM abrió las puertas a la Revolución Soviética y a la gran lucha del siglo XX: comunismo vs capitalismo.

  4. Buena reseña, Viçent. Muchas gracias. Ya llevas algo leído de la avalancha de nuevas publicaciones sobre la PGM. Y, atención:

    Copio y pego este párrafo de un artículo de La Vanguardia:

    Galaxia Gutenberg publicará Sonámbulos, de Christopher Clark; y España en la gran guerra, en la que Fernando García Sanz sostiene que España, en contradicción con su declarada neutralidad, jugó un papel vital para la continuidad del esfuerzo bélico de los aliados. También se reeditarán obras relativas a este primer conflicto mundial, como Crónica de la Guerra Europea 1914-1918 (La Esfera), de Blasco Ibáñez; De París a Monastir (1915) (Asteroide), de Gaziel; o La crisis mundial. 1911-1918 (Debolsillo), de Winston Churchill.

    En fin, y eso que todavía estamos en Enero.

  5. Por cierto,a mí los Reyes Magos me han traído el de David Stevenson que, a la vista de las críticas de David y Leiva, parece que puede ser un acierto total.

    Veremos.

  6. El libro de Christopher Clark «Sonámbulos» lo había ojeado en versión francesa y las críticas no pueden ser mejores, habrá que seguirle la pista y felicitar a Galaxia Gutemberg por ofrecernos su publicación.

    Un saludo.

  7. La Esfera de los libros publica los diarios de Vicente Blasco Ibáñez sobre la PGM con las fotografías originales del novelista valenciano entre las trincheras de las fuerzas de la Entente. Blasco Ibáñez, Gaziel,…

  8. Y ya visto editado el libro de memorias de Winston Churchill sobre la PGM ¿habrá que leer lo que pone de la campaña de los Dardanelos? ¿alguna opinión sobre el libro?

  9. Leyendo un artículo (o extracto de esta obra de Hastings)en el País sentí curiosidad por saber quién era este sujeto. Las afirmaciones que hace allí (cuando Max se «moja», como dice David) son dignas de un «atizador polemista». Daba la impresión de que escribía para un público británico exclusivamente…
    Pero no todo ha sido malo! He encontrado este sitio, me han gustado las opiniones y, particularmente, la recomendación del libro de David Stevenson (1914-1918).
    Sin tener un especial afecto por el pueblo alemán, tengo la sensación de que predomina un tufo anglosajón en cuanto a la manera de contar la historia reciente. Alemania perdió algo más que las guerras en el siglo XX…
    Saludos

  10. Hay un título de un libro de la SGM muy bueno: «La guerra que había que ganar». Hastings en ese artículo de El País extrapola esta idea a la PGM. ¿Qué hubiera pasado si la PGM la hubieran ganado las potencias centrales?¿quien es el verdadero culpable del inicio de la PGM? ¿Son la PGM y la SGM dos partes de la misma tragedia europea? Hastings lo tiene claro, Alemania tiene la gran parte de culpa en comenzar la PGM y ésta es una guerra necesaria porque si Rusia+Inglaterra+Francia hubieran perdido hubiéramos tenida una CEE avant la lettre dominada por el militarismo y autoritarismo alemán.
    Hastings tiene otra tesis consistente en que el sentimiento inglés hacia la PGM y la SGM ambivalente puesto que la PGM es una guerra inútil llevada a cabo por políticos y militares incompetentes mientras que la SGM es una guerra útil con un malvado claro y con unos militares competentes. Contra este sentimiento es contra el que se rebela Hastings ya que afirma que las dos guerras son igualmente útiles con dos malvados clarísimos: el militarismo alemán.
    ¿Qué hubiera pasado si en 1939 Inglaterra/Francia le hubieran declarado la guerra a la URSS cuando ésta invadió Polonia junto a su, por aquel entonces, aliado hitleriano?

  11. Saludos a todos y bienvenido, Marcos. Un libro muy esclarecedor y accesible es «Europa contra Europa, 1914-1945» de Julián Casanova, reseñado aquí no hace mucho.

