Operaciones de Engaño, VV. AA.

Un grupo de catorce especialistas desgranan en este volumen, mediante ejemplos famosos y no tan famosos, los secretos de la guerra de engaño.

uenta el autor latino Tito Livio que, tras la batalla del lago Trasimeno, las fuerzas del general cartaginés Aníbal fueron sometidas a un duro bloqueo por parte del general y dictador romano Quinto Fabio Máximo. El cartaginés, desesperado por evadir el bloqueo, ejecutó la siguiente operación de engaño: puso a sus tropas a hacer teas, que ataron convenientemente a los cuernos de un gran número de toros (casi dos mil, según Livio) y, llegada la noche, Aníbal encomendó a su hermano Asdrúbal que condujera a las reses a unos montes cercanos a su campamento; en un lugar determinado, las teas se encendieron, lo que, desde donde estaban los romanos, y con ayuda de la oscuridad, «presentaba el aspecto de hombres que corrían por todas partes» (Liv. XXII, 17, 3). Las fuerzas romanas, al presenciar el sobrecogedor espectáculo, ni imaginaron que se trataba de una aglomeración de bóvidos. Los romanos que «estaban apostados cubriendo el paso del desfiladero, en cuanto vieron en lo alto de los montes sobre sí algunos fuegos, creyendo que estaban rodeados abandonaron su posición […]. Aníbal entretanto pasó todo su ejército a través del desfiladero» (Liv. XXII, 17, 4 y 7). Sigue leyendo

Hierro y Sangre, Peter H. Wilson

Peter H. Wilson es de esos historiadores y autores que no dan puntada sin hilo. Especializado en la historia de Alemania, este investigador británico nacido 1963 ha sorprendido con su nueva obra: Hierro y sangre. Una historia militar de Alemania desde 1500. Obra que hoy podemos disfrutar en español gracias a la labor encomiable de los compañeros de Desperta Ferro Ediciones.

La obra, de casi 1.000 páginas, es un trabajo de erudición que tiene difícil compararse con otros debido a lo inteligente de la propuesta y su ambición. Hierro y sangre es un libro que está llamado a ser un título de referencia para todos aquellos que quieren conocer de forma pormenorizada e íntima la historia militar de unos de los países que este plano ha sido imprescindible a muchos niveles. Sigue leyendo

Espías, Calder Walton

Ni Smiley ni Bond: los espías reales de la Guerra Fría

En Espías –un estudio completo y solvente– el reconocido especialista Calder Walton analiza cien años de guerra de inteligencia entre las democracias occidentales, lideradas por Estados Unidos y Gran Bretaña, y la Unión Soviética, después Rusia, sin olvidar el ascenso de China

Graham Greene, Ian Fleming, John le Carré o el hilarante George MacDonald Fraser son autores, entre otros, de sobra conocidos por sus novelas sobre espionaje. Y quitando casos como el de MacDonald Fraser –creador del inigualable Harry Flashman–, la mayoría de autores ha ambientado sus historias de espías en el periodo conocido como la Guerra Fría, que suele delimitarse entre 1947 y 1991. Personajes como el George Smiley de Le Carré o el archiconocido James Bond de Fleming nacieron al abrigo del gran conflicto de bloques, la helada lucha sin cuartel entre las democracias liberales occidentales y el comunismo soviético. Pero esa imagen tan arraigada en el imaginario colectivo podría distraernos de la realidad oculta entre narrativa y narrativa acerca de la guerra de «inteligencia» entre los representantes de los dos tipos de sociedad post-Primera Guerra Mundial: la democracia y el totalitarismo. Para evitar este error, llega al castellano la obra de Calder Walton Espías. La épica guerra de inteligencia entre el Este y el Oeste (Ediciones Salamina, 2024), libro que ha obtenido prestigiosos reconocimientos como el Foreign Policy Best Book of 2023 o el Foreign Affairs Best Book of 2023. Sigue leyendo

Los últimos días del Imperio otomano, Ryan Gingeras

El 30 de octubre de 1918, el Imperio otomano, uno de los miembros del bloque de las llamadas Potencias Centrales en la Primera Guerra Mundial, firmó el armisticio en su derrota ante los miembros de la Alianza. Sin embargo, los otomanos, un conjunto de nacionalidades y religiones aunada bajo la figura del sultán de turno, no daban por disuelto su país, sin percibir que se adentraban en una revolución que cambiaría drásticamente aquel imperio y su manera de mirar hacia su pasado, en vistas a un futuro drásticamente diferente. Una vez derrotados en los campos de batalla, comenzaba una compleja negociación con los dirigentes Aliados, mientras el dominio administrativo y político del CUP, denominado también como los Jóvenes Turcos, iba decayendo ante la intervención de contingentes de ocupación. Sin embargo, la caída del Imperio otomano todavía tendría que pasar por casi cuatro años de guerras, masacres, limpiezas étnicas y de religión, nacionalismos y el definitivo renacimiento de un espíritu nacional que lo convertiría en la nueva República Turca. Sigue leyendo