  12. Saludos para todos también y gracias.
    Admito que las guerras y las batallas no son mi pasión, pero sí el uso ideológico que de ellas se hace. No sé qué habría pasado de ganado cualquiera de las dos guerras las fuerzas del Eje. Pero tiendo a pensar que no habría grandes diferencias. Al final, la emergente potencia estadounidense, creo, hubiera encauzado el asunto, no?
    Me parece claro que detrás de los grandes tratados y de las grandes guerras se encuentra la “maquinaria económica”. Sucesivamente se ha hablado de guerras para defender a una nación, guerras en aras de las libertades, de la democracia, de la dignidad (!), por la clase obrera,… pero el motor de todas ellas hay que encontrarlas en los intereses económicos.
    Desde esta premisa, no hallo buenos ni malos (al contrario que el simpático de Max).
    La historia está llena de sucesos dramáticos y no me refiero solo a los grandes hechos, sino al drama de innumerables historias personales, individuales. Personas que a lo largo de la historia han sufrido, han muerto por cosas tan “grandes” tan “importantes” como una alianza internacional, la patria o la venganza por la muerte de un sucesor a un trono… después llega un tipo, al que en Wikipedia llaman historiador, realiza observaciones vamos a decir que “frívolas” sobre el asunto admito que me produce repugnancia.
    Viçent; comenta que Hastings afirma que las dos guerras son útiles, pero útiles para qué? Para evitar una Europa militarizada y autocrática?
    Sí, Viçent (y cualquiera que se quiera sumar a la cuestión), qué habría pasado de ganar Alemania la SGM? No ya con la ayuda de Inglaterra y Francia…
    Salud

  13. Las hipótesis son hipótesis…
    lo que esta claro que la Primera Guerra Mundial es la matriz del mundo que tenemos ahora.
    Si los aliados ganaron, fue gracias a «los USA» -menos mal que no quería participar-. Tufo anglosajón nada de nada, lo que hay es una imposición cultural e idiomática y complejos anglosajones de un par de narices por no decir otra cosa… Menos mal que hay un grupo de verdaderos luchadores que resistimos la aculturación anglosajona, sobre todo en la Historia [que nos lo digan a los sufridos historiadores y amantes de la cultura española, cuando los obsesivos e implacables anglosajones (angloamericanos) hacia la cultura e historia española la ensucian, tapan e incluso miente descaradamente (si pudiésemos se lo preguntaríamos a los hacedores del Imperio español, a Blas de Lezo por ejemplo…), y me quedo corto…] . Los autores anglosajones (salvo muy pocos) e editoriales son los que se frotan las manos contándonos su historia a su manera, a sus intereses… En tema que nos trae aquí, la PGM pasa algo parecido salvando las distancias claro está.
    Se agradece autores e editoriales que no sean primas hermanas anglosajones de ambos lados del charco o de la periferia. El ver autores alemanes, austriacos, turcos, serbios, rusos, etc., es de agradecer y valorar.

    Un saludo

  14. Ya reseñé «Sonámbulos» hace un tiempo en este foro. Es un libro extraordinario y la visión que da sobre la culpa de la guerra no recae exclusivamente sobre Alemania y Austria-Hungría. También sobre Francia y especialmente sobre el dueto Nicolás II y Sazonov, el Ministro de Asuntos Exteriores. Digamos que a partir de 1909 la guerra era cada vez más probable, aunque podía no haber estallado. Rusia y Austria-Hungría chocaban en los Balcanes por ser área de expansión de ambos, por el creciente poderío de Serbia después del hundimiento del poder otomano en la región y por el apoyo a los nacionalistas eslavos que prestaba Belgrado. Austria-Hungría no tenía muchas más opciones que la guerra contra Serbia (ergo, contra Rusia). Francisco Fernando lo sabía y se preparaba para presentar un plan político muy completo, con una estructura federalista (ay, qué palabreja, con aires actuales), en la que los eslavos del Imperio tuvieran más protagonismo político (y de paso, pudieran ser alejados de los cantos de sirena de la Gran Serbia). Los capullos que lo mataron en Sarajevo, que básicamente eran talibanes descerebrados con la cabeza llena de lecturas atropelladas, desde Kropotkin hasta Nietzsche, se cargaron al único tipo capaz de llevar a cabo un proyecto político decente y viable para el Imperio Austrohúngaro. Al morir, Francisco José quedó en manos de los halcones: Berchtold, Conrad, etc. A partir de ese momento, la guerra era segura y los demás países, excepto Rusia (azuzada por Francia), no tenían inconveniente en que le apretaran las tuercas a los serbios, que eran considerados poco menos que salvajes. Pero los austriacos tardaron demasiado en declarar la guerra. Los alemanes les dieron carte blanche con la condición de que movieran rápidamente, pero el ultimátum se retrasó, por la falta de apoyo de Tisza, el PM húngaro, etc. Pero luego está el otro «bando», la Entente. Poincaré viajó a San Petersburgo en 1912 y, como lorenés que era, y heredero del agresivo Delcassé, artífice del renacimiento político francés tras 1870, preconizaba una política agresiva contra Alemania en el marco de la alianza franco-rusa de 1894 (la única que realmente tenía un convenio militar real en 1914). En 1914 Rusia y Francia movieron de forma conjunta contra los austriacos (en realidad, contra los alemanes). Gran Bretaña, que zascandileó jugando con su neutralidad, en realidad sabía que tendría que intervenir en el Continente. Pero no lo hizo solo para neutralizar a Alemania, sino porque su posición hubiera quedado seriamente comprometida si la alianza franco-rusa hubiera derrotado a Alemania SIN SU AYUDA. Para los británicos una victoria rusa era tan peligrosa como una victoria alemana, porque después de todo con los alemanes se podía tratar, pero los rusos querían la India, el Canal, Persia, etc. Esto es lo que guiaba a los británicos en julio de 1914. Aquí, claro está, resumo mucho. Leed el libro de Clark, es fascinante.

  15. JF, me sucede que al oír tanta «imposición anglosajona» -ya no solo ensalzando su historia sino también desvirtuando la de los demás- me entran ganas de gritar Viva España!! y santificar a Blas de Lezo (y tantos otros genios) y cosas por el estilo…
    Pero no; preferiría sosegar el ánimo y tratar de analizar los acontecimientos con ojo clínico (si eso es posible).
    La historia -me temo- no es más que mera propaganda. Solo queda analizar las causas.
    Sí me gustaría conocer la versión de los hechos desde la perspectiva de un historiador ruso o turco. Podría recomendarme algún libro o autor. Lamentablemente no domino más lengua que la que hablo y los autores de otras naciones que han sido traducidos al español sufren ese extraño virus proOccidentalis que termina por hacerlos digeribles al gusto del lector Occidental. Es decir, que no aportan nada…
    Un saludo

  16. Descartar toda la historiografía occidental como propaganda es un poco extremista. Invierte el problema del eurocentrismo, dotando de verdad a lo no-europeo por el simple hecho de que no es (supuestamente) la «versión oficial», sino la de los pueblos oprimidos. El hecho de que un historiador ruso o turco nos hable de la primera guerra mundial no es garantía de nada. De entrada, ni el Imperio Otomano ni Rusia eran «pueblos oprimidos», sino opresores de otros pueblos, más brutales que los belgas, los franceses o los ingleses. Los historiadores rusos del siglo XIX o XX no son precisamente un ejemplo de neutralidad. Por ejemplo, la historia rusa sobre la campaña napoleónica de 1812 fue desfigurada, modificada y tergiversada de tal manera entre ese año y la actualidad (con la excepción de algunos autores, modernos todos) que es mejor leer los libros escritos por los protagonistas franceses. Naturalmente, siempre es mejor contar con todos los puntos de vista, que existen. Hay libros turcos sobre la primera guerra mundial y habrá muchos más con el tiempo, igual que hay muy buenos estudios turcos sobre el Imperio Otomano.

  17. Leiva, no he debido expresarme bien. Cuando digo que laHistoria (como disciplina) es propaganda me refiero a toda la Historia, la escrita por franceses como por rusos… Mi intetés por encontrar algún trabajo de un no-europeo radica en ver qué ocurrencias cuenta sobre un hecho común (y a ser posible en español! 🙂 ). Como por ejemplo la PGM…
    He buscado -no mucho, también es verdad- y no he visto nada. Tiene toda la lógica, por otro lado :/
    Y lo que si hay, pues se trata de autores no-europeos pero solo de nacimiento porque después cuentan las mismas tont… ‘verdades’ que los sí-europeos (que son los que les pagan las publicaciones).
    Claro que los autores rusos (o de cualquier parte) no son neutrales!! Sería más que ingenuo por mi parte 😀

  18. Leiva, no he debido expresarme bien. Cuando digo que laHistoria (como disciplina) es propaganda me refiero a toda la Historia, la escrita por franceses como por rusos… Mi intetés por encontrar algún trabajo de un no-europeo radica en ver qué ocurrencias cuenta sobre un hecho común (y a ser posible en español! 🙂 ). Como por ejemplo la PGM…
    He buscado -no mucho, también es verdad- y no he visto nada. Tiene toda la lógica, por otro lado :/
    Y lo que si hay, pues se trata de autores no-europeos pero solo de nacimiento porque después cuentan las mismas tont… ‘verdades’ que los sí-europeos (que son los que les pagan las publicaciones).
    Claro que los autores rusos (o de cualquier parte) no son neutrales!! Sería ingenuo por mi parte 😀
    Lo que no puedo compartir es su afirmación acerca de los belgas… estou seguro de que por cada belga hay más victimas (solo en Africa) que por cada ruso!!
    Pero si me pudiera recomendar algún autor turco… se lo agradecería 🙂
    Y, si es posible, que no sea un turco de los que tienen fijada su residencia en París o Londres 😉
    Salud

  19. Cuando lee sobre algo que le fascina, como es mi caso sobre la PGM, acaba pensando dos cosas: ¿sabré alguna vez los suficiente de este tema o siempre se me escapará algo? la segunda pregunta que me hago es la siguiente ¿leer y estudiar la historia hace que conozcamos mejor el presente y lo podamos manejar de la manera mas pacífica posible? De todo lo que llevo leído sobre este tema me doy cuenta que en el inicio de todas las guerras hay un punto de soberbia/de ingenuidad/de imprevisión/de mentira ideológica y de nacionalismo.
    Volviendo al libro de Hastings y a su tesis de que la PGM fue una guerra tan justa como la SGM ya que los malos eran los mismos: los imperios centrales militaristas y autoritarios. Habría que matizar esto ya que Rusia o la URSS eran tan impresentables como los imperios centrales o Hitler y en ambos casos fueron una gran aliada de los imperios transoceánicos de la época que eran Francia y GB. También habría que matizar con respecto a que Francia, Bélgica y GB eran imperios que se habían construido sobre el dolor de grandes masas de gentes explotadas y que la lucha entre GB y Alemania era una guerra entre un imperio establecido y un imperio por establecer con dos grandes marinas de guerra como casus belli.
    La PGM supuso un nuevo concepto de guerra con la potencia mecánica de fuego por encima de las masas de infantería de maniobra, la ametralladora sobre el empuje humano y; asimismo, supuso una revolución política en Rusia, Alemania, Austria y la entrada de los USA como nueva potencia global.
    Por último, algún filósofo clásico afirma que la guerra es lo que hace avanzar la historia y que gracias a las guerras se desmontan estructuras caducas de tipo moral, político o social. ¿es esto así?

  20. Viçent, creo que olvidó añadir el «factor económico» como «motivación» para la guerra. En este punto Gran Bretaña ha destacado por encima de las demás naciones europeas; en las que el nacionalismo, la ingenuidad y la soberbia funcionaban (funcionan) mejor que su motor económico/financiero.
    Esto explicaría alianzas tan «divertidas» como la que señala de Francia y Rusia. O la misma de Alemania-Turquía!
    Lo que importa no es si tu eres absolutista y el otro monarquía parlamentaria, ni si tu sociedad es clasista o feudal o esas minucias. A la hora de buscar aliados se enfrentan los intereses de las élites de cada nación y si llegan a un acuerdo pues hay pacto!
    Por eso me pesa ver que seguimos dejándonos seducir por los discursos de corte ideológico; de buenos y malos; de mejores y peores…
    E insisto; si usamos esa vara de medir (el del discursito) las naciones peor paradas son -de lejos- las europeas: las más finas y sofisticadas. Las que en aras del bien y la justicia suprema y los valores universales (vaya ocurrencia!!) masacran, hacen y deshacen…
    Interesante la idea del filósofo clásico que apunta al final de su comentario. No tengo respuesta. Pero si fuera así y asumiendo que la guerra es un suceso natural entre sociedades, es una pena que hayamos llegado a este punto de manipulación de masas para justificarla. Tal vez deberíamos hacer como los suizos, que parecen la mar de contentos y sin visos de conflicto moral a sabiendas de como se las trae su pequeño país en el planeta…
    Salud
    Ah,en cuanto a las preguntas que planteaba al principio, estoy convencido de que siempre habrá algo más que conocer pero que sí se puede saber lo suficiente. Y lo suficiente de cualquier tema supongo que conduce a relativizar sobre el mismo, es decir, descubrir que no es lo suficientemente relevante como para tomarlo demasiado en serio… 🙂
    y esto me responde a su segunda cuestión; alcanzado dicho punto la convivencia se volverá ineludiblemente más pacífica.

  21. «(…) gracias a las guerras se desmontan estructuras caducas (…)»; curioso planteamiento que yo veo incompleto; más bien habría que plantear la disyuntiva ¿se desmontan o se consolidan? –Baste de ejemplo la Guerra Civil Española–.

    Saludos

  22. La Guerra Civil Española (GCE) es un tema en el que hoy en día todavía se atraviesan las pasiones y las ideologías por lo que hablar de ella fuera del camino trillado por Tuñón de Lara es meterse en un jardín pero respecto a la PGM está claro que ésta cambió muchas cosas que eran caducas antes de que tal desgracia sucediera: imperios caducos, doctrinas militares caducas, nuevas tecnologías, nuevos países emergentes como la URSS o los USA. Si vamos mas allá del buenísimo pacifista la guerra es un parto doloroso y sangrienta que lleva a otras realidades, tal vez no mejores pero distintas, que ha rodeado al hombre desde su época prehistórica. Gracias a la PGM la aviación militar y la aviación en general se desarrollaron, es duro decirlo así pero así pasó.
    De todas maneras esto es algo que dijo algún pensador no una doctrina de interpretación de la historia consolidada.

  23. Me uno por fin a los lectores del libro. Lo cierto es que comentáis, es un salto de calidad enorme en lo referente a publicaciones en castellano sobre el conflicto.

    También, como comentáis, aplastante la perspectiva británica y obsesiva la culpabilidad alemana.

  24. Creo que por una parte el libro de Hastings es bastante completo por tocar numerosos puntos y campos de batalla del año 14 pero claro si nos ponemos exigentes, como debemos ponernos los que somos aficionados a la historia militar, y entramos en el detalle con que analiza las campañas pues hay que reconocer que se queda bastante corto en la mayoría de ellas. En gran parte del libro me queda la impresión de haber leído otro de esos volúmenes introductorios a la guerra que siempre te aportan algo nuevo pero que se podía haber hecho mucho más detallado. De todas maneras es un muy buen libro, no quiero tirarlo abajo, los testimonios y los datos que da lo convierten en el mejor que he leído hasta ahora de los publicados en estos dos años. Espero ver publicada una historia militar de la Gran Guerra como se merece. Probablemente serán dos o tres volúmenes tipo «tocho» porque en menos espacio está claro que no cabe. O quizás nos tengamos que conformar con un Hastings para cada año: 14. 15, 16, 17 y 18…

  25. ¡Que maravilla! Es tan bueno, que a pesar de ser de los pocos que trata el frente polaco entre Austria-Hungria y Rusia, te hace desear más y más, que te lo cuente al nivel que relata Prusia Oriental o Serbia. ¡Otro frente del que rara vez se trata!

    Yo no lo veo tanto introductorio, como concentrado en los dos aspectos que tanto le gustan:

    -La experiencia individual.
    -La superación de los tópicos.

  26. Acabado de leer . Hastings parece tenerlo claro:Alemania no fue la única responsable del estallido de la guerra , pero sí de no haberla detenido cuando era seguramente la que podía haberlo logrado. Me ha llamado la atención su explicación sobre el fracaso del plan Schilieffen , Hastings piensa que este plan era una quimera , la posibilidad de llevarlo a la práctica victoriosamente era imposible debido a que la tecnología a nivel logístico no estaban a la par del desarrollo tecnologico adquirido por las armas puestas en funcionamiento en el campo de batalla . Conclusión :frentes estáticos y trincheras .

  27. Siempre que pensamos en una época militar determinada debemos situarnos en el marco mental de la época: los alemanes debían golpear rápido en dos frentes, primero en el frente oeste y luego en el frente este donde los rusos tardarían mas en movilizarse. Además, todos los ejércitos pensaban que la guerra sería muy rápido al estilo de la Guerra Franco Prusian. Obviamente, como decía Moltke el viejo, los mejores planes sobre el papel se enfrentan a la realidad del campo de batalla…

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